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Los depósitos no asegurados y la fragilidad de los sistemas bancarios
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Los depósitos no asegurados y la fragilidad de los sistemas bancarios

La actual situación del sector bancario ha sacado a la luz el riesgo de liquidez asociado con los depósitos no asegurados

Foto: Foto: iStock.
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La actual situación del sector bancario ha puesto de manifiesto el riesgo de liquidez asociado con los depósitos no asegurados, dado que este tipo de depositantes reaccionan más rápido ante situaciones de inestabilidad financiera. Si en lugar del nivel de depósitos no asegurados por banco lo analizáramos por país, podríamos estimar la fragilidad del sistema bancario o la exposición al riesgo de liquidez.

Los países pequeños suelen tener sistemas bancarios con elevadas proporciones de depósitos no asegurados. Por ejemplo, en la Unión Europea, tenemos que Luxemburgo tiene un nivel de depósitos asegurados de 38 mil millones de euros, a 31 de diciembre de 2021, frente a un nivel total de depósitos de 386 mil millones de euros, es decir, el 90,15% no está asegurado (el nivel de depósitos bancarios sobre PIB es del 437,2%, el nivel más alto del mundo). Andorra no reporta a la EBA el nivel de depósitos asegurados con lo que no se puede saber con exactitud el nivel de depósitos no asegurados, pero hemos de tener en cuenta que el límite máximo (artículo 20 Ley 20/2018) del Fondo de Garantía de depósitos (FAGADI) es de 200 millones de euros y el nivel de depósitos del sistema bancario andorrano es de 11.728 millones de euros, a 31 de diciembre de 2021, y además, el FMI, en el análisis del país que realizó en junio de 2022 estableció como una vulnerabilidad, entre otras, la excesiva dependencia del sistema bancario en depósitos extranjeros no asegurados.

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Por otra parte, fuera de la Unión Europea, tenemos a Suiza donde el nivel de depósitos asegurados asciende a 489 mil millones de francos suizos, a 31 de diciembre de 2020, frente a un total de 1,68 billones de depósitos, en consecuencia, el 70,87% de depósitos no está asegurado. En Liechtenstein el nivel de depósitos asegurados asciende a 5 mil millones de francos suizos frente a un total de depósitos de 48 mil millones, o sea, el 89,58% de los depósitos no están asegurados. Estos son cuatro ejemplos de países pequeños donde el sistema bancario es frágil en términos de riesgo de liquidez. Si lo comparamos con España, tenemos que nuestro país tiene un nivel de depósitos asegurados de 857 mil millones de euros, a 31 de diciembre de 2021, frente a un total de depósitos de 1,6 billones de euros, por tanto, sólo el 46,44% de los depósitos no están asegurados, lo que supone una mayor estabilidad y menos riesgo de liquidez del sistema en general.

Por otra parte, en relación con los depósitos asegurados en la Unión Europea tenemos que tener en cuenta que los recursos constituidos que tiene cada Fondo de Garantía de Depósitos es diferente y aunque el objetivo para los países de la Unión Europea es alcanzar el 0,8% del total de depósitos cubiertos, hay países que ya tienen cifras superiores y además, algunos se han marcado para el futuro un objetivo de un 0,8% adicional. Luxemburgo supera el 1% y se ha fijado llegar al 1,6%. Según la Asociación Internacional de Aseguradores de Depósitos (IADI), el Fondo de Garantía de Depósitos debería estar diseñado con el objetivo de participar en la resolución bancaria y satisfacer el pago derivado de la caída de un buen número de bancos pequeños o varios bancos de tamaño medio, dependiendo del tamaño y la composición del sector bancario. Si tenemos en cuenta la consolidación del sector bancario realizada en la Unión Europa el objetivo del 0,8% no es suficiente y el informe realizado por el FMI en el 2022 señala que las líneas de crédito de los Gobiernos ni los préstamos entre Fondos de Garantías de Depósitos nacionales no están totalmente operativos. No obstante, parece razonable pensar que en caso de necesidad se tomarían decisiones rápidas, y más, teniendo en cuenta que, el Fondo de Garantía de Depósitos Europeo constituye el tercer pilar de la Unión Bancaria y existe un consenso sobre su necesidad.

Foto: Sucursal de Credit Suisse. (Reuters/Arnd Wiegmann)

Aun así, conviene recordar que en el caso de Andorra el límite máximo es de 200 millones de euros como se ha explicado anteriormente. En Luxemburgo el artículo 178.(10) de la Ley de 18 de diciembre de 2015 establece que ni el Estado ni la Comisión de Supervisión del Sector Financiero garantizaran los depósitos.

En cuanto a países que no pertenecen a la Unión Europea, en Suiza, en la actualidad, el Fondo de Garantía de depósitos (esisuisse) cubriría un máximo de 6.000 millones de francos suizos con el objetivo de que a 1 de diciembre de 2023 se llegue a 8.000 millones. El FMI en la evaluación del sector bancario de este país que realizó en el año 2019 advirtió que el sistema de garantía de depósitos de Suiza no cumplía con los principios fundamentales establecidos por IADI y que debería estar respaldado por el Gobierno Suizo. No obstante, cabe mencionar que Andorra, Luxemburgo y Suiza se han marcado el objetivo de que el Fondo de Garantía de Depósitos alcance el 1,6% de los depósitos cubiertos.

Un caso particular, lo tenemos en las islas autónomas Guernsey, Jersey y la Isla de Man que forman parte de las Dependencias de la Corona Británica. El Fondo de Garantía de Depósitos de Guernsey, y de igual manera el de Jersey, establecen un máximo de 100 millones de libras esterlinas para las compensaciones que se produzcan durante 5 años. El Esquema de Garantía de la Isla de Man explica que en el caso de la caída de un gran banco o, en una crisis sistémica, sería improbable que el fondo pudiera devolver toda la cantidad cubierta a su debido tiempo.

El Fondo de Garantía de Depósitos de Guernsey establece un máximo de 100 millones de libras para las compensaciones que se produzcan en 5 años

Esto último es precisamente lo que pasó en el caso de la caída del sistema bancario en Islandia en la crisis financiera del año 2008. Landsbanki Íslands hf (Landsbanki) tenía oficinas en Holanda y Reino Unido y optó en mayo de 2008 por asegurar a sus depositantes en Holanda y Reino Unido también la diferencia entre lo que cubría el Fondo de Garantía de Depósitos islandés y el holandés y lo mismo para el caso del Reino Unido. El 3 de octubre de 2008 la Autoridad de Supervisión Financiera (FSA) británica congeló los activos de Landsbanki en la oficina de Londres. El 6 de octubre de 2008 los depositantes de las oficinas del Reino Unido y Holanda perdieron el acceso a sus depósitos. El banco colapsó el día siguiente. A finales del año 2008, los Fondos de Garantía de Depósitos del Reino Unido y Holanda devolvieron los depósitos a sus ciudadanos. En marzo de 2009 ya habían colapsado el 93% de los bancos comerciales de Islandia.

El Reino Unido y Holanda demandaron al Estado Islandés y le reclamaron la parte asegurada por su Fondo de Garantía de Depósitos que para el caso británico ascendía a unos 2.700 millones de euros y para el caso holandés a unos 1.300 millones de euros. Islandia negoció su posible pago mediante dos préstamos, pero el Presidente del país decidió que al ser una deuda que iba a afectar a todos los ciudadanos (unos 12.577 euros más intereses por persona) se debía celebrar un referéndum el 6 de marzo de 2010. Los islandeses decidieron que no se debía asumir esa deuda, 134.392 votos en contra de un total de 144.231, en consecuencia, un 93,18%. Se siguió negociando y hubo un segundo referéndum el 9 de abril de 2011 que fue rechazado por el 59,77% de los votantes. El caso se llevó a la corte de la EFTA (formada por Islandia, Liechtenstein y Noruega). El 28 de enero de 2013 la EFTA (caso E-16/11) sentenció que ni el Estado ni las Autoridades competentes están obligados a asegurar la devolución de los depósitos en el caso de que el Fondo de Garantía de Depósitos no tenga fondos suficientes en el caso de una crisis sistémica. Sin embargo, en enero de 2016 finalizó la liquidación de Landsbanki y se pudo devolver todo a los Fondos de Garantía de Depósitos británico y holandés.

Foto: Deutsche Bank. (EFE/Armando Babani)

En consecuencia, de acuerdo con lo anterior, también hay que tener en cuenta que los depósitos asegurados de países pequeños también podrían contribuir a la fragilidad del sistema bancario en la medida de que no gocen de los principios fundamentales del IADI y no gocen de la debida credibilidad.

Por último, el análisis de Andorra realizado en junio de 2022 por el FMI añadía un aspecto importante, la ratio de eficiencia (cost-to-income ratio en inglés). Destacaba que la eficiencia de los sistemas bancarios, en el año 2020, de Mónaco, Luxemburgo, Liechtenstein, Andorra y Suiza no era tan buena como la de la zona euro en su conjunto. De hecho, según datos del Banco Mundial, en el año 2021, el sistema bancario suizo fue el que obtuvo una peor ratio de eficiencia (los costes operativos representaban un 94,5% de los ingresos operativos).

En definitiva, un sistema bancario con una proporción elevada de depósitos no asegurados y una ratio de eficiencia mala, puede ser frágil y es necesario una elevada monitorización del mismo. Téngase en cuenta que la industria bancaria está muy interconectada por lo que el golpe de un banco al sistema suele ser rápido. Adicionalmente, también se debe analizar el Marco del Fondo de Garantía de Depósitos y la capacidad del país para endeudarse y solucionar un hipotético problema con los depósitos asegurados.

*Germán López Espinosa, catedrático de Contabilidad Universidad de Navarra e IESE Business School.

La actual situación del sector bancario ha puesto de manifiesto el riesgo de liquidez asociado con los depósitos no asegurados, dado que este tipo de depositantes reaccionan más rápido ante situaciones de inestabilidad financiera. Si en lugar del nivel de depósitos no asegurados por banco lo analizáramos por país, podríamos estimar la fragilidad del sistema bancario o la exposición al riesgo de liquidez.

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