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¿Sabías que fue un extremeño quien celebró la primera Navidad en Estados Unidos?
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Daniel Ureña

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¿Sabías que fue un extremeño quien celebró la primera Navidad en Estados Unidos?

La ciudad más antigua del país fue fundada por un español de Asturias (Pedro Menéndez de Avilés), y la primera piedra de la Casa Blanca fue puesta por un español de Navarra

Foto: Hernando de Soto (Buttre, Lillian C).
Hernando de Soto (Buttre, Lillian C).

Durante más de trescientos años España tuvo una gran presencia en el territorio actual de los Estados Unidos y durante ese tiempo se produjo un fuerte impacto que todavía hoy perdura. Este legado puede apreciarse en muchos aspectos de la cultura, el arte, la arquitectura, la religión, los símbolos, la toponimia, la lengua, etc. Aunque actualmente algunos no quieran reconocer esa valiosa parte de su identidad, merece la pena reivindicar la herencia hispana de Estados Unidos.

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Daniel Ureña

Desde que la ciudad más antigua del país fue fundada por un español de Asturias (Pedro Menéndez de Avilés); o que la primera piedra de la Casa Blanca fue puesta por un español de Navarra (Pedro de Casenave), o que el dólar es un símbolo de origen español, o que la estética del cowboy procede de los jinetes de las marismas del Guadalquivir, hay muchas historias que nos acercan los fuertes lazos entre España y Estados Unidos.

Y en estos días de Navidad, en los que millones de personas conmemoran desde hace más de dos mil años el nacimiento de Jesús, también podemos encontrar historias sobre dónde y cómo se celebró la primera Navidad en Estados Unidos.

Como nos cuenta el historiador Miguel Pérez, profesor de Lehman College de Nueva York, fue en 1539 y tuvo lugar en Anhaica, un pueblo nativo conocido en la actualidad como Tallahassee, la capital del estado de Florida.

Foto: "Descubrimiento de Misisipi", por William H. Power, 1847.

Hasta allí había llegado poco antes Hernando de Soto, el militar extremeño que protagonizaría la primera expedición europea por las tierras de Estados Unidos, partiendo desde la Bahía de Tampa (Florida) y recorriendo lo que posteriormente serían los estados de Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Tennessee, Alabama, Mississipi, Arkansas y Luisiana. Durante cuatro largos años, Hernando de Soto y sus hombres recorrieron a pie más de 6.000 kilómetros logrando toda una gesta.

Se cree que esa primera Navidad de 1539 fue celebrada por los miembros de la expedición, compuesta por una docena de sacerdotes y otros 600 hombres.

En 1987 durante unas excavaciones en Tallahassee se encontraron diferentes utensilios de la expedición De Soto a pocos metros de lo que hoy es el Capitolio del estado de Florida. Entre otros hallazgos, se recuperó una moneda española de 1517, así como dientes y mandíbulas de cerdos, que habían sido llevados a ese lado del Atlántico por primera vez en los buques de la expedición de De Soto.

La primera Navidad de Estados Unidos se celebró en 1539 por la expedición de Hernando de Soto y sus hombres

Al igual que en otras muchas zonas de Estados Unidos por donde De Soto pasó, se recuerda en un monumento su hazaña, descrita con estas palabras: "Estos hallazgos proporcionaron la evidencia física del campamento del invierno de 1539-40, el primero de De Soto confirmado en América del Norte. Desde allí, la expedición de De Soto viajó hacia el norte y hacia el oeste, teniendo pues el primer contacto europeo con muchas sociedades nativas".

Por todo ello, los hispanos pueden sentirse orgullosos de formar parte de una herencia cultural que forma parte no solo de los orígenes de Estados Unidos como nación, sino también por el fuerte legado que hoy perdura.

Durante más de trescientos años España tuvo una gran presencia en el territorio actual de los Estados Unidos y durante ese tiempo se produjo un fuerte impacto que todavía hoy perdura. Este legado puede apreciarse en muchos aspectos de la cultura, el arte, la arquitectura, la religión, los símbolos, la toponimia, la lengua, etc. Aunque actualmente algunos no quieran reconocer esa valiosa parte de su identidad, merece la pena reivindicar la herencia hispana de Estados Unidos.