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El dinero huye de la bolsa
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Javier Molina

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El dinero huye de la bolsa

Hemos pasado de "hay que entrar en bolsa pues no tienes más opción para tus ahorros" a ver, en Estados Unidos, depósitos a plazo a 12 meses al 2,15%

Foto: Foto: Reuters.
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Cuando se intenta analizar el mercado o un título concreto, no se trata de intentar prever el futuro sino de ser capaz de analizar el presente para descubrir, en ese momento, si el activo en cuestión ofrece oportunidad o riesgo. Y ese análisis supone la base sobre la que se puede construir el éxito de la estrategia a desarrollar. Es por esto que estudiando hoy lo que tenemos entre manos, puede intuirse el cambio radical de fondo que se está desarrollando poco a poco, y el posible punto de inflexión en el que nos encontramos con respecto a las bolsas.

En primer lugar y como nota más significativa con respecto a lo sucedido en los últimos años, es que ya empieza a existir una alternativa para el inversor. Hemos pasado de “hay que entrar en bolsa pues no tienes más opción para tus ahorros” a ver en Estados Unidos, depósitos a plazo a 12 meses al 2,15%. Lo comentaba hace un mes en esta misma sección y, desde entonces, las cosas no han hecho más que mejorar para ese tipo de inversor. Marcus (de Goldman), Barclays o Capital One pagan ya un 2,10% a 1 año. Synchrony Bank llega al 2,15% a ese mismo plazo. Las letras del tesoro americano rentan ahora un 2,3% a 24 meses. Y mientras tanto, el dividendo medio del S&P 500 se queda ligeramente por debajo del 2%.

Como nota más significativa con respecto a lo sucedido en los últimos años, ya empieza a existir una alternativa para el inversor

En segundo lugar, el S&P 500 ya no es aquel activo sin riesgo que parecía ser hasta no hace mucho. Entre el 7 de noviembre de 2016 y el 1 de febrero de 2018, el S&P marcó el récord histórico de jornadas sin caídas superiores al 3% con 311 sesiones consecutivas. Poco después, se terminó con la racha de 404 jornadas de bolsa continuas sin descensos mayores al 5% y, 407 días donde el índice se encontraba por encima de la media móvil de 200 sesiones, el segundo período más largo de toda la serie histórica. Febrero de este año terminó también con el récord de 15 meses con rentabilidad positiva (mes a mes) del S&P desde 1928. En 2017 y respecto a los últimos 40 años, vimos la menor desviación estándar anualizada de los rendimientos de ese índice en niveles de 6,71%. Esta sucesión de buenos datos de comportamiento, había provocado que muchos inversores olvidasen el concepto de riesgo hasta que, de repente, despertaron con el también récord de incremento de volatilidad en una sola sesión y el cierre por altas pérdidas, de varios productos que apostaban a la continuación de ese período de “tranquilidad y ausencia de movimiento”.

Estos dos factores, aumento de tipos y de volatilidad, han provocado los primeros flujos importantes de dinero. El dinero huye de bolsa y empieza a entrar en fondos de deuda a corto plazo. Y esta es la diferencia relevante con respecto a momentos anteriores de caídas en el ciclo alcista actual. Ahora sí existen las primeras alternativas para evitar la depreciación total del dinero y no se aprovecha para “comprar más” o el famoso BTD ('buy the dip').

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En tercer lugar y desde el punto de vista de valoración, el mercado americano sigue estando caro. Es interesante ver el CAPE (PER cíclico ajustado) no como un punto de inflexión, pero sí como un indicador de la rentabilidad esperada futura y a una cotización de 31,6 veces los beneficios medios a 10 años, no parece que invertir en el S&P500 sea ahora mismo la más prometedora de las alternativas de inversión.

En este sentido y, desde un punto de vista histórico, si se producen mayores caídas del mercado: ¿qué se podría esperar? Si tomamos datos desde 1979 hasta 2017 (fuente 'factset') las caídas entre un 10% y un 20% se han dado en casi la mitad de los años ('drawdowns') y son consideradas como normales.

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Las correcciones ('drawdown') superiores al 30% se han producido en el 8% de los 40 años analizados. Y la probabilidad condicional de tener hasta un 30% de caída desde máximos, una vez superado el 10% de caída es del 14%.

Si acotamos el tiempo al período entre 1994 y 2018, podemos ver gráficamente para el Eurostoxx50 (VEURX) portfolio 1 y para el S&P (SPY) portfolio 2, la magnitud de esas caídas. Muy interesante es ver como Europa tiene mucho peor comportamiento que USA.

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Desde el punto de vista de rentabilidad, en el periodo de 40 años anterior es cierto que la rentabilidad bruta media es del 12,35% y aquí se incluyen las caídas comentadas. Si lo acotamos a los últimos 24 años, la distribución de rentabilidades es esta del gráfico.

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Así las cosas y a la vista de lo expuesto, cada uno debe analizar y utilizar la información para llevar a cabo la estrategia que más se adecue a su perfil de inversión. Parece evidente que las estrategias de largo plazo han dado, de media, rentabilidades positivas pese a los momentos de caídas experimentados. Otra cosa es saber cuál es la medida de ese plazo para cada uno de nosotros y, lo más importante, si se es capaz de cumplir con ese horizonte temporal. Por lo que al punto de inflexión respecta, los indicios son bastante claros con respecto a la pérdida de 'momentum' del mercado y la salida de dinero de riesgo. Semana interesante que puede deparar nueva información a analizar.

Cuando se intenta analizar el mercado o un título concreto, no se trata de intentar prever el futuro sino de ser capaz de analizar el presente para descubrir, en ese momento, si el activo en cuestión ofrece oportunidad o riesgo. Y ese análisis supone la base sobre la que se puede construir el éxito de la estrategia a desarrollar. Es por esto que estudiando hoy lo que tenemos entre manos, puede intuirse el cambio radical de fondo que se está desarrollando poco a poco, y el posible punto de inflexión en el que nos encontramos con respecto a las bolsas.

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