Telón de Fondo
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En esto llegó Trump... Y con él, el dólar
El valor de una divisa se establece en función de la fortaleza de la economía subyacente. A mediados de 2014 con un euro se compraban 1,38 dólares. Ahora compra 1,06 dólares
En 2014 aposté por el dólar. Y fue bien. En 2015 repetí la apuesta y… ¡upps! A punto ha estado de ir mal. Tanto, que había perdido toda esperanza, como reconocía en un artículo reciente. Pero en eso llegó Trump y, con él, el dólar.
Los más “dólar optimistas” – entre los que me incluyo – decíamos que se llegaría a la par en la cotización dólar/euro. Reviso el programa del nuevo presidente de los EEUU y doblo la apuesta: en un plazo más amplio – uno o dos años – creo que se superará la par. A medio plazo, el dólar y la renta variable norteamericana son probablemente los activos que no pueden faltar en una cartera de valores.
Cuando digo que hay un parecido entre lo que ocurrió con Reagan me dicen que exagero. Buena señal. También exageraba cuando decía que el BCE acabaría comprando bonos corporativos, que el S&P 500 superaría repetidamente sus máximos históricos o que no era descabellado pensar que Trump podría ganar. Que te digan que exageras o ir contra el consenso suele dar últimamente muy buenos resultados. Bueno, aún diría más: lo de saber separarse del consenso siempre da buenos resultados.
Entre 1980 y 1985 el valor del dólar subió un 40% frente a la cesta de divisas estándar de uso comercial (la que se utiliza para establecer la cotización global del dólar). Vaya por delante que no creo que vaya a subir tanto durante la presidencia de Donald Trump. La situación no es extrapolable. Pero hay similitudes importantes, suficientes para una tendencia alcista a medio plazo.
La más importante es el 'efecto imán' de los tipos de interés. Un impulso de medio billón de dólares en infraestructuras y una bajada de impuestos como la que plantea Trump – aunque sólo fuera la mitad ya sería mucho – va a incrementar el nivel de inflación en EEUU en paralelo al incremento del PIB y los salarios. Y eso significa subida de los tipos de interés. Los tipos de interés son el precio del dinero, y el dinero va allí donde mejor se paga. Los depósitos en dólares serán cada vez más atractivos frente a los depósitos europeos y eso atraerá dinero hacia el dólar. Si se leen el programa de Trump, el objetivo es que el PIB crezca a un ritmo del 6% anual. No llegará a tanto, pero aunque se quedara en un 4% ya sería un cambio importante. Para que se hagan una idea, es lo que crecíamos en España en la época de las vacas gordas. Y obviamente, se hablaba de inflación, no de deflación como ahora.
Luego está la teoría económica. La pongo en segundo lugar porque como herramienta de predicción en temas de mercado de divisas falla más que una escopeta de feria. Pero la situación es tan de libro que no podemos ignorarla. La teoría dice que el valor de una divisa se establece en función de la fortaleza de la economía subyacente a esa divisa. A mediados de 2014 con un euro se compraban 1,38 dólares. Ahora un euro compra 1,06 dólares. Hasta ahora la teoría ha funcionado: la economía norteamericana ha ido mejor que la de la eurozona en el periodo. Su PIB ha crecido más. Tampoco ha sido para tirar cohetes, pero es que en dicho periodo el conjunto de la eurozona ha estado o bien en recesión, o bien estancada, dependiendo del año. Si Europa sigue tacita a tacita y EEUU creciera al 4% la divergencia sería de libro, y de libro sería la subida del dólar frente al euro.
Y, finalmente, la política. La política es un factor importante en la cotización de las divisas. Por eso hay divisas refugio, como el franco suizo. Y la política va a dar quebraderos de cabeza al euro. No es ya sólo Italia y su referéndum (¿porque esta manía de los políticos europeos de hacer referéndums para perderlos?). Son también las elecciones francesas, y luego las alemanas, por no hablar de la posible llegada al poder de partidos extremistas y anti euro en Austria u Holanda.
La política es un factor importante en la cotización de las divisas. Por eso hay divisas refugio
El dinero es miedoso, porque cuesta mucho ganarlo. Yo veo una galería de fotos de Le Pen, Pablo Iglesias, Beppe Grillo o Hofer y no me importa tener parte de mi patrimonio en dólares y francos suizos. A ver como cotiza el dólar/euro a lo largo de los próximos acontecimientos políticos europeos.
Flujos financieros, teoría económica y miedo. Es una combinación muy potente para la evolución futura de un activo financiero. Yo la tendría en cuenta. En cuanto al cuando comprar, creo que el análisis técnico funciona muy bien para el “timing” de compra o venta de divisas, lo que significa que la ruptura del nivel de 1,05 en el tipo de cambio euro/dólar sería una buena señal de compra para quienes no lo hayan hecho ya.
En 2014 aposté por el dólar. Y fue bien. En 2015 repetí la apuesta y… ¡upps! A punto ha estado de ir mal. Tanto, que había perdido toda esperanza, como reconocía en un artículo reciente. Pero en eso llegó Trump y, con él, el dólar.
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