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Por qué los españoles ahorramos tan poco (y tan mal)
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Por qué los españoles ahorramos tan poco (y tan mal)

La tasa de ahorro en España está por debajo de la media europea. Un problema achacable al nivel de renta y a la cultura del carpe diem. Pero también a un exceso de confianza en el sistema de pensiones

Foto: Ahorros.
Ahorros.

No es un tópico: los españoles somos muy de vivir el momento. Más del estilo de la cigarra que del espíritu de la hormiga. Al menos, en lo que al dinero se refiere. Nuestra tasa de ahorro se sitúa muy por debajo de la media de nuestros vecinos europeos.

Según Eurostat, los españoles ahorramos un 7,6% de nuestros ingresos en 2022, frente a la media del 12,7% de la Unión Europea. Una tasa de ahorro muy distinta a la de las grandes potencias como Francia y Alemania, y más en línea con el resto de países PIGS, que es el cariñoso acrónimo con el que se conoce a Portugal, Italia, Grecia y España (tomando sus iniciales en inglés, que combinadas forman la palabra pigs, o cerdos).

El dato no es nuevo. La tasa de ahorro de las familias españolas (porcentaje de la renta disponible dedicada al ahorro) lleva más de veinte años situándose sistemáticamente por debajo de la media de la eurozona.

El comportamiento de los hogares presenta otra notoria característica: la volatilidad. Los europeos ahorran, de media, con una cierta constancia. En cambio, los españoles tendemos a aumentar o disminuir nuestro ahorro en función del contexto económico. Somos mucho más sensibles a los cambios de ciclo y las circunstancias de incertidumbre extrema, como fue la pandemia del covid-19.

Por ejemplo, en un contexto de elevada inflación, como el que se dio en 2022, la mayoría de los españoles declaraba que la subida de los precios había reducido su capacidad de ahorro.

¿Y por qué ahorramos tan poco y de forma tan inconstante? Hay muchas razones. Algunas son de índole económica, como la elevada tasa de desempleo, la menor renta disponible y el mayor nivel de endeudamiento, en relación con algunos comparables. En resumen, es difícil ahorrar cuando te cuesta llegar a fin de mes.

También influye la falta de educación financiera. En ese aspecto, los españoles tenemos un nivel de conocimientos inferior a la media del resto de países desarrollados. Brecha a la que ha contribuido, entre otras cosas, la fe ciega en el asesoramiento bancario. Pero no culpemos sólo a la sucursal de la esquina y veamos el resto de causas.

Los españoles tenemos un nivel de conocimientos inferior a la media del resto de países desarrollados

Otras razones son sociológicas, como la proverbial propensión al consumo y la cultura del carpe diem que caracterizan a un país mediterráneo. A vivir que son dos días… Sólo que no son dos días. Los españoles tenemos la mayor esperanza de vida de toda la Unión Europea.

Y esto nos lleva a una razón adicional: la confianza en el sistema público de pensiones. Somos conscientes de que envejecemos y queremos mantener nuestro nivel de vida cuando nos jubilemos. Pero no ahorramos porque confiamos en que el Estado será el que se encargue de todo.

Entre otras cosas, porque hasta ahora ha sido así. La tasa de reemplazo de las pensiones españolas, que es el porcentaje de ingresos actuales que recibirás cuando te jubiles, es del 89,2% en términos netos (descontado el pago de impuestos), frente a la media del 62,4% de los países de la OCDE.

En unos años confluirán tres factores: la caída de los nacimientos, el aumento de la esperanza de vida y la jubilación de los boomers

Con un sistema público de pensiones tan generoso, es lógico que nos hayamos preocupado poco por ahorrar para el largo plazo. Sin embargo, la sostenibilidad del sistema está en entredicho. En unos años confluirán tres factores: la caída de los nacimientos, el aumento de la esperanza de vida y la jubilación de los (baby) boomers.

En otras palabras, el número de cotizantes podría ser insuficiente para mantener al número de pensionistas. O para mantenerlos con el nivel de renta que ellos esperan.
En definitiva, los españoles ahorramos poco. El problema es que, como diría Ned Stark, se acerca el invierno. Y siento ser agorera, pero las cigarras que no hagan acopio de grano se pueden ver en problemas.

No es un tópico: los españoles somos muy de vivir el momento. Más del estilo de la cigarra que del espíritu de la hormiga. Al menos, en lo que al dinero se refiere. Nuestra tasa de ahorro se sitúa muy por debajo de la media de nuestros vecinos europeos.

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