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Viaje (un poco friki) por los escenarios de 'Juego de Tronos' en Irlanda del Norte
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Aloña Fernández Larrechi

Desde Melmac

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Aloña Fernández Larrechi. Belfast

Viaje (un poco friki) por los escenarios de 'Juego de Tronos' en Irlanda del Norte

El turismo inspirado por las series de televisión gana cada día más adeptos, y en el territorio norirlandés de Invernalia o las Islas del Hierro lo saben bien

Foto: El camino conocido como Dark Hedges, que apareció en el primer episodio de la segunda temporada de 'Juego de Tronos'. (A.F.L)
El camino conocido como Dark Hedges, que apareció en el primer episodio de la segunda temporada de 'Juego de Tronos'. (A.F.L)

Nunca pensé que un día me vestiría como uno de los acólitos de Euron Greyjoy y estaría en una playa del mar de Irlanda gritando “lo que está muerto nunca morirá”. Tampoco llegué a imaginar que me sentaría a almorzar (bien temprano) con una pieza de mantequilla con forma de lobo huargo sobre la mesa. Ni que llegaría a conocer a dos de esos lobos huargos, Verano y Viento Gris. O que recorrería el primer bosque estatal de Irlanda del Norte ataviada con una espada al cinto y una capa de la Guardia de la Noche. Pero cuando me proponen un viaje con escenarios televisivos no sé decir que no. Y si ya se trata de 'Juego de Tronos' y de Irlanda del Norte, voy de cabeza.

Así que hace una semana, a estas horas en las que lees estas líneas, me encontraba disfrutando de las vistas y el buen tiempo por las Dark Hedges, algo que solo parece posible disfrutar si madrugas más que otros fans. Ese fue el cierre a un recorrido de cuatro días que me permitió conocer mejor la experiencia turística que cada año genera 30 millones de libras gracias los escenarios de 'Juego de Tronos' en Irlanda del Norte. Una ruta que incluso en invierno experimenta lo que supone convertirse en el destino de interés de millones de turistas cada año. La fiebre que no está dispuesta a terminar cuando llegue el temido desenlace de la serie.

Todo comenzó, como en la ficción, en el bosque de Tollymore, situado en el sureste del país, a poco más de una hora en coche de Belfast. Hasta allí nos acompañó Robbie Atkinson, uno de los guías que forman parte del equipo de Game Of Thrones Tours. Con cuatro rutas diferentes a disposición de los turistas más fanáticos, esta es una de las decenas de empresas que nacieron aprovechando el interés que despertó la serie por el país. Y la única que cuenta con el beneplácito de HBO, que no les reconoce como tour oficial, pero les permite utilizar las imágenes y secuencias de la serie durante sus recorridos. Puede parecer un detalle mínimo, pero ambos recursos resultan muy útiles cuando te encuentras en un escenario e intentas recordar una secuencia de hace tres temporadas.

placeholder Viento Gris y Verano en un momento del encuentro. (A.F.L)
Viento Gris y Verano en un momento del encuentro. (A.F.L)

Salvajes y Caminantes Blancos

En la entrada de Tollymore, para meternos en el papel, cubrimos nuestras espaldas con capas de la Guardia de la Noche. Tras el imprescindible reparto de espadas y escudos, vamos al encuentro de dos intérpretes que participaron en la serie, Odín y Thor. O lo que es lo mismo, Verano y Viento Gris, los lobos huargos de Bran y Robb Stark que ya tienen 8 años. William Mulhall, su dueño, trata de mantenerlos sentados, mientras la pareja de Northern Inuit se distrae con los pájaros que revolotean entre los árboles. Él también ha trabajado en la serie, al igual que algunos de sus familiares, como extra de diversas escenas. Y entre otras anécdotas comparte con nosotros que Iwan Rheon, el actor que interpretó a Ramsay Bolton, intentó comprar a Verano. Brian "obviamente" descartó la oferta por su mascota, a la que Bolton "había matado" en la ficción.

A pesar de la mirada temerosa de los niños con los que se cruza la Guardia de la Noche que forma el grupo, el visitante agradece un atuendo tan conveniente para el frescor propio de la zona cuando comienza a caer la tarde. Robbie dirige nuestros pasos, y entre anécdotas del rodaje y apuntes sobre la riqueza ambiental de la zona, nos adentramos en el bosque. "Usad vuestra imaginación, imaginad la nieve hasta donde os alcanza la vista. Y mantened los ojos bien abiertos, en esta zona hay salvajes y Caminantes Blancos", dice sonriendo después de señalarnos uno de los lugares que vemos en la primera temporada.

placeholder Acceso al lugar en el que se rodó una de las primeras escenas de la serie. (A.F.L)
Acceso al lugar en el que se rodó una de las primeras escenas de la serie. (A.F.L)

La acción se trasladará un poco más atrás en la narración, y tras ascender unos metros nos encontraremos en el lugar en el que arranca la producción. El emplazamiento circular natural que hizo posible la macabra composición de cuerpos desmembrados que vemos en la primera escena. "Un símbolo muy importante para 'Juego de Tronos'", insiste Robbie recordando el cercano regreso de la nueva temporada de la producción.

En la orilla del río Shimna, que cruza el bosque, nuestro guía nos descubre la escena en la que Tyrion y Jon Nieve conversan en su camino hacia el Muro. Y muy cerca de allí se encuentra el puente Altavaddy, en el que los Stark encontraron los cachorros de lobo huargo. "¿Veis los 3 puntos blancos de ese árbol que está frente a nosotros?", pregunta a los presentes sujetando una lámina con la imagen que vemos en la serie. "Jon se para porque encuentra ahí a Fantasma, y cuando Jon desaparece con él, la cámara muestra el puente que tenemos delante", comenta señalando la construcción. "Por ahí es por donde los personajes abandonan la escena, donde termina la escena y donde acaba nuestro tour en el bosque de Tollymore", concluye sonriente.

placeholder Tiro con arco, una de las actividades del tour de Invernalia. (A.F.L)
Tiro con arco, una de las actividades del tour de Invernalia. (A.F.L)

Próximo destino, Invernalia

La mañana siguiente, vivir la experiencia de 'Juego de Tronos' exige algo más del intrépido visitante. Nuestro primer destino será el castillo de Ward. O lo que es lo mismo, Invernalia en la primera temporada de la serie. Aunque a primera vista no lo parece y será Robbie, con sus láminas con capturas de la serie, el que nos desvelará lo que la tecnología hizo por esta edificación del siglo XVIII. A grandes rasgos, el castillo tiene una única torre, y no dos como vemos en pantalla, y detrás de una pared de madera, que se ve a la derecha de algunas secuencias, se esconden unos modernos baños públicos. "Espero que no hagáis como el señor de Carolina del Norte que lloró decepcionado" porque Ward se parece al hogar de los Stark menos de lo que le gustaría a cualquier fan. La anécdota la cuenta William Van Der Kells, maestro de armas de Invernalia y nuestro anfitrión en Winterfell Tours.

El castillo es propiedad de la entidad que gestiona la conservación histórica de Reino Unido, pero desde que William puso en marcha el negocio el número de visitantes "se ha incrementado en un 30%". Además de la experiencia que estamos a punto de vivir, la compañía también organiza bodas, banquetes medievales, estancias y tours privados. La simpatía y la verborrea de William hace que, sin darnos cuenta, lleguemos hasta el patio de la casa ataviados con la capa de rigor. Allí nos enseñará una de las habilidades necesarias para pertenecer a la guardia de los Stark, el tiro con arco.

placeholder Castillo de Audley. (A.F.L)
Castillo de Audley. (A.F.L)

Tras comprobar si estamos hechos, o no, para vivir en la época medieval (en mi caso no), William nos lleva hasta otro castillo, el de Audley. Una pequeña torre que aparece en diversos episodios en las proximidades del campamento de Robb Stark. Además de enseñarnos el arte de la espada, nuestro guía nos revela otra curiosidad sobre la producción. Allí se crearon digitalmente las torres de los Gemelos, el cruce fortificado de la casa Frey, aprovechando la curiosa orografía costera del condado de Downpatrick.

Hacia el interior, el aire tétrico del camino resulta familiar para algunos y Robbie no tarda en confirmar que allí fue donde Brienne y Jaime Lannister encontraron colgadas a tres jóvenes al final de la segunda temporada. Unos metros más adelante, otro punto de vista del camino nos permite ver el lugar en el que Tyrion recluta a Bronn. Muy cerca, vimos a Robb y Talisa conversar en la segunda temporada. En un paseo de treinta minutos hemos visitado varios escenarios de 'Juego de Tronos', porque las enormes posibilidades de la zona no pasaron desapercibidas para los responsables de las localizaciones de la serie en Irlanda del Norte.

Para reponer fuerzas ponemos rumbo a Strangford, la localidad en la que se encuentra The Cuan. Este hotel familiar de cuatro estrellas, situado muy cerca del puerto, fue el lugar en el que Sean Bean, Sophie Turner y otras de las estrellas de la producción pernoctaron durante el rodaje de la primera temporada. Posteriormente, aprovechando el interés de muchos de los viajeros que llegaban a la zona gracias a las localizaciones de 'Juego de Tronos' comenzaron a ofrecer menús temáticos inspirados en la serie. Y por algo más de cuarenta euros cualquier fan puede disfrutar del menú de Invernalia para el banquete del Rey, en el que degustaron estofado de garbanzos, pollo a la miel y pastel de bacalao. La comilona, que se acompaña con mantequilla con el emblema Stark, la banda sonora de la serie y una mesa vestida (medievalmente) para la ocasión, se cierra con arándanos con crema y galletas. Todo un convite a la altura de los festejos más señalados del norte de Poniente.

placeholder Exterior de las cuevas de Cushendun. (A.F.L)
Exterior de las cuevas de Cushendun. (A.F.L)

Batalla (cómica) en la arena

Cómo si fuésemos Theon Greyjoy, y nos sintiésemos "el hijo pródigo", dejamos atrás las tierras de los Stark para regresar a casa y adentrarnos en los dominios de las islas del Hierro. Para ello, con Belfast como punto de partida, recorreremos la costa del condado de Antrim, una zona repleta de cascadas, senderos fluviales y valles. En nuestro camino nos encontramos, entre varios carteles que prohíben detenerse o reducir la velocidad, con la cantera de Maghermorne. A lo lejos, con algunas indicaciones e imaginación, podemos distinguir la estructura en la que se creó el Muro, que próximamente se convertirá en una atracción turística gracias a la iniciativa ‘Game Of Thrones Legacy’.

El encargado de desvelarnos los secretos televisivos de la ruta de las islas del Hierro es Adrian Hanna, que participa en la serie desde 2015. Hanna comenzó trabajando como extra en varias escenas, pero su parecido con Liam Cunnigham, Ser Davos en la serie, le permitió convertirse en su doble. A pesar de que no era amante de las ficciones medievales, Hanna se ha convertido en un experto en la materia, y a nuestro paso por el Lago Larne, nos desvela cómo se rodó allí la batalla de Casa Austera con medio centenar de extras que luego se multiplicaron digitalmente.

placeholder Escaleras del puerto de Carnlough. (A.F.L)
Escaleras del puerto de Carnlough. (A.F.L)

En nuestra primera parada, Carnlough, podemos comprobar que los fines de semana de invierno también son un buen momento para recorrer las localizaciones de 'Juego de Tronos'. En las escaleras del pequeño puerto se acumulan los fans que, pacientemente, esperan su turno para hacerse una foto. Allí se rodaron las escenas en las que Arya salía a la superficie tras caer al agua en Braavos. Seis horas de rodaje que apenas duraron veinte segundos en pantalla, ya que las escenas anteriores y posteriores se rodaron en Girona.

De las cálidas tierras del Mar Angosto, nos trasladamos a las Tierras de la Tormenta, situadas en la desembocadura del río Glendun. Allí se encuentra Cushendun, la pequeña localidad de poco más de un centenar de habitantes, que ha visto trastocada su tranquila existencia gracias a la serie de HBO. Pocos imaginaban en 2011, cuando se rodaron las escenas de Melissandre pariendo un espectro letal en las cuevas, que aquellas cavidades subterráneas naturales recibirían millones de visitantes cada año gracias a la truculenta escena. Desafortunadamente, la aparición de otros grupos de turistas restan cualquier atisbo de temor que el visitante pueda rememorar.

Con la mirada puesta en esos grupos de turistas que si llegan antes que tú arruinan la foto, nos dirigimos a la isla de Pyke, o lo que es lo mismo, el puerto de Ballintoy. El acceso solo es posible a través de una estrecha carretera en la que no cabe un autobús grande, algo que limita el número de visitantes. Al llegar nos encontramos el puerto en el que desembarcó Theon, el lugar en el que enterraron a su padre, o las piedras sobre las que su tío Euron se postuló como heredero.

De nuevo nos sumergimos en la experiencia vestidos como soldados, en esta ocasión de las islas del Hierro. Y en nuestro paseo por la zona descubrimos otro grupo de fieles a los Greyjoy, llegados de Canadá, Estados Unidos y, cómo no, España. A pesar de que somos leales al mismo emblema, el momento es propicio para llevar un poco más lejos la inmersión en el universo de 'Juego de Tronos' y los guías no desaprovechan la oportunidad de simular una batalla en la playa. La inexperiencia de los contendientes convierte la representación en una (cómica) escena de espadachines, que no pueden dejar de reírse ante las circunstancias. Euron estaría profundamente decepcionado.

placeholder La montaña de Binevenagh en la que se rodaron algunas escenas de la serie. (A.F.L)
La montaña de Binevenagh en la que se rodaron algunas escenas de la serie. (A.F.L)

Volando sobre el mar Dothraki

Para aquellos que quieran llevar un poco más allá la experiencia, la empresa de alquiler de helicópteros Cutting Edge también ha adaptado sus servicios a las posibilidades turísticas que ofrece 'Juego de Tronos'. Y por 225 libras (262 euros) propone a los fans sobrevolar, como si de un dragón se tratase, otras localizaciones de la serie como el castillo de Dunluce o el puente colgante de Carrick-a-Rede. Ronald Millen, el piloto del pequeño helicóptero, es el encargado de señalar a los viajeros más intrépidos los escenarios por los que vuela, entre los que también se encuentra el imponente mar Dothraki, situado en la montaña de Binevenagh, o la costa de Dorne, que en realidad es la paradisíaca playa conocida como Portstewart Strand.

placeholder La Calzada del Gigante. (A.F.L)
La Calzada del Gigante. (A.F.L)

De vuelta en suelo firme, el cierre a esta ruta por la vertiente noroccidental de Poniente lo ponen dos escenarios extraordinariamente turísticos, la Calzada del Gigante y The Dark Hedges. La primera, obra de la naturaleza, no aparece estrictamente en la serie pero la proximidad de esta espectacular formación de columnas de basalto la convierten en una visita obligada. La segunda también era conocida, pero fue la huida de Arya de Desembarco del Rey lo que convirtió este camino de hayas en un lugar de peregrinaje. Y desde entonces, las autoridades se han visto obligadas a prohibir el paso de vehículos por el camino que flanquean los famosos árboles.

En enero de 2016 el viento derribó algunos de los árboles que los Stuart habían ordenado plantar en el siglo XVIII, preocupados porque el largo camino hacia su casa resultase demasiado monótono. Si a la ausencia de algunos ejemplares le sumamos las iniciales grabadas en los troncos (porque los idiotas también viajan), no resulta fácil ponerse en la piel de la joven Arya mientras atravesaba el frondoso camino. Afortunadamente Adrian nos invita a recorrerlo hasta el final y aunque la desnudez propia del invierno no ayuda, nuestra vista y nuestra memoria televisiva encajan cuando llegamos a la parte más elevada del camino. Allí, la joven Stark comenzó su aventura, y allí es donde termina la nuestra. 'Valar morghulis'.

Nunca pensé que un día me vestiría como uno de los acólitos de Euron Greyjoy y estaría en una playa del mar de Irlanda gritando “lo que está muerto nunca morirá”. Tampoco llegué a imaginar que me sentaría a almorzar (bien temprano) con una pieza de mantequilla con forma de lobo huargo sobre la mesa. Ni que llegaría a conocer a dos de esos lobos huargos, Verano y Viento Gris. O que recorrería el primer bosque estatal de Irlanda del Norte ataviada con una espada al cinto y una capa de la Guardia de la Noche. Pero cuando me proponen un viaje con escenarios televisivos no sé decir que no. Y si ya se trata de 'Juego de Tronos' y de Irlanda del Norte, voy de cabeza.

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