Apple, si finalmente lanzas un reloj, espero que sea así

¿Por qué no terminan de despegar los smartwatch? El producto cuenta con todos los ingredientes para convertirse en uno más entre nosotros, de esos de los que nos hacen dar la vuelta si por un despiste olvidamos en la mesilla. Llevar toda la información encima es un sueño recurrente que hoy en día y gracias a la evolución de la tecnología es posible. O casi. De hecho, un reloj, pulsera o incluso unas gafas, son la evolución natural que sucede al smartphone.

En esta alocada carrera por dotar al usuario de nuevas formas con las que comunicarse, algunas marcas han apostado por golpear primero, aunque el derechazo no sea certero: Samsung se empeñó en ganar al sprint una carrera en la que corría solo, y al final no queda claro si ganó o perdió. Otro tanto se puede decir de Google, que corrió a presentar al mundo sus gafas Glass, pero en un lenguaje que el usuario no sabe interpretar. Parece que todos olfatean que el futuro pasa por los conocidos como wearables, pero nadie acierta, por el momento, a dar con un producto transgresor.

Todas las miradas se dirigen ahora a Apple, una empresa que históricamente ha sabido adelantarse a las necesidades del mercado con productos que han cambiado de alguna manera las reglas del juego

Así las cosas, todas las miradas se dirigen ahora a Apple, una empresa que históricamente ha sabido adelantarse a las necesidades del mercado con productos que han cambiado de alguna manera las reglas del juego (iPod, iPhone o iPad son buenas muestras de ello). La firma californiana todavía no ha movido ficha pero algunos pasos en esa dirección hacen sospechar que es posible que lo haga en un futuro cercano.

No vamos a hacernos eco de los cientos de rumores que se han vertido al respecto, pero sí de dos evidencias que pueden ponernos sobre la pista: Tim Cook reconoció que era una vía que había que explorar y la firma ha contratado a dos figuras clave (diseñador y asesor, respectivamente) del equipo de Fuelband, la pulsera deportiva de Nike. Y los fichajes no son baladí, puesto que Nike siempre ha sido una marca bien considerada por Apple, desde los tiempo de Steve Jobs.

La clave está en la pantalla

¿Cómo es posible que un dispositivo con tantos boletos para triunfar no termine de despegar? El diseñador italiano Federico Ciccarese es un viejo conocido por los seguidores de Apple. No trabaja para la firma pero sus bocetos sobre posibles productos de la firma californiana reciben habitualmente los elogios de la comunidad y ha vuelto a sorprender con un diseño de un reloj inteligente que cuenta con una clave que marca realmente la diferencia.

El diseño del italiano hubiera pasado desapercibido, de no ser por cobrar sentido de repente las palabras del mismísimo Steve Wozniak en declaraciones a la BBC a comienzos de esta misma semana. El cofundador de Apple sugiere que los relojes inteligentes son el futuro, pero destaca un elemento que parece que nadie ha tenido en cuenta: la pantalla de los relojes presentados hasta la fecha es muy pequeña.

Parece una perogrullada, pero la escasa experiencia en el mercado de los primeros relojes apunta en esa dirección: los compradores de estos dispositivos se han encontrado con que su funcionalidad estaba muy limitada por las escasas pulgadas de su pantalla. Leer el correo y un par de funciones extra realmente no parece compensar la inversión, o al menos no como para abrir una nueva vía en el mercado.

El sueño de Wozniak

El bueno de Woz lo ha visto y como su boca profiere absolutamente todo lo que pasa por su cabeza ha soltado la perla como de pasada. Pero hay más y hay que fijarse con atención la puerta abierta por el atípico socio de Jobs: esto podría cambiar en breve gracias a las pantallas flexibles. El otro Steve sugiere que van a ser muchas las marcas que salgan al mercado con relojes como el Galaxy Gear, con pantallas demasiado pequeñas, pero él ve claramente el futuro en las pantallas flexibles.

“En poco tiempo veremos pantallas orgánicas que se plegarán sobre la muñeca”, explica, y no sabemos si por intuición o porque cuenta con información interna de la casa, que precisamente ha patentado a comienzos año una pantalla flexible para la muñeca. ¿Demasiadas pistas en la misma dirección? Volvamos ahora al diseño de Ciccarese, más oportuno que nunca: estaríamos ante la materialización del sueño de Woz, con un terminal de un acabado exquisito, con una pantalla del tamaño equivalente a la de un iPhone y una funcionalidad, ahora sí, que rompería el mercado.

Samsung, entre tanto, que ha tenido que salir al paso de demasiadas críticas sobre la solvencia de su producto, que han llegado a su punto álgido en boca de David Pogue: “Nadie comprará este producto, y nadie debería”. Críticas que no parecen afectar a los coreanos que previsiblemente apostarían por el mismo camino de cara al futuro. Se rumorea que el Galaxy Gear 2 verá la luz a comienzos de año: más fino, más ligero… pero con la misma pantalla.