Por qué España ya va muy tarde en las ayudas a la automoción (para risa de Merkel)

Decía el ministro de Sanidad en una entrevista que "todos hemos llegado tarde" y probablemente tenga razón, pero una cosa está muy clara y es que aunque todos hayan llegado tarde, unos han llegado mucho más tarde que otros y ya estamos pagando las consecuencias. En la anterior crisis que ha vivido España, la de 2008, llegamos mucho más tarde que el resto de países europeos, porque mientras todos ellos estaban en plena crisis y buscando soluciones, nuestro Gobierno de entonces, capitaneado por Rodríguez Zapatero, solo hablaba de una ligera desaceleración.

En esta nueva grave crisis nos pasa lo mismo. No solo hemos llegado más tarde que los demás, sino que además la búsqueda de soluciones a los problemas que se plantean es mucho más lenta y en muchos casos conlleva varias rectificaciones. Quizá uno de los problemas es que en el completísimo equipo de Gobierno que tenemos, con 18 ministerios y cuatro vicepresidencias, los dos pilares fundamentales de la economía española recaen en un solo ministerio, el de Industria. En realidad es el ministerio de Industria, Comercio y Turismo, liderado por Reyes Maroto.

Hablemos del sector del automóvil. Sin duda, Alemania es el principal implicado en esta pelea por mantener la industria y el sector del automóvil en Europa. Pero dado que Alemania fabrica cinco millones de coches cada año y España casi tres millones, lo que nos posiciona como segundos en el ranking europeo de fabricantes, también deberíamos estar encabezando las soluciones al problema. Sobre todo porque mientras Alemania, Francia o Italia tienen sus empresas propias de automoción, en el caso de España solo fabricamos coches de empresas alemanas, francesas o norteamericanas.

Alemania más

Alemania ya tiene su plan de ayuda al sector del automóvil que se centra en una rebaja del IVA genérica del 19 al 16 % que estará vigente hasta el 31 de diciembre a la que se añade una ayuda puntual de 6.000 € por coche para las compras de vehículos eléctricos. En España seguimos a la espera de que se haga operativo un Plan Moves, del que llevamos unos cuantos meses hablando.

El gobierno de Angela Merkel ha dado un gran paso adelante en su apoyo a la industria del automóvil, tan importante en Alemania y en toda Europa. Tras los graves problemas provocados por el coronavirus, con el cierre durante más de un mes de todas las fábricas europeas, el problema ahora se centra en vender los coches que ya se están fabricando. Los ciudadanos tienen miedo y muchos no creen que sea el momento más adecuado para hacer una inversión importante para cambiar su coche. Por ello, es imprescindible en este momento poner en marcha medidas que incentiven las ventas, que ofrezcan más confianza a los ciudadanos para poder relanzar la economía europea.

El Consejo de ministros de España aprobó hace dos semanas, y en plena pandemia, enviar al Congreso el anteproyecto de Ley del Cambio Climático en la que se incluye, entre otras muchas cosas, el mantenimiento de las ayudas a la venta de coches eléctricos hasta el 2025. También el Gobierno anunció hace dos semanas que el martes de la semana pasada se aprobaría el plan Moves. Pero el lunes por la tarde anunció que se retrasaba dicho plan.

Las diferencias entre Alemania y España son muchas, y en muchos sentidos. Pero en el tema que nos afecta, la diferencia es muy clara: los políticos alemanes analizan la situación y toman decisiones con rapidez mientras que en España la toma de decisiones se ralentiza. Los políticos españoles llevan semanas diciendo que van a hacer planes de ayuda a la automoción, no solo para los vehículos eléctricos, sino para todos los vehículos.

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Agencias

Pero hay otra diferencia muy clara entre Alemania y España. El plan de ayudas puesto en marcha ahora por Angela Merkel solo incluye ayudas directas a los vehículos eléctricos como consecuencia de las lógicas presiones de "los verdes". Pero esas ayudas son muy claras, 6.000 € para cada persona que compre un coche eléctrico, sin complicaciones, sin limitaciones, sin letra pequeña. Además, la dotación de este plan es de 2.200 millones de euros, que da para vender muchos coches eléctricos y de verdad electrificar su parque de vehículos.

En el caso de Alemania, además de las ayudas para la compra de vehículos eléctricos y la rebaja del IVA, se incluyen otros 2.500 millones de euros para el despliegue de infraestructuras de coches eléctricos. Es decir para más puntos de recarga públicos. Y lo más importante, 7.000 millones de euros en inversiones para fomentar el uso del hidrógeno, sin duda el futuro del sector energético.

Plan de ayudas

Si hablamos de España, el plan de ayudas es muy diferente. Aunque todavía no está aprobado oficialmente, parece ser que serán 65 millones de euros. Pero de esta cantidad la mayor parte del dinero se dedica a infraestructuras de recarga, y también a estudios de ONG's, de asociaciones vecinales, de organismos públicos, también para planes de empresas que incluyan el transporte electrificado de sus empleados. Vamos, que no son solo ayudas al coche eléctrico, sino que es un "cajón de sastre" de dónde puede sacar dinero casi todo el mundo.

También se ha dejado entrever por parte de los políticos que se iba a poner en marcha un plan de ayudas para los coches que no sean eléctricos, para intentar relanzar un mercado que vive momentos críticos. El sector de automoción ha pedido un plan de 400 millones de euros para poner en marcha nuevamente el mercado.

Puede parecer una exageración pedir 400 millones de euros, de ayudas. Pero comparemos un poco con Alemania donde se fabrican cada año más de 5 millones de vehículos mientras que en España "solo" se hacen 3 millones. Es decir que Alemania ni siquiera hace el doble de coches que España. Y si hablamos de mercado, el alemán cerró 2019 con 3,6 millones de unidades vendidas mientras que en el caso de España fueron 1,25 millones.

También hay que tener en cuenta otra cosa, en Alemania los coches pagan un 19 % de IVA, que a partir de ahora será de un 16%, y ni un euro más de impuestos a la compra. En España pagan el 21 % a lo que hay que sumar el impuesto de Matriculación que oscila entre un 0 % en el caso de los coches muy eficientes, con menos de 120 g por kilómetro de CO2 emitido, y el 14,75 % en los coches más potentes. Es decir, que un Audi grande, un BMW o un Mercedes, por ejemplo, paga en Alemania un 16% y en España un 35,75 %.