El sector agroganadero como punta de lanza de la descarbonización

En la reciente cumbre del clima celebrada en Dubái, la COP28, representantes de casi 200 países, junto con empresas, ONG y sociedad civil, se reunieron, entre otros objetivos, para hacer un balance de la implementación del Acuerdo de París para la limitación del calentamiento global.

Sin duda, la alimentación debe ser una palanca clave en la reducción de emisiones, ya que, además, en los últimos tiempos estamos viendo cómo el cambio climático también tiene una relación directa con la disponibilidad y la calidad de los alimentos. Por eso, en este marco se ha firmado la Declaración sobre clima y salud que aboga por una alimentación sana y sostenible y apuesta por la transformación del sistema alimentario actual.

El sector de la alimentación causa el 12% de los gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) en España. Y, aunque el sector lácteo presenta emisiones relativamente bajas en comparación con otras explotaciones, no podemos obviar su impacto en emisiones de gases de efectivo invernadero.

Por eso, es cada vez más urgente abordar una transformación real en la ganadería en nuestro país, avanzando hacia la reducción de las emisiones de CO₂ del vacuno de leche, con el objetivo de proteger la producción de alimentos esenciales, diversificar sus fuentes y fortalecer a las comunidades. Merece la pena una reflexión y una mirada conjunta para abordar una decisión tan importante, ¿apoyamos su transformación a través de sistemas de producción más sostenibles o lo dejamos caer?

Consenso para la ganadería del futuro

Esta decisión requiere un consenso entre todos los actores implicados en el sector de la ganadería y la sostenibilidad, las empresas y las instituciones públicas y privadas. Convencidos de esta necesidad de unir esfuerzos, desde Danone hemos publicado el primer informe estratégico de recomendaciones sobre el que construir el modelo ganadero del futuro, un documento marco que tiene como ambición inspirar y nutrir las próximas políticas públicas para reducir las emisiones de CO2 y metano del sector lácteo, velando por el beneficio del medio ambiente, la seguridad alimentaria y la garantía de la competitividad y el relevo generacional en el campo.

Se trata del ‘Informe BACA, por un sector lácteo BAjo en CArbono’, en el que han participado, entre otros, Gonzalo Muñoz, Champion de Naciones Unidas contra el Cambio Climático COP25, y organizaciones punteras en el ámbito ganadero y de la sostenibilidad medioambiental, como Lainez Biotrends, Alma Natura, CAJAMAR, CSIC, IRTA, NEIKER, 3TriCiclos, Vivaces, European Landowner Organization, B Corp, Ikerbasque.

Existen propuestas como la creación de una herramienta estandarizada que permita medir y calcular las emisiones GEI en el sector lácteo

Este marco de referencia deja constancia de la necesidad de trabajar de manera conjunta en la transformación del campo, desde todos los ángulos, y con el apoyo de Administración, empresas, mundo académico y ONG. Todos ellos convencidos de que la colaboración público-privada será el motor para hacer posible que el sector agroalimentario alcance los objetivos europeos de reducción de emisiones. Un informe que ha estado presente en la COP28 con el ánimo de que pueda impulsar un cambio efectivo a nivel de país.

En este sentido, existen propuestas concretas que debemos valorar como sector, entre ellas, la creación de una herramienta estandarizada que permita medir y calcular las emisiones GEI en el sector lácteo, con el objetivo de garantizar una mayor precisión y comparabilidad en la evaluación de los impactos ambientales de los alimentos.

Debemos abordar cuestiones como la importancia de promover y subsidiar el uso de aditivos para mejorar la digestión de las vacas

También debemos abordar cuestiones como el necesario ajuste estratégico en la alimentación del ganado, la importancia de promover y subsidiar el uso de aditivos para mejorar la digestión de las vacas, abordar un plan de eficiencia energética y generación de energías renovables en la producción láctea, incentivar técnicas de agricultura regenerativa, promover el desarrollo tecnológico en toda la cadena de valor láctea o acompañar la transición del sector con instrumentos financieros y fiscales.

En paralelo, debemos tener muy presente el desafío del relevo generacional. Como pone de manifiesto el ‘Informe BACA’, actualmente las explotaciones lecheras con un titular de menos de 40 años apenas representan el 6,7% del total. Debemos afrontar este reto a través de la continuidad de las relaciones contractuales a largo plazo con los ganaderos, que permiten a las granjas realizar inversiones a futuro, crecer y convertirse en granjas sostenibles.

Confiamos en el futuro del sector vacuno de la leche, sabemos de su importancia y de su contribución a la sociedad y a la economía en nuestro país. Por ello, seguiremos en este camino, confiando en que el Informe BACA active las palancas clave entre los actores implicados y que, a partir de recursos público-privados, se financie y apoye una transformación real del sector agroganadero en su conjunto.

*Borja Lafuente es director de asuntos públicos de Danone Iberia.