¿Por qué sube el petróleo, la gasolina... y los coches eléctricos?

Prepárense. No tardaremos mucho en ver comentarios que achaquen los precios del petróleo a la especulación, o, como decía irónicamente McCoy el martes, al lobby petrolero. Curioso, por cierto, que nadie parece rasgarse las vestiduras cuando el presidente Obama aprueba un paquete de medidas para perforar en aguas profundas en la costa de EEUU, el mismo paquete de medidas que propugnaba su oponente republicano John McCain en 2008. A éste lo acusaban de vendido al lobby petrolero. A Obama no. La vida es así.

Adam Sieminski, estratega de Deutsche Bank, alertaba hace poco del riesgo de que los precios del petróleo suban a triple digito y lleven a la economía de nuevo a la recesión. Mientras, algunos siguen propugnando la teoría de que los precios actuales están injustificados, puesto que los inventarios en EEUU están un 6.5% por encima de la media de los últimos cinco años, la OPEP exporta muy por encima de sus cuotas e Irak y Rusia producen más de 10 y 2 millones de barriles/día respectivamente, máximos de los últimos cuatro años.

Desde mi punto de vista, los precios no sólo están justificados por el incremento de demanda de los países emergentes, creciendo un 9%, y particularmente de China, que ya importa más de 4.8 millones de barriles al día, sino porque desde 2008 no incorporaban ninguna prima de riesgo geopolítico. Y esta prima empieza a incorporarse al precio.

Yo particularmente valoro que esta prima actualmente debería estar entre $8 y $10/barril, calculado como el coste de sustituir el 50% de la producción de Irán por producción de países no-OPEP. En las últimas semanas hemos visto terribles ataques terroristas en Pakistán, Rusia y parece que ha pasado desapercibido, el arresto de 120 terroristas en Arabia Saudí, que pretendían atacar pozos e instalaciones petroleras. Añadamos que China y Rusia parecen cercanos a llegar a un acuerdo con EEUU para imponer sanciones drásticas a Irán y parece razonable que los precios del crudo estén por encima de $85/barril. Pero para los agoreros que ven crisis por los precios del petróleo, conviene recordar que en dólares constantes el petróleo cotiza aun por debajo de los niveles de noviembre de 2007.

En este entorno, una de las preguntas que mas me hacen los lectores es por qué los precios de las gasolinas en España no se mueven a la baja cuando el petróleo cae pero si suben cuando lo hace el petróleo. Primero conviene aclarar que las gasolinas, en España, no han reflejado casi nunca las subidas de precios de crudo extremas. Espero que el grafico que les dejo les aclare a los lectores lo que realmente afecta al bolsillo del consumidor. Se llama impuestos. El elemento “colchón” con el que los estados de la OCDE recaudan más pase lo que pase.

Más de un 50% del precio que pagamos son impuestos. Y estos se han ido aumentando progresivamente en los pasados cuatro años. Con la subida del IVA y con la de 2,9 céntimos por litro del impuesto especial aplicada el año pasado, las gasolinas subieron 3,4 céntimos por litro, es decir, los impuestos fagocitan la posible mejora de los precios del crudo. Y las gasolineras trabajan con márgenes muy bajos, de  menos del 4,3%, con lo que no tienen capacidad para asumir el incremento constante de impuestos

Los carburantes tienen un tercer impuesto, que es el impuesto por venta minorista, que supone el 49,8% del precio final del gasóleo, frente al 55% en las gasolinas.

El grafico muestra cambios porcentuales en el periodo de mayor volatilidad del crudo, para ilustrar el efecto “colchón” mencionado, que impide bajadas más pronunciadas. Así, el precio antes de impuestos (PAI) fluctúa en línea con los precios del crudo, pero la curva de precio de venta al público se mantiene más firme debido al IVA e impuestos especiales. Los datos son oficiales. 

Y en esto nos proponen el coche eléctrico, que es un proyecto entretenido, como comentábamos en diciembre, pero desafortunadamente no va aliviar el sufrido bolsillo del contribuyente. Para empezar, un presupuesto de subvenciones de 590 millones de esos euros que nos sobran por doquier. Con ello se prevé la venta de 70.000 unidades hasta 2012. Es decir, un coste para el contribuyente de 8.400 euros por unidad para sufragar el equivalente a un 0.25% del parque automovilístico actual. Si, un 0.25%.

Por un lado, habrá que pensar en el coste de las baterías de ion de litio, que rondará en 2012 entre los €250 y €400/Kilowatio hora. Y por supuesto, es más que optimista pensar que el precio de la electricidad que suministre a esos vehículos va a ser barato, teniendo en cuenta que las tarifas tiene que subir entre un 4 y un 8% anual para cubrir los costes de energías tradicionales y renovables. Y los mismos impuestos, ya verán.  Eso sí, seremos un pelín más independientes energéticamente. Pobres, pero más independientes.