Madrid necesita medidas de consenso para solucionar el problema del tráfico

Madrid, como todas las grandes ciudades del mundo, tiene un problema de tráfico. Cada día hay más coches, hay atascos, aumenta la contaminación y hay que buscar una solución. Pero hay que hacerlo sin prisas, sin improvisar, y poner los cimientos para que en un futuro próximo el problema se vaya solucionando.

Lo que no se puede hacer es lo de la semana pasada, cuando al saltar las primeras alarmas por la contaminación los responsables del ayuntamiento decidieron aplicar los protocolos de limitación para el tráfico. No es viable que hasta las doce de la noche los conductores no sepan si van a poder entrar en Madrid a la mañana siguiente, si van a poder aparcar o si solo lo van a poder hacer los vehículos con matrícula par o impar.

Opinión

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Tampoco es de recibo una señalización ambigua. El último domingo de octubre, a las 9,30 de la mañana, la M30 estaba llena de unas señales que yo no entendí bien. En todos los paneles había una señal de 70 km/h con una indicación que decía "en accesos a la M30". Yo entendí que los 70 km/h de límite eran solo en los accesos a la via de circunvalación, pero no en la propia M30. Creo que estaba equivocado y seguro que pronto recibo una multa por ello.

Madrid prepara un proyecto de calidad de aire, el que lleva meses trabajando, pero que a juzgar por lo que hay hasta la fecha no dice mucho más que se va a proteger a los madrileños, se va a proteger la ciudad, se va a cuidar el entorno y se va a controlar la contaminación. Entre las cosas que se barajan en este proyecto está cerrar al tráfico la Gran Vía o limitar a 70 km/h la velocidad en la M30 siempre y no solo en los casos puntuales en los que hay niveles de contaminación elevados.

El centro de la ciudad se va a cerrar al tráfico excepto para los residentes, pero los coches de la Policía Municipal son casi todos diésel, que es el combustuible más contaminante de los disponibles para un automóvil. Cuando los responsables del ayuntamiento plantean cerrar al tráfico la ciudad porque hay altos niveles de óxidos nitrosos en el ambiente, ¿por qué se prohíbe también la circulación de los coches de gasolina que prácticamente no emiten óxidos nitrosos por su tubo de escape?

Cuando se va a tomar la decisión de limitar a 70 km/h en toda la M30, ¿alguien del ayuntamiento se ha planteado realmente cuál es la razón concreta por la que esta medida se toma, si es para reducir la contaminación, o si es para reducir el nivel de ruido en la ciudad, o para mejorar la seguridad vial o si simplemente es para poner más multas? El ayuntamiento ha puesto de modo experimental una limitación de velocidad de 70 km/h en la zona de la Casa de Campo. Y el experimento ha funcionado tan bien, económicamente hablando, que se va a aplicar en toda la M30.

El impuesto IVTM

El Ayuntamiento de Madrid se plantea cerrar al tráfico el centro de la ciudad salvo para los residentes. Todos los propietarios de un vehículo, vivan donde vivan, pagan cada año un impuesto, el IVTM, más conocido como impuesto de circulación. Este impuesto, con el que se pagan las infraestructuras y su mantenimiento, lo cobra el ayuntamiento donde está censado el coche, pero en realidad se paga por circular por todos los pueblos de España.

Si Madrid prohíbe circular a los vehículos que no son de Madrid, la filosofía del IVTM cambia radicalmente. Si un ciudadano de Móstoles, Alcobendas o Burgos no puede entrar en Madrid, exactamente igual podrán prohibir la circulación a los vehículos que no hayan pagado el IVTM local en todos y cada uno de los ayuntamientos de España. Y esto será el caos porque a la entrada de cada municipio habrá un recaudador de impuestos. Eso sí, será un caos muy interesante para las arcas de los ayuntamientos.

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El tráfico, el uso del vehículo particular para desplazarse, es como todo en la vida, a unos les gusta mucho y a otros no les gusta nada. Pero lo mismo ocurre con el tabaco, música o los perros. No se pueden prohibir los perros o el tabaco porque al ayuntamiento o al concejal de turno le molesten. Tampoco se puede permitir la música a todas horas, y por ello hay que buscar una solución de consenso. Por ejemplo, con el tabaco, una ley que a los fumadores les parece muy restrictiva y a los no fumadores les parece demasiado permisiva. Es un punto intermedio.

Con el automóvil hay que conseguir lo mismo, tratar de concienciar a los ciudadanos para usar menos el coche y de manera más racional, pero no se puede prohibir de manera radical. Coche eléctrico, aparcamientos disuasorios, precios más caros de los aparcamientos... hay muchas soluciones para ir cambiando poco a poco las cosas, las rutinas, pero las medidas radicales no llevan a nada bueno, y lo que se está preparando para el uso del automóvil en Madrid es eso, medidas radicales.