Los impuestos que Moncloa quiere poner a tu coche y la caída del sector del automóvil

Este lunes tiene lugar en Moncloa una reunión importante de la que depende el futuro del sector de automoción en España. A ella asistirán Pedro Sánchez y las ministras de Transición Ecológica, de Hacienda y de Industria, mientras que para defender los intereses del sector automoción estarán los responsables de ANFAC, que ahora engloba a los fabricantes y también a los importadores de vehículos en España. Una reunión importante, sin duda, en la que el sector quiere presentar su plan estratégico de movilidad sostenible 2020-2040 al Gobierno.

El sector del automóvil vive un momento complicado en España porque a la incertidumbre que hay en otros países de nuestro entorno por las nuevas tecnologías, se añade la presión que impone el Gobierno español para que se vendan coches eléctricos, pero sin ninguna contrapartida. Esa incertidumbre ha hecho que las ventas de coches hayan bajado más del 5 % en 2019 y que las expectativas para 2020 no sean mejores.

La incertidumbre regulatoria que se ha instalado en España con el Gobierno del PSOE ha hecho que se pierdan 150.000 ventas de coches nuevos a particulares desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, según se desprende de un informe elaborado por el Banco de España que se ha presentado la semana pasada.

Gobierno y ANFAC intentarán defender sus posturas respectivas. Por un lado el Gobierno necesita recaudar más impuestos y uno de los objetivos es que el automóvil pague más. Por un lado más impuestos a la utilización con el aumento del impuesto del diesel, pero también más impuestos a la compra con el nuevo Impuesto de Matriculación que prepara el Gobierno, que va a encarecer la compra de todos los vehículos excepto los eléctricos, que se mantendrán como hasta ahora.

En el otro lado de la balanza está ANFAC, que apuesta por un aumento de los impuestos para la utilización del vehículo y del uso (el que contamina paga más) pero a cambio de reducir los impuestos a la compra de un vehículo nuevo. El objetivo es que se vendan más coches y con ello conseguir reducir la edad media del parque que ya supera los 12 años y medio de antigüedad y una de las más altas de Europa.

La reunión prevista para hoy no va a ser fácil y tampoco parece muy probable que haya soluciones a corto y medio plazo que permitan salir de este túnel en el que estamos metidos. Desde el Gobierno se quiere conseguir que los españoles compren los coches más limpios, y también más caros del mercado. Pero como no los pueden pagar, lo que hacen los usuarios es seguir empleando los coches más viejos, que contaminan más y son menos seguros. Y no se plantea la solución intermedia de vender coches con tecnologías modernas, más accesibles y mucho menos contaminantes.

Impuestos

En esta reunión hay dos partes: el Gobierno y su mayor recaudación de impuestos y ANFAC que mira por el interés de los fabricantes y los importadores de automóviles. Pero lo que no hay que olvidar es que detrás de esta reunión y detrás de ambos implicados directos, lo que están son los ciudadanos, los que son verdaderos protagonistas de esta historia. Las personas quieren quitarse de encima los coches más viejos, más contaminantes, mucho menos seguros, menos confortables y más difíciles de conducir. Pero no pueden comprar coches eléctricos porque son bastante más caros y porque no hay donde enchufarlos. El 70 % de los coches en España duerme en la calle, pero en la calle no hay puntos de recarga para los coches.

El gobierno debe darse cuenta que vive un momento muy complicado. Aunque desde Moncloa se quiere transmitir que todo va muy bien, la realidad es que los tres sectores importantes para la economía de España están tocados. El turismo vive un momento muy difícil como consecuencia del coronavirus, lo que ha hecho que se anulen miles de reservas y que la Semana Santa apunte bastante mal. El sector agroalimentario, otro de los pilares de la economía española, vive un momento muy difícil con los agricultores en pie de guerra contra la Administración.

Lo único que necesita el Gobierno a estas alturas es, además, ponerse en contra a la industria del automóvil que representa el 10 % del PIB español. Si finalmente el gobierno aprueba el Impuesto de Matriculación nuevo, en el que se van a grabar hasta los vehículos híbridos enchufables con etiqueta "0 emisiones", el mercado agudizará en caída. Varios responsables de las filiales españolas del sector del automóvil han comentado a este diario que la caída de ventas a final de año podría llegar hasta el 20 %. Eso supondría unas 270.000 unidades menos que en 2019.

Si ese dato tan negativo se produce, se perderán miles de puestos de trabajo, se recaudarán muchos menos impuestos, tendremos coches muy contaminantes y pocos seguros en las carreteras. Y un detalle importante más, la industria española perderá competitividad y cuando llegue el momento de asignar nuevos modelos, se irán a las fábricas de República Checa, o Turquía, Alemania o Francia. Y el sueño de los tres millones de coches fabricados cada año en España se quedará en dos millones, con todo los problemas que eso supondrá para la economía española.