El ejemplo a seguir de la industria de automoción española

Las ventas de coches en España en enero han caído más del 50 % y las cifras de cierre de febrero tampoco van a ser mejores, lo que demuestra que la situación del mercado es malísima. Tampoco hay anuncios por parte del Gobierno de un apoyo firme al sector, más allá de "vamos a hacer", "vamos a anunciar"… Sin embargo, en lo que se refiere al sector industrial del automóvil llegan muy buenas noticias que hacen presagiar un futuro prometedor.

Llegan desde Stellantis y de su planta de Madrid, de Vitoria con la contratación de nuevos trabajadores para la planta de Mercedes. Pero sobre todo, tras la firma del acuerdo del convenio de Renault 2021-2024, en los próximos días se va a hacer público el plan industrial de la marca francesa en España. Este ambicioso plan incluirá dos nuevos modelos muy importantes para sus plantas españolas, además de un nuevo motor y una nueva caja de cambios. Pese a que el mercado está muy mal, la competitividad de la industria española de automoción está más fuerte que nunca.

Es curioso que en un país que cada vez apoya menos al sector del automóvil, en el que todos los partidos que gobiernan, PSOE, Podemos Bildu o ERC, entre otros, se niegan a revertir la subida del Impuesto de Matriculación o a reducir el IVA a los coches eléctricos, el sector industrial se esté viendo tan fortalecido.

Sin duda, una de las claves está en los sindicatos, que contrariamente a lo que ocurre con el resto de los sectores económicos de nuestro país, tienen la visión de futuro necesaria para comprender cuál es el mejor camino a seguir. Hace años, Francia fabricaba más coches que España pero poco a poco esta situación ha cambiado radicalmente. Sobre todo por la ayuda de los sindicatos españoles.

Cuando en Francia y España se fabricaban unos 2 millones de unidades, al llegar la crisis del 2008 los sindicatos franceses decidieron que sus trabajadores tenían que seguir con fuertes subidas de sueldo. Sin embargo los sindicatos españoles comprendieron que si pedían nuevas subidas salariales en un momento tan delicado de la economía, las fábricas se irían.

El resultado es que en 2020 Francia produjo menos de un millón de vehículos mientras que España hizo 2,2 millones. De estos vehículos "made in spain" más del 50% corresponden a compañías francesas. Y a juzgar por la situación actual de la industria en España, la diferencia va a seguir creciendo. El grupo Stellantis fabrica en España sus dos modelos más vendidos en Europa, que son el Peugeot 2008 en Vigo y el Opel Corsa en Zaragoza, ambos incluyendo versiones 100 % eléctricas.

Planes Renault

Ahora, la semana que viene, el grupo Renault anunciará grandes noticias con la adjudicación de dos nuevos modelos a las dos plantas españolas de referencia, las de Valladolid y Palencia. Y eso asegurará el futuro de la implantación industrial del grupo francés en España en los próximos años. Y con ello, se refuerza la gran apuesta que hace Francia por la industria española de automoción.

Las últimas noticias en torno al sector son importantes. Mercedes contratará para su planta de Vitoria a 400 trabajadores eventuales y recuperará en el mes de junio el ritmo de producción de diciembre. Son muy buenas noticias en un momento en el que la situación era complicada. El presidente de la filial española, Roland Schell, nos comentó recientemente en una entrevista que el futuro dependía de la situación. Ahora, la dirección de la factoría ya ha confirmado a la plantilla su objetivo de fabricar este año 140.000 unidades de los Vito, Clase V y sus variantes 100 % eléctricas. Esto supone un crecimiento de 7.000 unidades respecto a las previstas inicialmente.

En cuanto a la planta de Stellantis en Madrid, también llegan muy buenas noticias. El gran éxito que está teniendo en toda Europa el nuevo modelo compacto de Citroën, el C4, que incluye su variante 100 % eléctrica, ha permitido abrir el segundo turno de producción de este modelo que se fabrica en exclusiva en la planta de Madrid.

Sin duda otra de las claves de este éxito de las plantas españolas es la gran competitividad de la industria española y el gran nivel de formación de los trabajadores del sector. En concreto, los nuevos operarios del segundo turno de la planta de Madrid, en la que se fabrica en exclusiva el nuevo C4, han superado las 38.000 horas de formación antes de poder empezar a trabajar.

Se imaginan lo que podría ser España en el entorno europeo o mundial del automóvil si, además de la competitividad acumulada por la magnífica industria auxiliar de componentes que tiene España, de referencia a nivel mundial, por la formación de sus trabajadores o por la implicación de los sindicatos, tuviéramos un Gobierno que hiciera algo por el sector.

Por ejemplo no tener que pagar una electricidad más cara que en cualquier otro país de Europa, como ocurre con la planta de Vigo y su suministro eléctrico. O apoyar al sector comercial del automóvil, evitando una subida del Impuesto de Matriculación por un cambio en la forma de homologar los coches, o con unos planes de ayuda a la compra que realmente funcionen, no como el Moves o el Renove...