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Los coches diésel, el culebrón del verano
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Carlos Cancela

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Carlos Cancela

Los coches diésel, el culebrón del verano

Hace unos años eran mucho peores que los de gasolina por sus emisiones de óxidos nitrosos y de partículas no quemadas. Pero en la actualidad son mejores, por contaminación y por consumo

Foto: El 95% de los coches nuevos vendidos en España son de gasolina o diésel
El 95% de los coches nuevos vendidos en España son de gasolina o diésel

Francia anunciaba a principios del verano que iba a prohibir en el año 2040 la venta de coches movidos por gasolina o gasóleo, y este ha sido el principio de varios anuncios similares. Pero ojo, solo unas horas después un portavoz del gobierno francés aclaraba que era solo una declaración de intenciones y que el objetivo era que en ese año solo se vendieran coches movidos por energías renovables.

Posteriormente fue Reino Unido el que anunció que en 2040 estará prohibida la venta de vehículos diesel o de gasolina en su territorio. Y esta misma semana la canciller alemana, Angela Merkel, se veía obligada, ante las próximas elecciones en su país, a decir que su objetivo es que no se vendan coches con motor térmico en el futuro, pero sin fijar un plazo concreto.

Desde el estallido del escándalo Volkswagen y sus motores trucados, en septiembre de 2015, las motorizaciones de gasóleo son las que se llevan todas las culpas de un problema que va mucho más allá del tipo de motor de los coches, el de la contaminación de las ciudades.

En general, los políticos son personas acostumbradas a decir tres o cuatro frases para dar titulares a los periodistas, pero a partir de ahí suelen hacer poco de lo que dicen. En lugar de pensar maneras de preparar un futuro mejor, más sostenible para los ciudadanos, lo que hacen es buscar excusas en sus antecesores, poner trabas a lo que se está haciendo, echar la culpa a los otros y poco más. Y nunca, absolutamente nunca, ponerse de acuerdo en algo.

El caso de los motores diesel es un ejemplo clarísimo de esta actitud. Hace unos años eran mucho peores que los de gasolina por sus emisiones de óxidos nitrosos y de partículas no quemadas. Pero en la actualidad son mejores, por contaminación y por consumo, que los de gasolina. Y todo ello gracias a su gran evolución tecnológica, al filtro de partículas y al sistema AdBlue.

Ahora el tema es satanizar a los coches con motor diesel, pero la realidad es que lo que hay que eliminar de manera rápida son los coches viejos de gasóleo, y también los de gasolina. Y lo que deben impulsar todos los países, y la Unión Europea, es el gran desembarco del coche eléctrico.

En este momento un ciudadano puede comprar en España coches de gasolina, gasóleo, gas natural, gas licuado de petróleo y eléctricos, además de la alternativa del híbrido enchufable, una combinación entre un gasolina y un eléctrico. Y no puede comprar uno de hidrógeno porque no hay suministro de este combustible.

La peor de todas estas opciones en un coche fabricado en 2017 es la de la gasolina, es la menos eficiente, la que más contamina, la que más CO2 produce, lo que aumenta el calentamiento global, y también es la más cara en su utilización para el usuario final. Pero curiosamente los políticos apuestan ahora por erradicar los motores diesel…. y en su lugar seguir usando los de gasolina.

Un coche diesel consume menos carburante que uno de gasolina y además el litro de este combustible tiene menos impuestos que el de gasolina. Si mañana se prohíben todos los coches diesel y se cambian por vehículos de gasolina en el caso de España el Estado ingresará un 25% más de impuestos por este concepto.

Con respecto al gas natural comprimido, una tecnología con un gran futuro pero a la que no se hace ningún caso en España, la diferencia entre un coche movido por gasolina y uno que utilice gas natural es que el usuario se ahorra un 50% del coste de utilización, y como los impuestos del gas natural son mucho más bajos que los de la gasolina, la reducción en el ingreso impositivo para Hacienda es cercano al 75% respecto a un gasolina.

Casi no hay surtidores de gas natural y eso no se va a arreglar. Por eso los usuarios no pueden comprar coches con una tecnología menos contaminante que reduce las emisiones de CO2 en un 30%. Además, rebaja hasta prácticamente cero el resto de emisiones nocivas porque el gas natural básicamente solo es metano (CH4), que es la molécula más sencilla de la química orgánica.

Si la comparación se hace con un coche 100% eléctrico el resultado es aún más favorable para el usuario y mucho peor para Hacienda. Un coche eléctrico de última generación puede recorrer 100 km con una recarga de algo más de 1,5 euros, aunque esta cantidad depende mucho del tipo de tarifa contratada.

Buscar soluciones reales

Si quieren quitar contaminación en las ciudades, que pongan enchufes, que creen una red eléctrica capaz de aguantar millones de coches enchufados o una red de suministro de gas natural. Pero no tiene sentido prohibir la venta de coches diesel. Da muchos titulares para los periódicos, parece que los políticos se están ganando el sueldo, con una política fuerte y con un responsable de marketing por detrás, pero en realidad no hacen nada más que proteger los intereses de los grandes lobby.

¿Se ha parado a pensar Angela Merkel que hay 800.000 puestos de trabajo directos en Alemania y más de 2,5 millones de empleos indirectos en su país que dependen de la industria del automóvil? Y algo parecido ocurre con Reino Unido y con Francia… o con España.

No tiene ningún sentido prohibir la venta de coches diesel o de gasolina para el año 2040, porque si los estados hacen su trabajo instalarán enchufes y la infraestructura necesaria para que el coche eléctrico se generalice. Si a usted le proponen comprar un coche de gasolina con el que recorrer 100 kilómetros le cuesta 8 euros o le ofrecen la alternativa del mismo coche pero eléctrico, mucho más fácil de conducir y casi sin mantenimiento, que no contamina, se recarga en casa y tiene un coste de 1.5 euros para recorrer los 100 kilómetros, ¿cuál compraría?

Francia anunciaba a principios del verano que iba a prohibir en el año 2040 la venta de coches movidos por gasolina o gasóleo, y este ha sido el principio de varios anuncios similares. Pero ojo, solo unas horas después un portavoz del gobierno francés aclaraba que era solo una declaración de intenciones y que el objetivo era que en ese año solo se vendieran coches movidos por energías renovables.

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