Desde Melmac
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'Star Wars', 'Girls' y otras historias de amor y odio entre el cine y las series de televisión
La buena salud de la televisión normaliza el tránsito de actores y directores a caballo entre el cine y la pequeña pantalla
Sin ánimo de exaltar a los más comprometidos con “la fuerza”, en la última película de 'La Guerra de las Galaxias' hay mucha televisión. Y, aunque resulte extraño en un largometraje de semejante calibre, la hay a ambos lados de la pantalla. Porque a la cacareada presencia del afamado J. J. Abrams se suman numerosos actores y actrices que, recientemente, hemos podido ver en la pequeña pantalla.
Algunos llegan a la película tras alternar en ambos medios sus trabajos. Otros llegan como parte del recorrido natural de sus carreras artísticas. Y también hay quien lo hace, simplemente, tras un merecido golpe de suerte. Sean cuales sean sus motivaciones, lo cierto es que la reputación de la televisión ha cambiado en los últimos años. Y los principales beneficiados han sido intérpretes, guionistas y directores que ya no tienen que esconder sus trabajos televisivos, e incluso algunos pueden presumir de ellos.
Rey y Finn, o mejor dicho Daisy Ridley y John Boyega, son dos intérpretes habituales en la televisión británica, y mientras que ella ha participado en varias producciones entre las que destaca 'Mr. Selfridge', a él pudimos verle el año pasado en el regreso de '24'. El pelirrojo General Hux será familiar para los amantes de la distópica 'Black Mirror', ya que fue protagonista del primer episodio de la segunda entrega. Otros de los debutantes en la saga han sido Adam Driver y Oscar Isaac, que ya trabajaron juntos en 2013 en 'A propósito de Llewyn Davis'.
Éste no es el único nexo de unión de dos de los actores más prometedores de su generación, ya que ambos han trabajado recientemente para HBO. Driver ha participado durante cinco temporadas (la quinta aún por estrenar) de 'Girls', mientras que Isaac está nominado al Globo de Oro por su papel protagonista en la miniserie 'Show Me a Hero'. La presencia en la película del canal de cable no termina ahí, ya que encontramos también una representación del elenco de 'Juego de Tronos' gracias a Max von Sydow, Gwendoline Christie y, en un papel menor, Thomas Brodie-Sangster.
¿Cuestión de pasta?
Pero la presencia televisiva más relevante de la película es sin duda la de su director, J. J. Abrams, que ya se encargó hace unos años de otra importante saga cinematográfica,' Star Trek'. El creador y director neoyorquino consigue así, tal y como señala el crítico televisivo Toni de la Torre en su libro J.J. Abrams: La teoría de la Caja', superar las expectativas de cualquier creador televisivo. Porque durante sus veinte años en la industria han sido muchas las producciones que han llevado su sello, antes y después de 'Perdidos', con mejor y peor fortuna en la parrilla. Todas ellas, y especialmente la afamada producción de ABC, le han ayudado a hacerse un nombre en el competitivo mundo audiovisual de Hollywood. Un universo en el que el flujo constante de guionistas, intérpretes y directores parece más relacionado con el reconocimiento que con el dinero.
Hace un par de meses la prestigiosa revista especializada 'Hollywood Reporter' publicaba un atractivo reportaje que detallaba los salarios de prácticamente todos aquellos que componen la industria audiovisual norteamericana. En el caso de los intérpretes, la remuneración depende del tipo de película y de la extensión del papel que interprete en la serie. Algo que puede llevarle a embolsarse cheques de siete cifras, o a apenas “sobrevivir” con quince mil euros por episodio. Es innegable, y ahí está la habitual lista de Forbes para corroborarlo, que algunas estrellas de la televisión se embolsan en una temporada una cifra similar a la de sus colegas por una sola película. Pero son los menos, y un año más la lista está copada de actores de comedia en producciones que llevan muchos años en antena. Esa longevidad es la que contribuye notablemente a incrementar el salario del intérprete.
No es oro todo lo que reluce
Curiosamente, cerrando la lista aparece una de las muchas estrellas de cine que han dado el salto a la televisión recientemente, Kevin Spacey, con más de nueve millones por temporada en 'House Of Cards'. Sin embargo no es oro todo lo que reluce, y tal y como señala Deadline, el aprecio de las cadenas por las apariciones estelares de conocidas estrellas les lleva a ceñir más sus elencos. Algo que termina perjudicando a intérpretes menos conocidos, y paradójicamente a los famosos, ya que su presencia no se extiende demasiado en la trama, y tampoco puede permitirse vivir, únicamente, de ser una importante estrella invitada. Aunque si eres mujer y tienes más de cincuenta años, es muy probable que la televisión sea la única que se acuerde de ti.
En el apartado de directores, la pantalla grande es mucho más provechosa que la pequeña, ya que mientras la primera maneja habitualmente cifras de seis números, en la televisión un director cobra por capítulo unos treinta y cinco mil dólares, si se trata de una comedia, y cuarenta y dos mil en el caso de ser un drama, es de suponer que por cuestiones de duración y no de género. Así que a no ser que la cuenta bancaria cambie a rojo a fin de mes, lo lógico sería pensar que conviene dedicarse en cuerpo y alma al séptimo arte. Salvo que, como a Mariano Rajoy, haya algo que te guste más que el dinero: el prestigio.
Cuestión de crédito (social)
J. J. Abrams es la excepción que confirma la regla de los últimos años, en la que eran los grandes directores de cine los que eran tentados a probar suerte en el mundo de la televisión. En 2011, Gus Van Sant se estrenaba en el medio con la injustamente olvidada serie de Starz, Boss. Dos años más tarde David Fincher hacía lo propio con los dos primeros capítulos de 'House Of Cards', el debut en el mundo de las series de Netflix. Para otros como Steven Soderbergh la televisión se convirtió en un refugio, tras haber anunciado que abandonaba el mundo del cine. Aquello que para algunos fue un drama, se convirtió en una buena noticia para los amantes de las series, al encargarse de la producción de Cinemax, 'The Knick'. La lista no se detiene ahí y en los próximos meses nombres como Martin Scorsese o Woody Allen también formarán parte de la conversación televisiva: el creador de 'Queens' regresará en febrero a HBO con 'Vinyl' y el de Brooklyn se estrenará en 2016 en la ficción serializada de la mano de Amazon.
Este flujo constante de grandes directores que trabajan en televisión se debe en buena parte al beneficio mutuo que supone para la cadena y para el director el proyecto en común. Mientras que la primera puede presumir de su adquisición, y promocionarla como si fuese el actor de moda, el director encuentra en la pequeña pantalla el lugar en el que llevar a cabo los proyectos que el cine no le permite, ya sea por razones de temática o de extensión. Aunque también hay nombres menos conocidos en el mundo del cine que salen beneficiados de su paso por la televisión. Es el caso de Cary Fukunaga, que tras una década en la industria, en la que dirigió la adaptación de 2011 de 'Jane Eyre', encontró la fama en la serie de HBO 'True Detective'.
Así que la retroalimentación que se produce en la industria audiovisual, entre el cine y la televisión, viene dada por el prestigio del que gozan ambos medios en la actualidad, ahora que la pequeña pantalla ha dejado de ser un patito feo. Un buen ejemplo de esta pluralidad laboral llegará en unas semanas, cuando se celebre en Los Ángeles la ceremonia de los Globos de Oro que entrega la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood. Los británicos Idris Elba y Mark Rylance, y la veterana actriz norteamericana Lily Tomlin ostentan el honor de estar nominados en las categorías de cine y de televisión gracias a sus trabajos en películas como 'Beast Of No Nation', 'El puente de los espías' y 'Grandma' y series como 'Luther', 'Wolf Hall' y 'Grace & Frankie'. Porque al igual que las motivaciones laborales no entienden de cifras, los buenos intérpretes lo son en cualquier formato.
Sin ánimo de exaltar a los más comprometidos con “la fuerza”, en la última película de 'La Guerra de las Galaxias' hay mucha televisión. Y, aunque resulte extraño en un largometraje de semejante calibre, la hay a ambos lados de la pantalla. Porque a la cacareada presencia del afamado J. J. Abrams se suman numerosos actores y actrices que, recientemente, hemos podido ver en la pequeña pantalla.
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