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Cuál podría ser el verdadero valor intrínseco del bitcoin
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Víctor Alvargonzález

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Cuál podría ser el verdadero valor intrínseco del bitcoin

Si va estableciéndose como divisa de uso habitual y, en paralelo, se establecen ciertas reglas de juego para evitar escándalos como los de FTX y Binance, cada vez será más divisa y menos ficha de casino

Foto: Criptomoneda. (Pixabay)
Criptomoneda. (Pixabay)

El bitcoin siempre me ha parecido una gran idea. El problema es que ha caído en las manos equivocadas. Concretamente en las de intermediarios con pocos escrúpulos, que lo han convertido en una ficha de casino. Tampoco ayuda que se haya convertido en la moneda preferida para operaciones de dudosa legalidad.

Pero eso irá cambiando. Si va estableciéndose como divisa de uso habitual y, en paralelo, se establecen ciertas reglas de juego para evitar escándalos como los de FTX y Binance, cada vez será más divisa y menos ficha de casino. Y regular no significa depender del Banco Central, significa protección legal para el usuario.

La volatilidad del bitcoin es el principal obstáculo para que se convierta en moneda de uso habitual. ¿Cómo va a ser divisa de uso corriente algo que puede subir o bajar un 30 % de una semana para otra? Imagínense que venden Uds. un coche y cobran en bitcoins y a las dos semanas lo que han cobrado vale un 30 % menos. Y viceversa: pagan con bitcoins y dos semanas después el bitcoin vale un 30% más, mientras que su coche vale lo mismo o menos. Vaya negocio.

En cuanto al uso como dinero negro, también va relacionado con lo anterior. Pero en la medida en que se vaya extendiendo su uso como dinero legal, cada vez será menos significativo el peso que tenga su uso como dinero negro. También se usan dólares como dinero negro, pero es un porcentaje muy pequeño del uso total, lo que evita la estigmatización.

Foto: Dos personas compran bitcoins en un evento. (Getty/Marco Bello)
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No es seguro que el bitcoin consiga abandonar el olor a casino, pero, teniendo en cuenta sus grandes ventajas, es lo más probable. Evita los abusos de los bancos a la hora de cobrar comisiones y, al ser digital, es en un instrumento de pago muy rápido y efectivo. Esto podría convertirlo en moneda de cambio preferida en el mundo digital, aunque eso está por ver. Además, es perfecto para poder ahorrar en países donde no hay seguridad jurídica y/o bancaria, que no son pocos.

El valor como divisa y medio de pago es, en mayor o menor medida, evidente. Pero ¿cuál es el valor como activo financiero? Porque ahí es donde surgen las dudas de gente como Warren Buffett o Charlie Munger. ¿Dónde está el valor del bitcoin si se compara con el de una empresa que era una facturación por la venta bienes o servicios? ¿O con un bono que paga unos intereses? ¿Cuál es el valor intrínseco del bitcoin? Esa es la pregunta clave. Porque si no hay un valor intrínseco ¿cómo se puede valorar el bitcoin, salvo por análisis técnico (oferta/demanda)?

En mi opinión el problema de la valoración no se ha enfocado correctamente. El bitcoin debe valorarse por su utilidad, no como una empresa o un bono.

En primer lugar, creo que su mayor utilidad y, por lo tanto, valor están en que sirve de protección frente a los excesos de los políticos y sus excesos a la hora de emitir deuda. Y eso, en los tiempos que corren, puede llegar a suponer un valor muy importante, como protección y como inversión.

En segundo lugar, sirve como termómetro del apetito de riesgo de los inversores. Y esto también puede llegar a ser muy útil. Y muy rentable.

Antes de profundizar en lo anterior, conviene aclarar que, por el momento, el bitcoin no ha demostrado ser independiente de lo que hagan los bancos centrales. Más bien al contrario: su mayor desplome coincidió con el cambio de política monetaria de la Reserva de los EEUU en 2022. Y su recuperación ha coincidido con la pausa en la subida de tipos, primero, y la esperanza de que bajen, después. Como casi cualquier acción o bono que cotice ahora mismo en los mercados.

No podemos ni debemos descartar la posibilidad de que el bitcoin actúe como refugio en el futuro frente a los excesos de los bancos centrales

No podemos ni debemos descartar la posibilidad de que el bitcoin actúe como refugio en el futuro frente a los excesos de los bancos centrales, pero, de momento, también depende de la Fed. Por el contrario, y aunque todavía no se haya podido demostrar, tiene muchas probabilidades de servir como refugio en caso de crisis de deuda.

Me habrán escuchado decir en muchas ocasiones que, aunque no vaya a ser mañana y que probablemente tarde tiempo, si los políticos siguen arreglando todos los problemas a base de gastar y emitir deuda para financiar esos gastos, la próxima crisis será de deuda. De pérdida de confianza en el valor de la deuda emitida. Por eso en Nextep no nos cansamos de investigar cuáles pueden ser los activos más recomendables para proteger el patrimonio de nuestros clientes cuando eso ocurra.

Antiguamente, servían el dólar y los bonos del Estado USA, pero teniendo en cuenta que uno de los protagonistas del desmadre de gasto es precisamente EEUU (deuda actual de 33,5 billones, déficit del 7 % del PIB), no parece que en esta ocasión sirvan ni el dólar ni los bonos de este país. Por el contrario, el bitcoin tiene muchas probabilidades de convertirse en ese refugio. Y de que quien lo vea venir gane mucho dinero invirtiendo en protección.

El bitcoin permite ganar mucho más que con otros activos cuando hay apetito por el riesgo y perderlo cuando disminuye

Otro valor demostrado hasta la fecha del bitcoin es que funciona como termómetro del apetito de riesgo de los inversores. Y como termómetro que es, baja y sube de temperatura. Y todo lo que baja y sube es susceptible de especulación.

El bitcoin permite ganar mucho más que con otros activos cuando hay apetito por el riesgo y perderlo cuando disminuye. La labor del asesor financiero, como es nuestro caso, no es juzgar, sino sacar para sus clientes el mayor partido posible del comportamiento, muchas veces irracional, de los inversores. Si los inversores deciden entrar en fase de ludopatía, hay que aprovecharlo (siempre y cuando el asesor no se contagie de la ludopatía y sepa recomendar vender a tiempo).

Lo de que caiga cae con más fuerza que el resto de activos abre la puerta a que se convierta en un magnífico candidato para ponerse corto, es decir, apostar contra el valor del bitcoin cuando uno piense que se va a dar el trastazo. Ponerse corto en bitcoins cuando la euforia irracional que hemos visto que es capaz de generar se dispare puede ser muy rentable.

Foto: Ilustración del bitcoin. (Reuters/Dado Ruvic)

También puede valorarse en función de la demanda, teniendo en cuenta que no se pueden emitir más bitcoins de los que hay. Por ejemplo, si se convierte en la divisa preferida del mundo digital, habrá mayor demanda. Aunque para que se convierta en divisa digital de preferencia debería de bajar su volatilidad (ver ejemplo anterior del coche)

Estamos deseando que el bitcoin juegue con las mismas reglas que el resto de activos y que así tengan la misma protección sus inversores. Y que se creen instrumentos de inversión eficientes con costes razonables y transparentes (que en eso ha habido y hay mucho abuso). Entendemos que el ETF (fondo cotizado) es, en principio, la mejor opción.

Estaremos encantados de contar con otro activo que nos permita protegernos de los excesos de gasto de los políticos, que cada vez nos preocupan más. Y que pueda ser útil para los inversores a los que les guste el riesgo con mayúsculas. Y tener una divisa más con la que podamos trabajar en función de su demanda real, en este caso en el comercio digital.

El bitcoin siempre me ha parecido una gran idea. El problema es que ha caído en las manos equivocadas. Concretamente en las de intermediarios con pocos escrúpulos, que lo han convertido en una ficha de casino. Tampoco ayuda que se haya convertido en la moneda preferida para operaciones de dudosa legalidad.

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