Es noticia
¡Cómo puedo ahorrar si aún vivo con mis padres!
  1. Mercados
  2. De Vuelta
Javier Molina

De Vuelta

Por

¡Cómo puedo ahorrar si aún vivo con mis padres!

Cuando uno piensa en crear cierto patrimonio pensando en el futuro, esa capacidad debiera tener poco que ver con los ingresos y más con lograr una cierta tasa de ahorro asumible

Foto: Ahorro en euros
Ahorro en euros

Cuando uno piensa en crear cierto patrimonio pensando en el futuro, esa capacidad debiera tener poco que ver con los ingresos y más con lograr una cierta tasa de ahorro asumible. La acumulación de riqueza así observada no es más que contar con cierta habilidad para ahorrar que todos, en teoría, podríamos llevar a cabo y cuyo control depende de cada uno. Desde el momento en que el importe de los gastos individuales no son los mismos y se necesitan más ingresos para afrontarlos, cada euro de ahorro tiene un valor diferente para cada persona, y puede constituir justo la diferencia entre crear patrimonio y no hacerlo.

Sin embargo y como me comentaba un lector hace un tiempo, la teoría del ahorro queda muy bien así explicada pero la realidad, me decía, es que con casi 30 años tenía que vivir con sus padres pues no podía lograr independizarse. Y a tenor de los resultados extraídos de varios estudios europeos, razón no le faltaba. Resulta que en España se da una doble circunstancia: tenemos cada vez más habitantes viviendo solos (casi la mitad tienen más de 65 años) y contamos con una de las menores tasas de emancipación en Europa. En concreto y respecto a este punto, los menores de 29 años que viven con sus padres alcanzan el 52% y si tomamos a los habitantes entre 25 y 34 años, el porcentaje se coloca por encima de 33%. Con esos datos y cuando no se tiene otra opción que la de quedarse al amparo de los padres, ¿cómo voy a pensar en ahorrar?

La verdad es que este problema no es menor y no solo afecta a España. Si observamos el mercado norteamericano, que siempre me gusta estudiar por su importancia económica como mercado director, y en base a un estudio del Pew Research Center del año pasado, las cosas no son distintas y la cifra de hijos encadenados a los padres en edad cercana a los 30, es la mayor de los últimos 75 años. Es interesante ver que ningún grupo (tomando educación, región o género) ha permanecido inmune a este fenómeno.

placeholder Población con abuelos
Población con abuelos

Si lo extendemos al total de la población norteamericana, resulta que hoy suponen un 20% los que viven en un hogar multigeneracional, cuando en 1980 ese porcentaje era de sólo el 12%. Se considera en este caso el convivir dos generaciones adultas como pueden ser los padres y los hijos mayores de 18 años.

Asimismo, se está produciendo un hecho interesante por cuanto el número de personas que comparten un hogar, sin estar emocionalmente involucradas, no ha dejado de crecer en la última década. En 2017 unos 79 millones de adultos (31,9% de la población) vivían en una casa compartida, lo que significa un adulto extra que no forma parte del grupo de cabeza de familia o pareja, ni estudiantes entre 18 y 24 años.

Sin embargo y volviendo al tema del ahorro usando datos de Estados Unidos, este pasado ejercicio se produjo un efecto contradictorio. De un lado ha aumentado el número de personas con ahorros superiores a los 1000 dólares (43% frente al 31% de 2016) y de otro, cada vez son más los que no tienen nada ahorrado (39% frente al dato de 36% de 2016).

placeholder Ahorro
Ahorro

Así las cosas, resulta evidente que ahorrar no es tan fácil como la teoría nos dice y pese a insistir en la idea de que lo realmente importante no es la cantidad sino la tasa de ahorro, los datos muestran que cada vez más gente no está financieramente preparada para afrontar momentos complicados. En USA existe un 57% de población con menos de 1000 dólares ahorrados, se vive de nómina en nómina, con un incremento sustancial de la deuda asumida y encima, compartiendo piso. En España las cosas no son distintas y la tasa de ahorro se acerca al mínimo del 6% de la renta disponible, y un 38% de los hogares no tienen para imprevistos. Nos queda un largo camino si queremos revertir la situación y lograr un futuro mejor para todos. Es tarea asumible pese a que, mientras tanto, nos toque seguir viviendo con nuestros padres.

Cuando uno piensa en crear cierto patrimonio pensando en el futuro, esa capacidad debiera tener poco que ver con los ingresos y más con lograr una cierta tasa de ahorro asumible. La acumulación de riqueza así observada no es más que contar con cierta habilidad para ahorrar que todos, en teoría, podríamos llevar a cabo y cuyo control depende de cada uno. Desde el momento en que el importe de los gastos individuales no son los mismos y se necesitan más ingresos para afrontarlos, cada euro de ahorro tiene un valor diferente para cada persona, y puede constituir justo la diferencia entre crear patrimonio y no hacerlo.

El redactor recomienda