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En fondos de inversión, busque la fruta de temporada
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Víctor Alvargonzález

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En fondos de inversión, busque la fruta de temporada

Por algún motivo, en el mundo de la inversión se generan muchas pasiones. Pero es lo peor que te puede ocurrir si vas a invertir

Foto:  La Bolsa española. (EFE/Ballesteros)
La Bolsa española. (EFE/Ballesteros)

Un empresario le dijo una vez a mi abuelo que no te podías enamorar de un negocio. Yo creo que eso se puede trasladar a los fondos de inversión. Mucha gente se "enamoró" del estilo de gestión "de valor" y, salvo un pequeño respiro en 2022, ese enamoramiento ha generado mucha frustración en los últimos años. Como veremos a continuación, en fondos de inversión es mejor la poligamia.

Por algún motivo, en el mundo de la inversión se generan muchas pasiones. Pero es lo peor que te puede ocurrir si vas a invertir. No confundir con la intuición, que es algo vital y muy recomendable.

La crisis inmobiliaria y financiera de 2009 generó una oportunidad increíble para los gestores que basan su forma de elegir acciones en la valoración de las empresas. Gestores que no miran mucho las expectativas de crecimiento o el nivel de innovación empresarial, sino que se fijan en el valor en libros del negocio comparado con su cotización, el PER, los dividendos, etc.. Lógicamente, después de una crisis bursátil como la de 2009, las valoraciones basadas en esos factores resultan extraordinariamente atractivas.

Además, cuando las cosas se van tranquilizando y suben las bolsas esos valores son los primeros en reaccionar. Después de una crisis la gente prefiere comprar valores sólidos antes que valores con grandes expectativas de crecimiento. El gato escaldado del agua fría huye. La vuelta a un valor razonable es muy rápida, puesto que solo se trata de volver a los múltiplos de valoración anteriores. No hay que hacer grandes predicciones sobre ventas en una empresa de servicios públicos o en un negocio muy consolidado con un mercado cautivo, por poner un par de ejemplos.

El problema es que, una vez que esas acciones han vuelto a su valoración razonable, no queda mucho más que ganar

El problema es que, una vez que esas acciones han vuelto a su valoración razonable, no queda mucho más que ganar. No sacan productos especialmente innovadores, ni una nueva tecnología o descubren un nuevo mercado. En otras palabras, no hay grandes expectativas de que esos ingresos tan seguros sean también crecientes.

En el otro lado están los gestores que basan sus decisiones en el crecimiento, que también pasan épocas difíciles. Por ejemplo en 2022, cuando se dispararon al alza los tipos de interés. Los valores con grandes expectativas de crecimiento necesitan grandes inyecciones de financiación y sufren con el encarecimiento del crédito (subida de los tipos de interés). Ahora bien, cuando desaparece ese problema y además se reactiva una revolución industrial como es la revolución digital - recientemente por la expectativa de introducir la inteligencia artificial generativa en el mundo empresarial -, esos valores vuelven a subir. Y, en muchos casos, el margen de subida es tan alto como su expectativa de crecimiento. Que es lo que ha pasado en 2023.

La conclusión es tan sencilla que sonroja ver las discusiones que se producen entre quienes son favorables al estilo de gestión "de valor" ("value") y los que defienden con uñas y dientes el estilo "de crecimiento" ("gowth"). La respuesta es que ninguno de los dos está equivocado. Es, sencillamente, que hay un estilo de gestión para cada temporada.

Los mercados financieros son eso, mercados, y en el fondo se parecen a los mercados más primarios y primigenios. No queda "supercool" decirlo, pero es la realidad. Y, al igual que hay frutas de temporada, en los mercados financieros hay estilos de gestión "de temporada".

Cuando suben los tipos de interés - o el precio de las materias primas -, lo que funciona son los fondos que tienden a invertir en valores a los que les viene bien la subida de tipos o del precio de las materias primas, como ocurrió en 2022. Y esos están más en el radar de los gestores "de valor".

Esos gestores tienen muy poca capacidad cuando se trata de localizar a los primeros beneficiarios de la llegada de una innovación tecnológica

Por el contrario, esos gestores tienen muy poca capacidad cuando se trata de localizar a los primeros beneficiarios de la llegada de una innovación tecnológica o un nuevo mercado. Un conocido gestor de valor declaró que no entendía cuál era el negocio de Google. El mismo que lo hizo extraordinariamente bien en los años posteriores a la crisis financiera. A cada entorno, un estilo de gestión.

Porque igual que hay entornos para el "value", hay épocas en las que las condiciones financieras son extremadamente favorables o se producen innovaciones tecnológicas que incrementan la capacidad de crecimiento de las empresas innovadoras. Y con esa “fruta” trabajan mejor los gestores “de crecimiento”.

Otra forma de entenderlo: ¿Qué es mejor, un Lamborghini último modelo o un pequeño Suzuki todoterreno? Pues depende. Si vas a viajar por una autopista alemana - de esas que casi no tienen limitación de velocidad -, es mucho mejor el Lamborghini. Pero si vas a ir por un camino forestal, mucho mejor el Suzuki.

Foto: Una inversión a futuro. (iStock) Opinión
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Esto, que es de puro sentido común, les cuesta mucho entenderlo a muchos analistas de fondos, pero es importantísimo de cara a la rentabilidad. Elegir al gestor con el estilo de inversión adecuado para cada temporada supone casi siempre diferencias de dos dígitos anuales. Es mucho más importante elegir el estilo de gestión adecuado que volverse loco tratando de encontrar a un gestor que supere al índice de referencia.

Además, elegir estilos de gestión es más fácil, porque solo hay que acertar en la balanza del tipo de factores que tienen más probabilidades de ser determinantes en cada situación de mercado, no elegir entre miles de gestores que en el fondo son todos muy parecidos.

Un empresario le dijo una vez a mi abuelo que no te podías enamorar de un negocio. Yo creo que eso se puede trasladar a los fondos de inversión. Mucha gente se "enamoró" del estilo de gestión "de valor" y, salvo un pequeño respiro en 2022, ese enamoramiento ha generado mucha frustración en los últimos años. Como veremos a continuación, en fondos de inversión es mejor la poligamia.

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