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'Big Mouth': la nueva serie animada de Netflix es la mejor clase de educación sexual
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Marta Medina

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'Big Mouth': la nueva serie animada de Netflix es la mejor clase de educación sexual

La nueva serie de Netflix trata de forma gamberra y desenfadada el despertar sexual en la pubertad. Dibujos animados para adultos que ponen el foco en los mitos sobre la sexualidad

Foto: Un fotograma de 'Big Mouth', animación adulta sobre el despertar sexual. (Netflix)
Un fotograma de 'Big Mouth', animación adulta sobre el despertar sexual. (Netflix)

"No te enteras de nada, ¿verdad?", le espeta la chica al chico. "¡Extra, extra! Las chicas también nos ponemos cachondas". Y entonces al chico le explota la cabeza. Así es 'Big Mouth', la última serie de animación para adultos de Netflix, una producción deliciosamente gamberra e irreverente que habla sobre la pubertad, el deseo erótico y los clichés de género —no sólo en los jóvenes, sino también en los adultos— y que arroja luz sobre los tabús y las ideas preconcebidas en las relaciones amorosas y carnales mejor que cualquier clase de educación sexual.

De la misma cuerda que 'BoJack Horseman' —pero menos nihilista— o 'F is for Family' —pero sin centrarse tanto en el desencanto de la adultez—, 'Big Mouth' es una propuesta desenfadada, con un humor acidísimo e incorrecto sobre el despertar sexual de un grupo de adolescentes y la dificultad de enfrentarse a los cambios físicos y psicológicos y la incertidumbre que acarrea un periodo vital tan caótico como es la pubertad. Y lo hace tanto desde el punto de vista de los hombres como el de las mujeres, ayudando a tumbar muchos de los prejuicios que todavía hoy conservamos, en una sociedad bastante más progresista, madura y abierta —aunque esto a veces pueda ser discutible— que en cualquier otra época de la historia. Desde los mitos de la menstruación —un tema que a muchos hombres todavía les hace torcer el gesto— hasta las dudas sobre la propia condición sexual, pasando por la evolución de las relaciones de pareja en la madurez.

placeholder La pubertad, esa época de confusión y descontrol hormonal. (Netflix)
La pubertad, esa época de confusión y descontrol hormonal. (Netflix)

¡Extra, extra! ¡Machos del mundo: el tamaño del pene no hace al hombre! Después de verle accidentalmente el pene a su mejor amigo Andrew, Elliot se siente inseguro respecto al tamaño de su miembro, así que se lo comenta a sus padres. "Cielo, Andrew se está haciendo un hombre", le explica su madre. "Está desarrollando los caracteres sexuales secundarios: cejas espesas, pezones prominentes. Su pene está pasando de la infancia a la madurez"."Y puede que tú, como yo", prosigue el padre, "nunca llegues a tener un pene muy grande, pero si entiendes el cuerpo de una mujer y, sobre todo, sus emociones, eso no importa". Sabio consejo, sobre todo respecto a un tema tan sensible y silenciado para muchos hombres.

Pero además de sincera y sorprendentemente educativa, 'Big Mouth' tiene ese punto surrealista y sanamente procaz

Pero además de sincera y sorprendentemente educativa, 'Big Mouth' tiene ese punto surrealista y sanamente procaz que la convierte en una serie sorprendente y original. La pubertad, esa edad de confusión, desesperación y alienación, de cambios que no comprendes y emociones que no controlas está analizada, además de con mucha mordacidad, con la precisión de neurocirujano. ¿Recuerda usted aquellas espinillas que le empezaron a brotar por todo el cuerpo como una plaga de procesionaria? ¿Y aquella vez que retorciéndose por los dolores abdominales sangró por primera vez? ¿O cuando el chute de hormonas abultaba su entrepierna cuando menos se lo esperaba? En 'Big Mouth', la pubertad aparece personificada como un monstruo peludo, puñetero y libidinoso que te nubla el juicio, trastoca tu cuerpo y te hace sentir deseo hasta por el papel higiénico de doble capa.

placeholder Padres que tampoco es que sean expertos en la materia. (Netflix)
Padres que tampoco es que sean expertos en la materia. (Netflix)

La serie se recrea con humor en todas esas cuestiones relacionadas con el sexo que, a la gente, en general, resultan todavía humillantes. Lo hace sin pelos en la lengua, apelando al lenguaje descarado y llamando a las cosas por su nombre. En en capítulo 'Todas sangramos', a Jenni, la protagonista femenina, le viene la regla por primera vez llevando pantalones blancos —todas hemos pasado alguna vez por eso—. A la vergüenza que le supone la situación, se le une el malestar físico que provoca y la incomprensión de lo que realmente le está pasando. ¿Va a ser siempre así? Y el momento álgido del capítulo llega con una maravillosa versión de 'Everybody Hurts' de REM cantada por un tampón que normaliza la situación y explica de manera muy precisa los mecanismos de la menstruación y los efectos que ésta conlleva en el día a día de las mujeres, que muchas veces se minimizan.

"¿Por qué en todos esos vídeos [de educación sexual] los chicos disfrutan del milagro de la eyaculación y las chicas somos una maraña de tuberías doloridas?", se plantea Jessi, poniendo sobre la mesa ese punto de vista androcentrista que cada vez vamos dejando más atrás, en el que los genitales del hombre son motivo de orgullo mientras que existe un estigma en el discurso oficioso que señala los órganos sexuales femeninos como algo sucio y vergonzante y la libido de la mujer como algo reprensible. Pero uno de los puntos más a favor de la serie es que no busca enfrentar la sexualidad masculina y femenina —bueno, sí, de forma irónica y con una pelea entre los monstruos de la pubertad de Andrew y Jenni—, sino que encuentra las similitudes en un tema igualmente delicado para hombres y mujeres. Porque también habla de la frustración que genera la incapacidad de controlar las propias eyaculaciones o los complejos que provocan las contínuas comparaciones físicas entre los hombres. Algo que, claro está, también ocurre entre las mujeres.

placeholder La pubertad, ese monstruo hormonado e incontrolable. (Netflix)
La pubertad, ese monstruo hormonado e incontrolable. (Netflix)

Y, aunque al principio pueda parecerlo, 'Big Mouth' no es una apología del sexo desatado ni de la obscenidad. También conciencia sobre los males del consumo excesivo de pornografía —con ese maravilloso capítulo final, 'Pornolandia'—, sobre las relaciones en las que hay falta de comunicación, sobre las relaciones tóxicas en las que una de las partes se aprovecha de la otra y sobre lo confuso y difícil que es, al fin y al cabo, el amor.

Foto: 'The Punisher' uno de los estrenos más esperados de 2017 en NEtflix, llega en noviembre.

'Big Mouth' es una serie arriesgada que ha encontrado en la animación el único subterfugio para poder tratar el sexo de una manera que, probablemente, una serie con actores reales no podría ni plantearse. Una idea que es tan didáctica como divertida y que, planteada como animación adulta, incide en la idea de que todavía los adultos tenemos que aprender mucho sobre sexo y relaciones, porque parece que, una vez que salimos del instituto, pensamos que la lección ya estaba aprendida. Pues resulta que no. Eso sí, no se la ponga a un menor de 16 años porque probablemente hará que le explote la cabeza.

"No te enteras de nada, ¿verdad?", le espeta la chica al chico. "¡Extra, extra! Las chicas también nos ponemos cachondas". Y entonces al chico le explota la cabeza. Así es 'Big Mouth', la última serie de animación para adultos de Netflix, una producción deliciosamente gamberra e irreverente que habla sobre la pubertad, el deseo erótico y los clichés de género —no sólo en los jóvenes, sino también en los adultos— y que arroja luz sobre los tabús y las ideas preconcebidas en las relaciones amorosas y carnales mejor que cualquier clase de educación sexual.

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