Es noticia
Yo sí me he leído el programa económico de Alternativa por Alemania
  1. Mercados
  2. Telón de Fondo
Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

Por

Yo sí me he leído el programa económico de Alternativa por Alemania

Desde un punto de vista exclusivamente bursátil, es el sueño de una noche de verano para el inversor. Sólo hay un “pequeño” inconveniente: a día de hoy, sigue figurando su preferencia por abandonar el euro

Foto: Carteles de campaña electoral de Alternativa para Alemania en Berlín. (EFE/Filip Singer)
Carteles de campaña electoral de Alternativa para Alemania en Berlín. (EFE/Filip Singer)

¿Se puede hablar de las elecciones alemanas, desde un punto de vista puramente económico, sin que te acusen de fascista? Es un riesgo que habrá que correr, porque lo que ocurra en estas elecciones puede marcar el destino de la economía europea y de las bolsas de la Eurozona. De entrada, conviene aclarar que las posibilidades de que gobierne la extrema derecha alemana son casi inexistentes. Y no porque no vayan a subir muchísimo en votos, que lo van a hacer, sino porque todavía no tienen suficientes para superar el “cordón sanitario” de la llamada “alianza semáforo”, formada por los verdes, los socialistas y la derecha tradicional.

Pero lo que es casi seguro es que gobernará la derecha, la CDU, dado el tremendo desprestigio de los otros dos partidos del cordón, que la apoyarán sin problemas (no están para mucha negociación). Y lo que tampoco es imposible es que los políticos de la CDU sean conscientes de que, de cara al futuro, quien les puede quitar el sillón es el partido a su derecha. Y que mucho de ese resurgimiento tiene que ver con el programa económico de este partido. En otras palabras, la CDU puede inclinarse a gobernar con un programa tipo Angela Merkel o tomar buena nota de la política económica “conservadora libertaria” que propone la líder de alternativa por Alemania. No, no se me rasguen las vestiduras, no me lo invento, ni me he vuelto fascista, simplemente se lo he escuchado decir así a su líder, Alice Weidel, en la entrevista con Elon Musk. Y coincide con su programa, que también me he leído (además de escuchar la entrevista).

Así que, a riesgo de ser calificado de fascista, diré que de la lectura de dicho programa se deduce que se parece más al de Milei en Argentina que al de Angela Merkel cuando gobernaba. Propone fuertes bajadas de impuestos, reducción de la burocracia, apoyo a las empresas y a los autónomos, energía barata - volviendo a la nuclear y reabriendo el suministro de gas desde Rusia -, menos gasto público, etc. Desde un punto de vista exclusivamente bursátil, es el sueño de una noche de verano para el inversor. Sólo hay un “pequeño” inconveniente: a día de hoy, sigue figurando su preferencia por abandonar el euro. Y, que yo sepa, nadie del partido ha negado ese deseo. De hecho, es llamativo que la señora Weidel, la cara más moderada del partido, tampoco se preocupa de aclararlo en la entrevista con Musk. Y bien que se preocupa de aclarar que no son nazis y que Hitler era nacional socialista, y que por lo tanto tenía una política económica socialista.

En cualquier caso, no hay por qué preocuparse de que la señora Weidel consiga votos suficientes para gobernar. Al menos con las encuestas actuales, el cordón sanitario del semáforo lo impediría. Por el contrario, podría ocurrir que la CDU se planteará tomar nota de que esa política económica ha sido parte de su éxito entre los votantes de derecha, y que, si muchos no la han votado, ha sido más por motivos ideológicos – en sus filas hay muchos sospechosos de ser más nacional socialistas que “conservadores libertarios” – o por plantearse la salida del euro (la extrema derecha no acaba de aprender la lección de olvidarse del tema del euro).

Foto: Foto de archivo de Elon Musk. (Reuters/Allison Robbert)

¿A qué quiero llegar con todo lo anterior? Pues a que, si la CDU se convierte en el partido hegemónico y sus dirigentes toman buena nota del programa económico de Alternativa por Alemania - olvidándose de la posición anti euro - si deciden incorporar bajadas de impuestos, reducción de la burocracia o admitir que en Alemania no hace el mismo sol que en España ni hay espacio para todos los molinos de viento que necesitarían para prescindir del carbón o la energía nuclear, podría gobernar la economía europea más importante un partido que puede darle la vuelta a la situación económica no sólo en Alemania, si no, por influencia y contagio, a toda Europa.

Yo siempre he dicho que los europeos no somos más tontos que los norteamericanos, sino que tenemos políticos incluso peores. Probablemente seamos menos emprendedores, pero aun así tenemos grandes empresarios, grandes innovadores y grandes investigadores. La diferencia es que allí los cuidan y aquí no. Europa es un diamante en bruto esperando a ser pulido. Solo hace falta un cambio político, que rompa el traje de cemento armado en el que los políticos europeos han envuelto la economía europea. Si esto ocurriera, coincidiría, además, con una valoración históricamente baja de las empresas europeas cotizadas, precisamente por las pocas expectativas de futuro económico a la que los políticos actuales han condenado a la Eurozona.

Evidentemente, si la CDU quisiera volver al modelo económico de Angela Merkel o a la planificación estatal cargada de burocracia de Úrsula Von der Leyen, el resultado sería el opuesto. Así que las elecciones alemanas son un punto de no retorno para Europa en ambos sentidos, tanto para despegar como para hundirse definitivamente.

¿Se puede hablar de las elecciones alemanas, desde un punto de vista puramente económico, sin que te acusen de fascista? Es un riesgo que habrá que correr, porque lo que ocurra en estas elecciones puede marcar el destino de la economía europea y de las bolsas de la Eurozona. De entrada, conviene aclarar que las posibilidades de que gobierne la extrema derecha alemana son casi inexistentes. Y no porque no vayan a subir muchísimo en votos, que lo van a hacer, sino porque todavía no tienen suficientes para superar el “cordón sanitario” de la llamada “alianza semáforo”, formada por los verdes, los socialistas y la derecha tradicional.

Elecciones Alemania Alternativa para Alemania Noticias de Alemania
El redactor recomienda