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Trump y la banda de los cinco
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José Zorrilla

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Trump y la banda de los cinco

Será difícil cometer la sarta de errores estratégicos que ha perpetrado la banda de los cinco (Priebus, Bannon, Mattis, Tillerson y Kushner) en las primeras 100 horas de su mandato

Foto: Trump firma un memorando sobre el Estado Islámico rodeado de su equipo, en la Casa Blanca, el 28 de enero de 2017. (Reuters)
Trump firma un memorando sobre el Estado Islámico rodeado de su equipo, en la Casa Blanca, el 28 de enero de 2017. (Reuters)

Es posible que cuando lean ustedes este artículo se hayan producido algunas catástrofes adicionales pero, con todo y con eso, será difícil que ninguna Administración cometa la sarta de errores estratégicos que ha perpetrado 'la banda de los cinco'" (Reince Priebus, Steve Bannon, James Mattis, Rex Tillerson y el conde Ciano de Trump, Jared Kushner) en las primeras 100 horas de su mandato. Lo primero de todo, en lo referente a la identidad económica del país. Oficialmente, EEUU abandona su instancia librecambista para pasarse al mercantilismo más radical.

Es un giro inédito, inesperado, contrario a una tradición secular y probadamente erróneo, pues esa filosofía la adoptó Hoover en los días de la Gran Depresión y solo sirvió para contraer el comercio mundial y agravar considerablemente las cosas. Es solo cuestión de que el resto de los países del mundo hagan lo mismo y la recesión global estará asegurada. El medioambiente tampoco escapa. Se recupera el oleoducto Keystone, abandonado por contrario a criterios elementales de salud medioambiental. Y, por supuesto, se ha abrogado el Obamacare, que da cobertura de salud a 20 millones de americanos.

Lo del muro con México merece comentario aparte. Tras 30 años de estabilidad institucional, EEUU abre la caja de los truenos con su tercer socio comercial. Otra iniciativa incomprensible en el país que hizo famoso el eslogan de Reagan: "Derribe usted el muro, Mr. Gorbachov". La medida se acompaña de cerrar la página web en español de la Casa Blanca.

Foto: Arminda Murillo, de 54 años, lee un folleto sobre el Obamacare en una clínica de Cudahy, California (Reuters).
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Con China, la cosa no va mejor. Tras dos generaciones de asumir que China no hay más que una, ahora resulta que por lo visto hay dos y se resucita Taiwán. Por si fuese poco, se renuncia al Tratado de Libre Comercio del Pacífico. Era una iniciativa americana para tratar de anular la ventaja comparativa del Tratado de Libre Comercio chino que habían firmado todos los países de la zona menos Japón y Corea del Sur. Sin duda, ese contra-tratado americano era el mejor método de contener al dragón sin abrir la caja de los truenos, ya que la posición de ventaja de EEUU respecto de sus socios, y sin China, le garantizaba un relieve económico sustancial en un escenario en el que necesita inexorablemente la cooperación de los actores de la zona.

La solución que se ha escogido es otra. Mandar a Japón, Corea y Taiwán al secretario de Defensa. Son los únicos países que quedan en ese escenario. Los otros se han perdido, empezando por Filipinas, gravísimo contratiempo, aunque no el único, porque Malasia, Myanmar, Tailandia, Bangladesh, Pakistán y últimamente Camboya se han alineado con Pekín

En Europa, ya en la posguerra de 1945, cuando la Gran Generación EEUU —los Kennan, Marshall, Forrestal, Einsenhower, etcétera— se inclinaba sobre las peticiones europeas, su comentario era siempre el mismo: "Un problema, 10 soluciones", en referencia a la dificultad de gestionar tantas y tan pequeñas polis. Desde entonces, la estrategia estadounidense ha sido la de apoyar la unidad europea sin fisuras. Hasta ahora, momento en el que la banda de los cinco ha decidido que el continente se gestiona mejor si cada uno de los estados europeos hace la guerra por su cuenta. Se apoya el Brexit, a Le Pen y todos los otros extremismos nacionalistas. No sé qué diría Wilson si levantara la cabeza.

Lo siguiente ha sido prohibir el acceso a EEUU de los ciudadanos de siete países musulmanes y preferir solicitantes cristianos a islámicos. Ambos criterios son contrarios a una ley que costó muchos años conseguir. Nada que haya impedido a la Casa Blanca abrogarla. Afortunadamente, una jueza ha suspendido la orden alegando "daños irreparables". Conviene subrayar que muchos de los afectados eran colaboradores locales de las fuerzas armadas de EEUU en Siria, Irak, Afpak o estudiantes o refugiados, cuyo destino, de no haber mediado la jueza, era la cárcel.

El ruido es ensordecedor. Se ha filtrado la discusión que los republicanos han tenido sobre la abrogación del Obamacare y es convicción del grupo parlamentario que sustituir esa iniciativa va a ser mas caro que mantenerla. En lo referente a inmigración, 200 condados o ciudades se han declarado 'ciudades santuario' y se niegan a colaborar con las autoridades federales en la ejecución de las deportaciones y otros arbitrios contra los inmigrantes o sus hijos, incluidos los niños nacidos en EEUU. Trump ha asegurado que cortará fondos federales a todos los santuarios, y su amenaza le ha valido ganar Miami. Pero no otras, sobre todo Chicago, firme y desafiante. Trump ha amenazado a la 'ciudad del viento' con el envío de tropas federales. Veremos si se confirma el enfrentamiento y Chicago viene a ser otro Río de Janeiro ocupado por el ejército.

Se ha publicado una noticia diciendo que la Administración está a favor de la tortura y de seguir enviando sospechosos a cárceles del tercer mundo. La Casa Blanca ha negado tener nada que ver con esas opiniones. Esa misma Casa Blanca cancela la acreditación de prensa al 'Washington Post' (Premio Pulitzer por el Watergate) y no responde a las preguntas de la CNN. Tampoco sabemos si la desaparición de los mas importantes cargos del Departamento de Estado ha sido purga o dimisión voluntaria. También es una incógnita si van a desaparecer el National Endowment for the Arts y el National Endowment for Humanities. Otro tanto puede decirse de la Corporation for Public Broadcasting, creada por Lyndon Johnson y de la que luego salieron la televisión pública americana (PBS) y la radio nacional (NPR). No me pierde el entusiasmo ni el sectarismo si digo que posiblemente sean las dos mejores cadenas públicas del mundo, e incluyo en la clasificación a la BBC.

Para hacer mas sorprendente todo este remolino, la burocracia federal asegura ni haber sido informada ni estar al corriente de todas estas iniciativas, incluidas las referentes a la libertad de comercio. Para poner algo de música de fondo a tanto estruendo, la sociedad, por su parte, está sublevada. Todos los martes hay manifestaciones contra la banda de los cinco, y detrás de esos movimientos cívicos de protesta se encuentra el movimiento MoveOn de George Soros. Soros es famoso por haber organizado las revoluciones de colores en la periferia de Rusia. Vamos a ver cómo le salen esos 200 Maidanes en casa. Puede ser hasta divertido.

Vamos de sorpresa en sorpresa y leemos los periódicos todos los días con sobresalto. Ahora bien, lo que no es ninguna sorpresa es que en el comunicado oficial de la Casa Blanca sobre el Holocausto no se mencione la palabra 'judío' ni 'antisemita'. Recuerden quiénes apoyan al nuevo presidente.

Es posible que cuando lean ustedes este artículo se hayan producido algunas catástrofes adicionales pero, con todo y con eso, será difícil que ninguna Administración cometa la sarta de errores estratégicos que ha perpetrado 'la banda de los cinco'" (Reince Priebus, Steve Bannon, James Mattis, Rex Tillerson y el conde Ciano de Trump, Jared Kushner) en las primeras 100 horas de su mandato. Lo primero de todo, en lo referente a la identidad económica del país. Oficialmente, EEUU abandona su instancia librecambista para pasarse al mercantilismo más radical.

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