Los coches de Opel y Renault de Felipe VI

La semana pasada, el Rey dio un gran apoyo a la industria española del automóvil al visitar dos de las fábricas más importantes instaladas en España, la de Opel en Figueruelas y la Renault en Valladolid, en las que se han comenzado a producir dos modelos "españoles" como son el Opel Corsa y el Renault Captur. Visitas importantes que demuestran el apoyo de la Casa Real a la que es la primera industria española, la de la automoción.

Muchas veces las cosas importantes de la vida son solo pequeños detalles pero que tienen un gran valor para las personas. Por ello, me parece muy importante que Felipe VI haya querido demostrar su gran apoyo a una industria que en estos momentos vive una situación delicada por la gran revolución del automóvil.

Para la economía española básicamente hay tres sectores importantes que son el turismo, sin duda el número uno, pero también el sector agroalimentario y el de la automoción. Toda la economía de España se basa en estos tres pilares básicos pero parece que en los últimos tiempos no está muy de moda apoyar estas bases de la economía. La prueba, los ataques a los turistas y la demonización del diésel o del uso del vehículo privado por diferentes sectores de la sociedad.

De ahí la importancia del trabajo del Rey Felipe VI esta semana. El monarca comenzó su semana de automoción visitando la planta de Figueruelas, donde se ha iniciado la producción de la sexta generación del Opel Corsa y también donde se produce el primer vehículo 100 % eléctrico y de gran producción en el mercado español, como es el Corsa-e.

La apuesta del grupo PSA por la electrificación supone un gran paso adelante para España porque en 2020 las tres fábricas españolas del grupo, Figueruelas, Vigo y Villaverde, producirán vehículos 100 % eléctricos. Pero en dichas plantas también se seguirán fabricando las versiones diésel y de gasolina que, de momento, es lo que sigue demandando el mercado .

El hecho de que Felipe VI se haya sentado al volante del Opel Corsa-e y haya hecho unos pocos metros con el vehículo supone un importante respaldo para nuestra industria, pero también para los ciudadanos. Ahora, parece que el coche eléctrico está un poco más cerca, es más accesible y más fácil de conducir. Seguro que ahora, tras este acto del monarca, algunos ciudadanos se van a plantear comprar un coche eléctrico más en serio.

La segunda visita, no menos importante, es la que ha realizado a la factoría de Renault en Valladolid, donde se fabrica el Captur de manera exclusiva para todo el mundo. El Renault Captur, como ocurre con el Opel Corsa, es un modelo que desde su lanzamiento al mercado se ha fabricado en exclusiva en España y es un vehículo que también muy pronto estará electrificado. En este caso del Captur será una versión híbrida enchufable, una alternativa al coche eléctrico muy interesante para reducir la contaminación en las ciudades.

Lo que la industria del automóvil español, pero sobre todo los ciudadanos, necesitan es el apoyo claro por parte de nuestras instituciones, del Rey, del Gobierno, de las Administraciones para poder evolucionar rápidamente y cumplir con las ambiciosas previsiones que se han hecho para el coche eléctrico en España y Europa.

Con el Gobierno de Zapatero se puso en marcha el plan 2000E como un plan de achatarramiento para vehículos muy viejos que supuso un fuerte respaldo para la economía española y para el sector. En realidad era más un apoyo moral que económico. Porque de los anunciados 2.000 euros, el fabricante del automóvil pagaba 1.000 €, el Estado 500 € y los otros 500 € eran opcionales por parte de la Comunidad Autónoma. Además, esta ayuda de 500 € del Estado había que declararla a Hacienda por lo que al final fueron sólo 200 o 300 euros de ayuda. Pero fue un gran apoyo moral y una demostración de que el Gobierno quería impulsar la renovación del parque de vehículos, lo que hizo que muchos ciudadanos tomaran la decisión de cambiar su coche viejo por otro nuevo menos contaminante. Y funcionó muy bien.

Lo que ahora necesita España, su envejecido parque de vehículos, el sector industrial de la automoción y, sobre todo, los ciudadanos, es que el Gobierno y la Administración también demuestren su apoyo decidido hacia el automóvil como lo acaba de hacer, magníficamente, el Rey de España Felipe VI. No solo apoyo económico, que por supuesto es necesario, sino también apoyo en sus declaraciones, en sus convicciones.