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‘Postureo’ taurino: sangre y 'engaño' triunfan en La Malagueta
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Agustín Rivera

Tinta de Verano

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‘Postureo’ taurino: sangre y 'engaño' triunfan en La Malagueta

Ni José Tomás, ni Morante de la Puebla. Huérfanos de héroes, de estetas del toreo, La Malagueta asiste a un espectáculo de sangre y banderillas, de pasodobles y puros; de mantillas y abanicos

Foto: Comienzo de la corrida en La Malagueta. (A. Rivera)
Comienzo de la corrida en La Malagueta. (A. Rivera)

Ni José Tomás, ni Morante de la Puebla. Huérfanos de héroes, de estetas del toreo, La Malagueta asiste a un espectáculo de sangre y banderillas, de pasodobles y puros; de mantillas y abanicos. El dios pagano de Galapagar cura las heridas en Estepona, su refugio. Desde 2009 no torea kamikaze Tomás en el coso del Paseo de Reding. Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares era el tridente estrella de la Feria de Málaga. Morante cayó herido en Huesca. Ni El Juli, ni Manzanares querían un mano a mano. Antonio Ferrera sustituyó a Morante, aunque el cartel oficial –sin modificar– lo desmienta.

-¿Tú sabes quién sustituye a Morante?

-Me lo han dicho, pero se me ha olvidado.

Los dos amigos, de unos cincuenta años, comparten barra nada más entrar en la puerta del tendido 3. Uno pide un Gin-tonic. Otro Ginebra con Coca-Cola. Quieren más hielo para echar en el vaso de plástico.

-La de hoy es un corridón.

-Hombre, ¡Si hubiera estado Morante!

Cartel original de la corrida. (A.R.)Faltan diez minutos para que se toreen seis toros. Antonio Lorca destapó la “tropelía inadmisible” de esta Feria: la Junta de Andalucía autorizó a que cada matador llegara a Málaga con su par de toros elegidos debajo del brazo. “Un engaño y presunta prevaricación”, denunció Lorca en El País. Una versión del Yo me lo guiso, y yo me lo toreo. Ildefonso Dell’Olmo, presidente de la plaza, lo niega: “No, de eso nada. Está jurídicamente fundamentado”, contesta Dell’Olmo, que sube muy rápido las escaleras.

El primer toro pesa 568 kilos. Aguantó vivo menos de media hora. Salió despistado, como si no hubieran contado con él para el espectáculo. El público (que no llenó la plaza) silbó al picador. El picador pinchó una y otra vez al animal. Los entendidos aseguran que el picador es fundamental. Sin ese primer desangramiento, el toro tendría riesgo de sufrir un infarto por el ímpetu y fuerza con que sale a escena. Al menos ahora el caballo está protegido con un peto, no como antes.

El Juli se gusta… y fracasa

Muy contento, sonriente, encantado de sí mismo, El Juli se dispone a lidiar a un toro nacido en noviembre de 2007, un anciano. Los toreros prefieren torear a los animales con cuatro años, más tiernos y nobles. Los de cinco años están ya resabiados. El diestro se gusta en la faena, hace muecas. Torea delante del palco de la Presidencia, buscando orejas. No las encuentra (Ferrara, sí: una). El Juli fracasa con la espada. Cuatro intentos fallidos. El toro sufre, expulsa sangre por la boca, patea sin parar. Se cae. Muere. Tres caballos con cascabeles transportan al toro fuera del albero. En Portugal se ahorran el óbito público. Los matan sin testigos.

-El diestro Jose María Manzanares durante la faena de su primer toro. (EFE)Cuatro señoras embutidas en un vestido de mantilla con peineta blanca y mantones de Manila impiden la vista de la segunda fila del palco. No pasa nada. Manzanares tampoco afina su primera faena. Todo postureo, como el de El Juli, empeñado en agradar, con aspavientos. La culpa se la echaron a los toros, muy bien presentados “al nivel de la Feria de Madrid”, apunta un banderillero de Manuel Manzanares, pero al ganado le faltó bravura y fuerza para embestir.

El último que toreó Manzanares (José María) era muy peligroso. Totalmente indescifrable, se movía una y otra vez, con desconcierto y sin sentido. No había cómo matarlo… Este espectáculo de muerte a cámara lenta, repleto de silencios y estética eterna, acabó, de modo definitivo, con el fallecimiento de los seis toros. Nadie -tampoco ningún animal- salió por la Puerta Grande.

Ni José Tomás, ni Morante de la Puebla. Huérfanos de héroes, de estetas del toreo, La Malagueta asiste a un espectáculo de sangre y banderillas, de pasodobles y puros; de mantillas y abanicos. El dios pagano de Galapagar cura las heridas en Estepona, su refugio. Desde 2009 no torea kamikaze Tomás en el coso del Paseo de Reding. Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares era el tridente estrella de la Feria de Málaga. Morante cayó herido en Huesca. Ni El Juli, ni Manzanares querían un mano a mano. Antonio Ferrera sustituyó a Morante, aunque el cartel oficial –sin modificar– lo desmienta.

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