La climatología y el asfalto de Sepang, los primeros enemigos de Lorenzo y Ducati

Esta semana, de miércoles a viernes concretamente, ya rodaron en Sepang los equipos de pruebas de MotoGP. Todas las fábricas pusieron en pista a sus probadores, que debían allanar el trabajo a los pilotos del Mundial. Sin embargo, no podemos decir que esta avanzadilla haya disfrutado de unos entrenamientos realmente provechosos. Llovió en Sepang, como es habitual, pero los problemas del nuevo asfalto se mantienen: la pista no drena suficientemente bien, no se seca completamente, y permanecen grandes zonas de humedad que impiden a los pilotos emplearse a fondo.

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Esto del efecto botijo que padece este circuito ya lo vimos en el pasado Gran Premio y, lógicamente, es algo que no se soluciona de forma espontánea, así que el autor de la reforma de la pista el pasado año, el estudio italiano Dromo, no descarta que dadas las circunstancias tenga que realizar un nuevo reasfaltado.

Todo esto sucede cuando las esperadas pruebas de MotoGP comienzan este lunes. Se trata de tres jornadas cruciales, pues duran hasta el miércoles, en las que los pilotos deberán emplearse a fondo para evaluar las mejoras realizadas en las motos por los ingenieros en los dos últimos meses. Para algunos, como es el caso de Ducati, este trabajo es crucial, dado que Jorge Lorenzo apenas tuvo oportunidad de rodar en noviembre, más allá de las dos jornadas de toma de contacto que tuvo lugar en Valencia.

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Las previsiones meteorológicas en Sepang no son muy buenas. El pronóstico habla de un 80 por ciento de lluvia a lo largo de los tres días, y si al menos nos encontráramos sobre el viejo asfalto, bacheado en algunos puntos, sí, pero con un drenaje excelente que permitía volver a pista poco tiempo después de una buena tormenta, la situación sería más llevadera. Pero con el nuevo asfalto todo el mundo sabe que cualquier aguacero echará por tierra el trabajo de una jornada. Gigi Dall’Igna, el director técnico de Ducati Corse, ya ha dicho que rodar en esas condiciones no sirve de nada. En ocasiones, parecía desesperado: “Por el momento estas pruebas son una pérdida de tiempo”, llegó a decir. No en vano, durante las dos primeras jornadas apenas disfrutaron de una hora de pista seca, y en la tercera volvió a llover…

Trabajo por hacer

Durante los tres días de trabajo de los probadores, Ducati puso en pista a Casey Stoner y Michele Pirro. Y Jorge Lorenzo estuvo presente en el 'box' desde esa primera jornada, atento a todo el trabajo del equipo de pruebas y a las indicaciones de Stoner, porque dado los pocos kilómetros que ha cubierto con la Ducati -126 vueltas al Circuit Ricardo Tormo, poco más de 500 kilómetros- necesita toda la información posible para conocer mejor a su nueva compañera.

La dedicación al proyecto MotoGP es absoluta en Ducati. De hecho, una vez que el campeonato se ponga en marcha la fábrica boloñesa va a destinar todos los recursos de Ducati Corse, el departamento de carreras, al equipo de MotoGP, dejando en segundo plano al equipo del Mundial de Superbike, por más que ganar el título de SBK con la Panigale, su moto de serie, es un objetivo largamente perseguido por la marca. Pero cuando empiecen las carreras, Chaz Davies, el piloto estrella de Ducati en SBK, sabe que tendrá que apañárselas con lo que haya dentro de su 'box'.

Pero Ducati no es la única ávida por evaluar su moto. Yamaha ha sometido a su YZR M1 a una minuciosa transformación. Kouichi Tsuji, el responsable técnico de la marca japonesa, ya advirtió durante la presentación del equipo que la nueva moto es “completamente distinta a la de 2016”. Una afirmación así, tan categórica, del principal ingeniero de la marca, no deja lugar a dudas. Hay que mirar a esa moto con atención. Durante el trabajo previo de los probadores, Katsuyuki Nakasuga, hizo diversas salidas con la M1 dotada de alerones, ahora prohibidos, para comparar el rendimiento de la antigua moto con el de la nueva, algo que también hizo Stoner, que además trabajó sobre otras soluciones aerodinámicas, como llantas lenticulares.

Los denostados alerones, que resultaban realmente efectivos porque contribuían, entre otras cosas, a una mejor aceleración, que es la clave de todo en el rendimiento de una moto, darán paso a nuevas soluciones para evitar perder las ventajas que ofrecían. Los fabricantes buscan alternativas, y las comparativas entre las viejas y las nuevas motos a cargo de los probadores ayudan a verificar si se están dando los pasos adecuados.

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De todos modos, Yamaha llega a Sepang con mucho trabajo avanzado, y con la ventaja de haber rodado el pasado mes de noviembre, aunque para las pruebas de estos días hay nuevo material que evaluar. Honda también tiene bastante claras las cosas gracias a su avanzado trabajo de desarrollo, que se inició ya en plena temporada 2016. Veremos que le depara a Suzuki las nuevas condiciones en las que tiene que competir, tras quedarse sin concesiones gracias a sus buenos resultados de la pasada temporada. KTM y Aprilia son una incógnita, pero el fabricante austriaco, que ha desplegado todo su potencial –es el mayor fabricante europeo- estando presente en todas las categorías del campeonato, cuenta con un ambicioso proyecto y dos capacitados pilotos.

De todas las marcas, sin duda que es Ducati la que más necesitada está de tiempo, pero no porque no haya hecho sus tareas, sino porque a Lorenzo le faltan kilómetros sobre la Desmosedici. Pero depende más del caprichoso asfalto de Sepang que del clima del trópico.