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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

No al diesel en París

La semana pasada la alcaldesa de París daba la clave para solucionar los problemas de contaminación de la capital de Francia, prohibir a partir de 2020

La semana pasada la alcaldesa de París daba la clave para solucionar los problemas de contaminación de la capital de Francia, prohibir a partir de 2020 la circulación de vehículos diesel por la ciudad. Supongo que una medida tan importante como esta, con uns vents de coches diesel en Francia opor encima del 70% del total, será una medida tomada tras muchos estudios y con el apoyo de sus más estrechos colaboradores expertos en el tema.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, tiene ante sí un problema muy grave con la contaminación de su ciudad, consecuencia, en parte del casi permanente caos circulatorio que sufren las calles de París. Los atascos de la “Peripherique” son ya legendarios. Pero no creo, sinceramente, que la solución sea prohibir los coches de gasóleo, sino más bien buscar otras maneras de desplazarse, otros carburantes y encontrar, de verdad, una solución para el futuro.

En agosto pasado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella anunciaba que desde el 1 de enero de 2015 se iba a prohibir la circulación de vehículos privados en el centro de Madrid. Pero esta idea se desvaneció solo quince días más tarde. Una idea que estaba poco meditada, sin duda.

Pero volvamos con el caso de París. Quizá Anne Hidalgo, y se ve que tampoco sus asesores, saben que las nuevas tecnologías de los motores de gasóleo permiten que sean menos contaminantes incluso que los de gasolina. Y es que a una drástica reducción de emisiones de óxidos nitrosos (se reducen en un 90%) y de partículas no quemadas se suma que emiten menos CO2 que los de gasolina.

Lo peor es que una de la empresas que más volcadas está en esa nueva tecnología basada en uso del aditivo AdBlue (una solución de urea) es PSA Peugeot Citroën. Es decir, que Anne Hidalgo, con su decisión de prohibir los vehículos de gasóleo, ha puesto una nueva zancadilla a una de las grandes empresas francesas. Con Renault ocurre algo parecido, que tiene su producción mayoritariamente centrada en los motores diesel.

Lo que es más importante es que la alcaldesa ha creado un grave problema a muchos ciudadanos franceses que se van a ver obligados a cambiar su coche si quieren seguir entrando en la ciudad de París. La única razón de ser de los políticos es facilitar la vida a los ciudadanos, que son los que finalmente les votan y les pagan. Tratar de gestionar de la mejor manera posible los presupuestos y buscar la forma de hacer que los impuestos sean lo más bajos posible.

Al anunciar que en 2020 no podrán circular coches de gasóleo por París la alcaldesa también ha comentado que se van a poner en marcha una serie de medidas que se irán concretando más adelante para facilitar este cambio. Pero no ha concretado nada más sobre las alternativas y se ha limitado a decir que las personas con menos ingresos podrán conseguir un pase para poder entrar en el centro de París los fines de semana con un coche diesel.

En este momento hay cuatro alternativas viables para el uso de un coche, la electricidad, el gas, la gasolina y el gasóleo. De las cuatro, la más cara de todas es la gasolina y es la que, por cierto, más impuestos deja a las Arcas del Estado. Se puede hacer una pequeña comparación entre los costes y los precios de todos estos sistemas.

Supongamos que hay que hacer un recorrido de 100 kilómetros en ciudad. Con un coche eléctrico el coste para el ciudadano será inferior a los 2 euros, en función de su tarifa eléctrica. Y de ese dinero un 25% aproximadamente será para el Estado en forma de impuestos. Es decir, 50 céntimos. Lo mejor es que este modo, el más barato, es también el menos contaminante, al ser un coche cero emisiones en su utilización, y ni siquiera hace ruido.

Para analizar el coste de utilización de gas natural, gasóleo y gasolina vamos hacer una comparación con el único coche que se ofrece en España con las tres motorizaciones, el Seat León. Se puede comparar entre un León 1.2 TSi de 110 caballos, un TGi de 110 caballos y un 1.6 TDI de 110 caballos. El coste para hacer 100 kilómetros según los valores homologados en cada una de las versiones es de 6,49 euros para el TSI, 4,20 euros para el diesel y 3,46 euros para el TGi, contando con el precio de los carburantes en el mes de octubre antes de la fuerte caída del precio de petróleo y con el del gas natural fijado en 0,989 euros por kilo.

La comparación se puede hacer de otra manera, analizando lo que se puede recorrer con 20 euros de combustible. En el caso del TSI, que es el menos eficiente, se recorren 307 kilómetros, que suben hasta los 475 kilómetros en el caso del TDI. Estas cifras se quedan muy cortas si se comparan con las del gas natural, en cuyo caso se pueden recorrer 577 kilómetros. Y si comparamos con un coche eléctrico, con 20 euros de electricidad podremos hacer más de mil kilómetros.

En cuanto a los impuestos, que también es importante, y para hacer los mismos 100 kilómetros, con el coche 100% eléctrico se pagan 50 céntimos para hacer esa distancia, con el coche de gas natural son solo 20 céntimos porque tiene un exención de impuestos hasta el año 2020, además de los 70 céntimos del IVA. En el caso de un coche de gasóleo pasan a ser de 2,10 euros y de 3,25 euros en el caso del gasolina. Es decir 50 céntimos en el eléctrico, 90 céntimos en el de gas natural, 2,10 euros en el de gasóleo y 3,25 euros en el de gasolina.

Y si hacemos la comparación con emisiones de CO2, el resultado es el mismo. El mejor es el coche eléctrico, después el coche de gas natural, luego el de gasóleo y el peor de todos es el de gasolina.

Prohibir el uso del gasóleo, que es el combustible más barato de los que son realmente utilizables, supone un atraco a los conductores, que además de tener que comprar un coche nuevo van a tener que pagar más impuestos cada día. Bueno eso salvo que los planes de la alcaldesa pasen por poner dos millones de enchufes en la ciudad, para hacer viable el coche eléctrico, o que llene París de surtidores de gas natural comprimido.

Lo mejor de todo es que Anne Hidalgo, en 2020 es probable que ya no esté en la alcaldía de París y quizá se está preparando un nuevo puesto en el Ministerio de Hacienda.

La semana pasada la alcaldesa de París daba la clave para solucionar los problemas de contaminación de la capital de Francia, prohibir a partir de 2020 la circulación de vehículos diesel por la ciudad. Supongo que una medida tan importante como esta, con uns vents de coches diesel en Francia opor encima del 70% del total, será una medida tomada tras muchos estudios y con el apoyo de sus más estrechos colaboradores expertos en el tema.

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