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Feliz Navidad, ¿ se repetirá la historia?
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Rodrigo Rodríguez

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Feliz Navidad, ¿ se repetirá la historia?

El mercado bursátil cierra un 2024 histórico, marcado por máximos récord en el S&P 500, la victoria de Donald Trump y movimientos sorprendentes como los dividendos de D’Ieteren y Elecnor

Foto: ibex 35. (EFE)
ibex 35. (EFE)

Es difícil creer que ya hemos llegado prácticamente a final de año, pero la realidad es que, aparte del potencial “Rally de Santa Claus”, que suele producirse desde el día 24 de diciembre hasta final de año, la próxima semana debería ser la última en la que veamos flujos importantes, especialmente por los reajustes en la composición de los distintos índices.

Ha sido un año histórico para la bolsa, un año que ha premiado el optimismo y, honestamente, el sentido común. Para muestra un botón: hasta el menos puesto sabía que Tesla y el Bitcoin eran los grandes beneficiados de la victoria de Trump y, sin embargo, ambos siguen atrayendo flujos más de un mes después. Esto quiere decir que o bien el posicionamiento no era suficiente, o que nos encontramos en los típicos animal spirits que dicen los ingleses, donde todo el mundo quiere subirse al barco al mismo tiempo. Mi tendencia natural es a ser, cuanto menos, escéptico, pero el escepticismo este año ha salido bastante caro.

Es un año algo frustrante y confuso, puesto que claramente el factor momento (que dio un pequeño susto a principios de esta semana) ha sido el gran vencedor y mi naturaleza “contrarían” suele evitar esas tendencias.

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Dicho esto, déjenme que les haga un resumen para aquellos que no sigan el mercado día a día o que tengan poca memoria:

El impulso positivo del mercado en el 2023 se trasladó rápidamente a 2024, con los “7 Magníficos” liderando el S&P 500 hasta alcanzar nuevos máximos históricos durante la primera mitad del año. Durante los primeros seis meses del año, todo se centró en la inversión en Inteligencia Artificial. A lo largo del año, los inversores activos expresaron de manera continua su frustración por la resistencia del mercado bursátil, especialmente a nivel del índice en general. Las caídas en el mercado fueron muy limitadas y de corta duración. Incluso la mayor caída no creó ningún tipo de consecuencias.

El 5 de agosto fue un día especialmente memorable ya que el índice japonés cerró con una caída del 12,4% (el peor día desde 1987), provocado por los decepcionantes datos de empleo de Estados Unidos y una fuerte subida del yen. Los inversores de todo el mundo deshicieron el "carry trade" de FX (tomar prestado en yenes para invertir en activos en otros países), creando la posibilidad de unas ventas masivas que al final no se produjeron. El VIX tocó los 65 puntos antes de la apertura del mercado y el S&P 500 se cayó un -3%, lo que lo convirtió en el peor día del año y dejó a los inversores muy nerviosos. Sin embargo, un giro inmediato de 180 grados del Banco Central Japonés (asustado por el movimiento) evitó que la sangre llegara al río.

Foto: Pantallas de cotización del Ibex en el Palacio de la Bolsa de Madrid. (EFE/A.Tejido)

Jay Powell y la Fed procedieron con un recorte de tipos de 50 puntos básicos en septiembre, al que acompañó otro recorte de 25 puntos básicos en noviembre, y probablemente haya un último recorte el 18 de diciembre por el mismo importe. Vale la pena señalar que la Fed ha recortado los tipos con los mercados de renta variable en máximos históricos en 20 ocasiones diferentes y en todas ellas el S&P subió un año después.

El 5 de noviembre, Donald Trump ganó cómodamente las elecciones y el VIX colapsó como resultado. El S&P 500 se fue por encima de los 6.000 puntos movido por el entusiasmo a posibles recortes de impuestos, la desregulación y un contexto más favorable para los negocios. La victoria de Trump pareció motivar a la comunidad minorista a volver a participar plenamente en el mercado de valores (evidenciado, como hemos mencionado, por Bitcoin y Tesla).

El S&P 500 ha tenido 57 cierres récord este año y lo que queda. Los únicos años con más máximos históricos son 1995 (77), 2021 (70), 1964 (65) y 2017 (62).

Las valoraciones son la principal preocupación para el mercado, con el S&P 500 cotizando a 22x (PER a futuro). Sin embargo, si algo hemos aprendido de este año es que las elevadas valoraciones por sí solas no romperán esta racha alcista; es necesario que empecemos a ver que las compañías reporten beneficios por debajo de las expectativas, que el crecimiento económico empiece a mostrar ciertas grietas o que la inflación no continúe su reciente tendencia deflacionista.

Si esto no cambia, parece que tendremos más de lo mismo en el 2025: momento, momento y momento.

Dicho esto, hay dos situaciones recientes que quiero traer a su atención, pues aunque no estoy seguro, creo que están relacionadas y que demuestran que este mercado sigue siendo ineficiente. Es el caso de la empresa belga D’Ieteren y la española Elecnor (a la que en su día dedicamos un artículo: Elecnor, cuestión de tiempo).

Ambas empresas pagan un dividendo especial desorbitado, en el caso de D’Ieteren 74€ y en el de Elecnor algo más de 6€, es decir, el 30% de su capitalización en ambos casos.

Pues bien, la belga pagó dicho dividendo el martes pasado y subió un 26% justo después de pagar dicho dividendo, recuperando gran parte de su valoración y demostrando que hay apetito por una estrategia tan simple y antigua como es la del dividendo.

El miércoles, Elecnor aprobaba en junta el dividendo a pagar este lunes 16 y, desde entonces, se disparaba un 10% en bolsa, con volúmenes 20 veces superiores a la media mensual. Esto es algo totalmente incomprensible, puesto que el pago de dicho dividendo se conoce desde hace semanas y solo lo justifica que los inversores crean que el valor recuperará mucho de este dividendo directamente el lunes, igual que lo hizo la compañía belga.

Si esto pasara, no duden en comprar OHLA, pues aunque sabemos ya todos los detalles del incremento de capital, me huelo que cuando se haga efectivo el valor se disparará, pues toda la incertidumbre habrá desaparecido.

Espero poder desearles unas felices fiestas la próxima semana, pero por si me surgiera algo inesperado, desde aquí les agradezco una vez más leerme semanalmente y les deseo una muy Feliz Navidad.

Es difícil creer que ya hemos llegado prácticamente a final de año, pero la realidad es que, aparte del potencial “Rally de Santa Claus”, que suele producirse desde el día 24 de diciembre hasta final de año, la próxima semana debería ser la última en la que veamos flujos importantes, especialmente por los reajustes en la composición de los distintos índices.

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