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Necesitamos concienciación y respeto mutuo entre conductores, ciclistas y peatones
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Necesitamos concienciación y respeto mutuo entre conductores, ciclistas y peatones

El problema entre ciclistas y conductores es mucho más que dejar 1,5 metros o que rodar a 30 km/h en los carriles que tienen pintada una bicicleta en el suelo. Es una cuestión de respeto

Foto: Nuevo carril para bicicletas en San Sebastián de los Reyes.
Nuevo carril para bicicletas en San Sebastián de los Reyes.

La noche del pasado sábado, en un telediario destacaban la noticia de que se habían producido tres atropellos de ciclistas en Navarra durante la jornada. Una noticia trágica que llegaba en plena campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) que busca mejorar la seguridad vial de los ciclistas tras varios accidentes. Y para completar este trágico escenario, un conductor drogado atropellaba este domingo a otro ciclista en Oliva, que moría en el accidente.

El mes de mayo ha sido trágico para los ciclistas en las carreteras de todo el mundo, como casi todos los meses, por desgracia. Y una parte de culpa la tienen los conductores que no respetan ese ya emblemático 1,5 metros, la distancia necesaria para poder hacer un adelantamiento con la máxima seguridad a un ciclista. Es un tema que me parece clave, sin duda, ese metro y medio que puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Les puedo asegurar que nunca jamás en mi vida he adelantado a un ciclista sin dejar esa distancia, pero creo que no todo es esa distancia de seguridad.

Un ciclista circula por una carretera a 20 o 30 km/h mientras que un coche puede circular legalmente a 90 km/h en una carretera normal. Esa diferencia es la que hace que no sea suficiente con ese respeto del conductor hacia el ciclista y hay que poner nuevas medidas en marcha. Sin duda, la clave es hacer carriles bici que sean totalmente seguros, separados de la carretera y señalizados. Pero ni siquiera con eso es suficiente, hace falta concienciación y respeto mutuo.

Y les voy a poner como ejemplo un caso que me ocurrió el sábado por la tarde, justo antes de escuchar la noticia de los atropellos. Circulaba por la vía de servicio de la N-1 en una zona de tres carriles pero donde un carril se desvía y desaparece. Por allí iba un ciclista, por el carril derecho y pegado a la raya del extremo derecho de la carretera, que al ver que el carril se acababa, con suficiente margen, miró para atrás. Al verle, me eché a la izquierda y él se posicionó en el carril central, pero nuevamente pegado a su derecha. Una actuación perfecta, sin duda.

Quince minutos después, en San Sebastián de los Reyes, hacía unas fotos de un carril de bicicleta que han montado que me pareció perfecto, bien separado de las calles, sin peligro para los ciclistas, bien señalizado. Y mientras hacía las fotos que acompañan este artículo, un ciclista pasó por mitad de la calle sin hacer caso del carril bici.

El problema entre ciclistas y conductores es mucho más que dejar 1,5 metros o que rodar a 30 km/h en los carriles de Madrid que tienen pintada una bicicleta en el suelo. Es una cuestión de respeto, pero de respeto de todos y hacia todos. En ese carril que les contaba, cuando se cruza con un camino de peatones, hay varias señales para advertir del peligro y de la preferencia de los peatones en ese caso. Se trata de que el ciclista que circula por ese carril respete a los peatones cuando llega al cruce, y que los peatones, por su parte, no vayan por ese carril reservado en exclusiva a las bicicletas.

Empezaba esta columna hablando de los tres atropellos. Ninguno de los tres atropellos ha sido tal, según las primeras informaciones. Bueno, al menos en uno de los casos el juez no ha podido determinar la causa de la muerte. Vamos, que no ha sido un atropello. Otro de los casos ha sido por una parada cardiorrespiratoria del ciclista, según la agencia 'EFE'.

En el tercer caso, que si parece un atropello, los testigos han declarado que no saben por qué el ciclista se echó a la izquierda de manera rápida e imprevista e invadió el carril por el que circulaba correctamente el coche que le atropelló. Su conductor paró inmediatamente y dio negativo en alcohol y drogas. Hay un cuarto caso en la jornada en las carreteras de Navarra y es de un ciclista que se cayó de la bicicleta y tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario.

Por supuesto, hay otros muchos casos en los que si es un conductor despistado, con el teléfono en la mano, o excesivamente rápido o con prisa, el que no respeta al ciclista y se produce el atropello. O lo peor y más frecuente, borracho o drogado, pero eso no es un peligro solo para los ciclistas sino para todos los usuarios de la carretera.

Cuando leemos en un titular de prensa un “atropello”, todos tenemos la idea clara de que un conductor borracho o excesivamente rápido no ha respetado un semáforo en rojo o un paso de cebra o la distancia de 1,5 metros con un ciclista. Y poco importa si el conductor iba circulando perfectamente y si el otro implicado cumplía con su parte del compromiso o no lo hacía.

La noche del pasado sábado, en un telediario destacaban la noticia de que se habían producido tres atropellos de ciclistas en Navarra durante la jornada. Una noticia trágica que llegaba en plena campaña de la Dirección General de Tráfico (DGT) que busca mejorar la seguridad vial de los ciclistas tras varios accidentes. Y para completar este trágico escenario, un conductor drogado atropellaba este domingo a otro ciclista en Oliva, que moría en el accidente.