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Un récord Guinness, dos 'yolas' y al menos tres metáforas
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Nacho Gay

Carta de Ajuste

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Un récord Guinness, dos 'yolas' y al menos tres metáforas

Se acaba 'Supervivientes'. Disgustazo al canto. ¿Por qué? Sobre todo porque los seres sin conciencia hemos aprendido mucho de literatura y de ciencia a lo largo de la presente edición

Foto: Yola Berrocal en un fotomontaje realizado en Vanitatis
Yola Berrocal en un fotomontaje realizado en Vanitatis

El reloj marcaba aproximadamente las 10 a.m. hora española cuando Mariló Montero anunciaba en Instagram que estaba en Dallas, pero que afortunadamente había conseguido evitar el tiroteo. En ese momento, todas las nutrias del mundo se abrazaron al mismo tiempo. Se trata de un fenómeno que solo acontece una vez cada 200 años, pero era de justicia que al menos en una ocasión viniera provocado por una frase de la hoy ya exconductora de 'La mañana'.

Con Mariló fuera de la parrilla, la vida ha perdido la mitad del poco sentido que tenía ya a estas alturas. Al menos la de un servidor. A mí, como buen maníaco-depresivo que soy, la inestabilidad laboral de la gente me afecta muchísimo, por eso me alegro tanto de que la que es ya la sustituta de Mariló, Silvia Jato, haya encontrado el punto de equilibrio en estos años de ausencia. El Dorado (aclaración para conquistadores despistados) aparece en el mapa de la vida justo cuando se encuentra marido y trabajo al mismo tiempo. Pero no seré yo quien lance la primera piedra contra Jato, hoy 'casiseñora' de Alberto Fabra, expresidente 'popular' de la Generalitat Valenciana. Cómo hacerlo formando parte de una sociedad, la española, en la que el segundo superpoder más valorado en las encuestas del CIS, tras la invisibilidad, es precisamente ese. Me chivan los compañeros de Teknautas que el lunes que viene sale al mercado una versión del Street Fighter en el que se incluye por primera vez el rol de la tercera esposa. Promete.

Ainsss. Quién no ha soñado alguna vez con ser 'alma' de casa… Y de cántaro.

Tampoco seré yo quien repruebe a TVE por contratar a las novias de los amigos de los amigos de los amigos. Ni por pagarlas 1.200 euros al día. Yo, sin ir más lejos, pagué una vez a la novia de mi mejor amigo por sexo. ¿Está eso mal? ¿Es mejor que mi dinero se lo lleve cualquier desconocida por ahí o la novia de un amigo? Les intentaría responder lógica y argumentadamente a este trascendental dilema moral, pero lo cierto es que me dejé la conciencia olvidada en el último 'after' y todavía no he pasado a recogerla. Ni ganas.

Foto: Las diferentes facetas de Silvia Jato (Fotomontaje de Vanitatis)

Mi vida sin Mí

La vida sin conciencia se antoja feliz y dicharachera. Es cierto que no entiendes al profesor Gay de Liébana cuando habla ni las películas de Lars Von Trier (antes tampoco mucho, sinceramente), pero en general sales ganando. Hacía mucho tiempo, por ejemplo, que no disfrutaba tanto viendo Telecinco. Qué gran cadena para gente como yo. Desde que salí del 'after' el pasado domingo me he marcado un maratón de 'Supervivientes' que me ha dejado nuevo. Y no, no tengo nada malo que decir sobre este estupendísimo programa.

'Supervivientes' es literatura. ¿Cuántas metáforas caben en los pechos de Yola Berrocal? Representan cuando menos el peso de la vida. Hablamos aquí de un hallazgo incluso científico. Sabíamos gracias al director y guionista Alejandro González Iñárritu que el peso del alma es de 21 gramos, pero gracias a Yola sabemos que el de la vida ronda los siete u ocho kilos. Hablamos también de un récord Guinness. Hay gente con posgrados en la Columbia Business School, pero el de Yola es sin duda el CV con más peso del mundo.

Que no se nos olvide, no obstante, que detrás de esos pechos hay una mujer. O similar. El acoso que ha sufrido Yola en Honduras, con todo tipo de insultos y vejaciones mediante, convertidos en el más rentable de los espectáculos, merecería un comentario aparte, pero debería hacerlo alguien con conciencia, por lo que yo me echo a un lado. No obstante, en los tiempos en los que la tenía, hace apenas unos días, tuve que tragarme una campaña de imagen de Telecinco particularmente hipnótica en la que se insertaban píldoras de unos segundos con mensajes del tipo: no me gusta la violencia, el fanatismo, el racismo, la homofobia, el machismo. O me gusta la convivencia, el respeto, la igualdad, la tolerancia…

¡¡¡¿¿¿What???!!! No seré yo quien diga que hay que tenerlos muy grandes para hacer esta campaña cuando al menos la mitad de tu 'plantilla' tiene antecedentes penales, pero por favor que lo diga alguien. Yo es que paso de ir a recoger mi conciencia allí donde la dejé olvidada. Así estoy muy a gustito. Soy como una nutria que solo espera una nueva frase de Mariló para abrazarse a otra en el 'after' de turno.

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El reloj marcaba aproximadamente las 10 a.m. hora española cuando Mariló Montero anunciaba en Instagram que estaba en Dallas, pero que afortunadamente había conseguido evitar el tiroteo. En ese momento, todas las nutrias del mundo se abrazaron al mismo tiempo. Se trata de un fenómeno que solo acontece una vez cada 200 años, pero era de justicia que al menos en una ocasión viniera provocado por una frase de la hoy ya exconductora de 'La mañana'.

Mariló Montero
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