Carta a Irene Lozano

Estimada señora Lozano, señora diputada. He leído su artículo publicado enEl Confidencialacerca de los abusos sexuales. No deja de sorprender que una persona que aglutina en símisma dos profesiones que requieren de un especial rigor y responsabilidad, como es la de periodista y la de diputada, establezca en tan pocas líneas una sombra de delito tan grave sobre el conjunto completo de las Fuerzas Armadas sin aportar ni un sólo dato.

Usted deja caer en su artículo que hay miles de casos de abuso sexual en las Fuerzas Armadas y que la propia institución se encarga de ocultarlos. Es decir, acusa de un delito a una institución en su conjunto, y a miles y miles de militares honrados, sustentando algo tan grave en suposiciones, en hacer de un caso concreto la generalidad, en preguntas retóricas.Su única referencia como argumento es un documental sobre unos hechos ocurridos en el Ejército de Estados Unidos.

Señora Lozano, permítame darle unos datos: en 2013, de las15.207mujeres que sirven en las Fuerzas Armadas, se registró una queja, el 0,006% del total de efectivos femeninos; en 2012, cuatro quejas, un 0,02%. Ese año, en EEUU, el 6,1%de las mujeres en las Fuerzas Armadas elevó quejas por situaciones de acoso.

Señora Lozano, como seguro que sabe porque se opuso conscientemente a ello en el Parlamento, este Ministerio incluyó por primera vez en una ley el acoso sexual como falta muy grave, cuando no constituya delito (Ley Orgánica8/2014,de4 de diciembre, de régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas). Este Ministerio ha incluido de la misma manera estás conductas en el nuevo Código Penal Militar, actualmente en tramitación y al que usted ha presentado una enmienda a la totalidad.

Señora Lozano, desde el rigor que la obliga su responsabilidad pública, le pido que no manche el nombre de todos los militares de este país porque uno de ellos cometió un acto despreciable.

*Diego Mazón.Director de comunicación del Ministerio de Defensa.