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Dios salve al Rey… porque al Reino Unido....
Hubo un tema en el que me hubiese gustado que la Reina "guiara" a su pueblo. Me refiero a la decisión más importante que el pueblo británico tomó en los últimos 50 años: permanecer o salirse de la Unión Europea
Debo ser sincero, esta semana tenía un trío de favoritas sobre las que escribir: Colonial, Merlin o incluso la controvertida Indra. Todas se encuentran a niveles lo suficientemente interesantes como para, al menos, ponernos 'a hacer los deberes'.
Sin embargo, tras el fallecimiento de la reina Isabel de Inglaterra, mi hijo me dijo: "Papá, esta semana, escribirás de la Reina, ¿no?". Yo argumenté que no había nada que yo pudiera decir que otros, más capaces que yo, no hubieran dicho ya, y que si tenía que elegir entre Isabeles me quedaba con la nuestra: Isabel La Católica.
Debo reconocer que alguien capaz de despachar con sus primeros ministros (saliente y entrante) 48 horas antes de morir, solo puede tener mi más sincero respeto y admiración, pero no me veo capaz de escribir nada que aporte valor sobre ella.
Dicho esto, sí hubo un tema en el que me hubiese gustado que la Reina "guiara" a su pueblo. Me refiero a la decisión más importante que el pueblo británico tomó en los últimos 50 años: permanecer o salirse de la Unión Europea. Sé que los reyes no deben posicionarse políticamente, pero una cosa es no recomendar votar a conservadores o laboristas y otra permanecer en silencio ante mentiras aberrantes que pueden desencadenar la mayor crisis económica jamás vista en el Reino Unido, al menos en los últimos 100 años.
Ese silencio me preocupó en su día, pues me hizo pensar que la Reina era secretamente una "brexiteer", lo cual no me sorprendería, puesto que el Brexit fue principalmente apoyado por las clases más altas y más bajas del Reino Unido. Ambas por intereses y razones muy distintas; los primeros basados en su "chovinismo" de superioridad Imperial y los últimos en la gran mentira de "Europa nos roba". Mis amigos Brexiteers tras los primeros meses argumentaban que dónde estaba la hecatombe, que la economía iba mejor que nunca, que su libertad no tenía precio…
En un principio, las razones de esta aparente mejoría económica eran evidentes: la debilidad de la Libra hacía a sus productos más baratos, fomentaba el turismo y alimentaba la inversión extranjera. Además, el periodo de transición permitía una "inmigración" de mano de obra barata constante, es decir, conseguía que la falta de elasticidad de su mercado laboral no tuviera aún consecuencias. Era el capítulo primero del libro de macroeconomía.
Ahora bien, 5 años después y un año desde que terminase el periodo de transición, el capítulo segundo se cumple punto por punto y la realidad es evidente, y es precisamente esa inelasticidad del mercado laboral la que se va a llevar a la economía inglesa por delante: la fruta está sin recoger, los Starbucks y similares se ven obligados a cerrar los domingos y la mitad de los restaurantes no tiene personal para atender a su clientela. Esos "europeos" jóvenes que venían a aprender inglés y hacían el trabajo que los locales no querían, es decir, no robaban a nadie, ya no están.
Pero esto no se limita al sector hostelería o a puestos de salarios bajos. Extiéndanlo a todos los sectores y se encontrarán con un grave problema: inflación de sueldos. Además, la debilidad de la libra hace aún menos interesante un trabajo en el Reino Unido para aquellos extranjeros con visa laboral, puesto que las remesas que envían a casa cada vez tienen menor valor. ¿Resultado? Más presión aún por parte la oferta.
Pasemos ahora a analizar, la inflación de productos. Si bien es cierto que las materias primas han subido en toda Europa, también lo es que Reino Unido es una isla y, por tanto, la creación de aranceles, aduanas y burocracia solo hace más difícil la entrega de productos e incrementa su precio final. Tras años de depender de la Unión Europa, muchas cadenas de supermercados se ven obligadas a buscar el producto local, puesto que encuentran dificultades para transportarlos desde Europa, lo que agrava el problema de inflación, a la vez que la probabilidad de un potencial desabastecimiento si no se pagan precios aún más altos.
La crisis energética solo empeora la ecuación. En mi opinión, tras ella solo está la intención de Putin de romper la Unión Europea (poniendo entre la espada y la pared a Alemania) y romper así también la OTAN. Gracias a Dios, Francia mantuvo sus centrales nucleares y España tiene un gaseoducto que, si Sánchez no se lo carga, sería capaz de suministrarnos todo el Gas necesario desde Argelia y, por tanto, desde España a toda Europa. ¿Cómo puede ser que nuestros políticos no vean una oportunidad tan grande de posicionarnos como la llave energética de Europa? Alemania, obviamente, apoya esta solución y Francia lo hará si ve que es la única manera de mantener a Europa unida. Por una vez, nosotros tenemos la sartén por el mango, pero me juego una cena que no haremos nada. Ya perdimos la oportunidad de convertir a España en el hub financiero europeo post Brexit y ese tren pasó por delante de nuestros políticos sin que apenas movieran un dedo. Eligieron la ideología, los prejuicios y la falta de visión a la creación de riqueza y puestos de trabajo de alto valor añadido.
Volviendo al Reino Unido, esta solución no va a ser para ellos, puesto que está claro que la Unión Europea no va a tomar ningún riesgo que pueda comprometer su suministro para facilitarles las cosas. Es decir, aumenta la probabilidad de mayor inflación de costes de producción.
Ante esta subida descontrolada de precios, el Banco de Inglaterra pretende responder elevando los tipos de interés, lo que, honestamente, no creo que vaya a tener éxito, puesto que el problema es la inelasticidad de la oferta, no un exceso de la demanda. La curva de tipos de la libra ya indica los niveles más elevados a dos y tres años de todas las economías de países desarrollados, posicionándose muy por encima del 4%. Teniendo en cuenta que la mayoría de las hipotecas en el Reino Unida son a tipo fijo renovable cada dos años, adivinen que es lo que va a pasar cuando la gente tenga que renovar su hipoteca y vea que no puede pagar esa cantidad mensual.
Con una amplia parte de la "riqueza" de la clase media inglesa ligada al mercado inmobiliario, no un "crash", sino una simple corrección de los precios, provocaría que la demanda agregada se restrinja, no solo debido a la inflación, sino al hecho de que se pondrá difícil hacer frente a la compra de los bienes más sencillos, metiendo a Reino Unido en una recesión de tamaño "desproporcionado".
Capitulo tercero del libro de Macroeconomía
¿Cómo pretende actuar el Gobierno? Claramente reduciendo los impuestos e intentando "imprimir más dinero". Puede ser que salve el match Ball de la recesión, pero, amigos míos, eso solo puede generar más inflación y hacer que el círculo vicioso se retroalimente, si no miren la reacción del mercado de renta fija al anuncio de limitación de precios energéticos: tipos al alza.
Mala solución veo para una economía que, salvo que lleve a cabo una profunda y larga reforma estructural, solo tiene una solución: volver a la Unión Europea con la cabeza gacha y pidiendo ayuda; y eso no lo veo muy probable conociendo el malentendido "orgullo" inglés.
En su día, Churchill hizo célebre la frase: "Nunca tantos debieron tanto a tan pocos". En este caso podríamos decir que nunca tan pocos debieron tantas explicaciones a tantos.
Debo ser sincero, esta semana tenía un trío de favoritas sobre las que escribir: Colonial, Merlin o incluso la controvertida Indra. Todas se encuentran a niveles lo suficientemente interesantes como para, al menos, ponernos 'a hacer los deberes'.
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