A mi bola
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Cuando en nombre de la igualdad se toca lo que no se debe (y no es el bombo)
Sin consultar con sus socios, el Consejo de la Real Sociedad cambia el himno para sustituir 'mutilak' (muchachos) "porque el club está formado por todos y todas", cuando siempre lo ha estado
El pasado fin de semana, la Real Sociedad viajó a Madrid para jugar -o eso es al menos lo que se esperaba que hiciera- contra el Atlético en el Wanda Metropolitano. Como quiera que ese mismo día el equipo femenino del club donostiarra también tenía partido de la Liga Iberdrola en la capital, en su caso contra el Madrid CFF, ambos se trasladaron juntos en avión desde San Sebastián. Además, al viaje de regreso se sumó el equipo de hockey, también de chicas, que por la mañana se enfrentó al Club de Campo y había viajado un día antes en autobús. Sin duda, una gran iniciativa del Consejo que preside Jokin Aperribay, pues, aunque es cierto que a día de hoy el fútbol femenino no genera ni una centésima parte que el masculino, clubes profesionales y saneados como es el caso de la Real tienen recursos suficientes como para tratar, al menos en temas como estos, a los dos equipos por igual, si bien no todos lo hacen.
Sin embargo, cuál fue mi sorpresa, que este martes se hizo público que la Real Sociedad va a cambiar su himno apelando a la igualdad, lo cual generó una polémica que yo considero justificada y a la que muchos aficionados se han sumado con el hashtag #ElHimnoNoSeCambia. Primero, porque la modificación se ha decidido sin consultar a los socios, algo que suele ser habitual, tal y como ha quedado demostrado recientemente con la propuesta de nuevo escudo del FC Barcelona. Y, segundo, porque el argumento, al menos en mi humilde opinión, es ridículo por demagógico. Según el comunicado del club, "es el momento de sustituir el 'Aurrera mutilak' (adelante muchachos) por un 'Aurrera Reala' (adelante Real), porque al fin y al cabo, la Real Sociedad está formada por todos y todas. Por hombres y mujeres que sienten el orgullo de ser y de defender a la Real Sociedad".
Cabe explicar que el Txuri Urdin, como así se llama el himno oficial de la Real Sociedad de Fútbol, vio la luz el 12 de septiembre de 1971 y fue compuesto por Ricardo Sabadie a petición del mítico presidente José Luis Orbegozo. Con una música pegadiza y una letra muy sencilla escrita íntegramente en euskera, fue la banda sonora de los años más gloriosos del club donostiarra. Ha sido versionada en varias ocasiones, aunque la más conocida es la que interpretó el Orfeón Donostiarra tanto en la despedida del viejo campo de Atocha como en la inauguración del estadio de Anoeta, pero siempre respetando la letra.
Dicho esto, me gustaría dejar claro que la Real lleva "formada por mujeres que sienten el orgullo de ser y de defender a la Real" desde su fundación. De hecho, mi abuela materna (Jenara Elorz, 1896-1989) fue una de las doce mujeres que recaudaron dinero para bordar la primera bandera del club y no se perdía un partido, lo mismo en Atocha que en Bilbao o en Irún, pues en aquellos tiempos el Real Unión también estaba en Primera. Y lo mismo puedo decir de su hija, es decir, mi madre, socia durante sus años jóvenes (recientemente ha cumplido 90) y a la que en un vídeo que el club puso en el estreno del remodelado Anoeta se pudo ver celebrando un gol en el añorado Atocha junto a otras mujeres más, entre ellas mi abuela y su hermana.
"Soy mujer, txuri urdin hasta la médula y nunca me he sentido discriminada por el himno, yo también seguiré cantándolo como siempre. #ElHimnoNoSeCambia", escribió en su cuenta de Twitter una aficionada de la Real, en la misma línea que otras muchas que no confunden la igualdad con la estupidez o el postureo. Aunque por suerte para ellos los ingleses no tienen este problema porque las segundas personas son iguales, ¿se imaginan al Liverpool cambiando su ya mítico 'Tú nunca caminarás solo' ('You'll never walk alone') por 'Tú nunca caminarás sola'? En el caso del Txuri Urdin es muy sencillo, pues si alguien quiere cantar el himno cuando juegue el equipo femenino, le basta con cambiar 'mutilak' por 'neskak' (chicas) y listo.
Y es que, ¿saben de verdad lo que es igualdad? Igualdad es dar siempre, y no solo a veces, lo mismo a los futbolistas y a las futbolistas, algo en lo que se podrá avanzar mucho cuando se firme el I Convenio Colectivo del fútbol femenino profesional entre los sindicatos y la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF). Igualdad es también hacer a las niñas socias de la Real nada más nacer, es decir, lo mismo que ocurre habitualmente con los niños, para que luego sean ellas las que decidan libremente si les gusta el fútbol o no. Y no hablo por hablar.
Y, claro, el oportunismo del Consejo que preside Aperribay ha dado pie a que ahora muchos aficionados pidan que el equipo femenino también juegue en Anoeta, en lugar de hacerlo en Zubieta, algo que parece mucho más lógico, aunque hoy por hoy no es rentable y dudo mucho que se haga, al menos con regularidad, pues es verdad que la temporada pasada se disputó el derbi y la afición respondió.
El 'desarreglo' musical
Pero aquí no queda la cosa. ¿Qué decir del supuesto arreglo musical que se han inventado para, según dicen, facilitar que el himno se cante? "Una versión a capela que representa la forma a la que el club le gustaría que sonase el himno en el estadio", dice el comunicado. ¿Que le gustaría al club? ¿Y quién es el club sino sus aficionados, ya sea en su calidad de accionistas, abonados o simpatizantes? Es mentira, a la par que ofensivo, escuchar que el Txuri Urdin fue concebido inicialmente para sonar en un escenario y ser escuchado. Leer que ahora el club aspira a que el himno llegue al conjunto de la grada y "sea cantado en comunión, de pie, como signo de respeto al club y a los futbolistas" me parece desconocer la realidad.
¿Acaso alguno (o alguna) de los que ha tenido esta idea estuvo en Atocha o incluso en el propio Anoeta, por no hablar de El Molinón o las finales de Copa de Zaragoza y Madrid? Sí, allí sonó y se cantó el Txuri Urdin, con banda de música o a capela, antes, durante y después de los partidos, con el 'aurrera mutilak' y sin necesidad de que ningún iluminado (o iluminada) tuviera que decir a la afición lo que tenía que hacer. Normal que no falten quienes bromeen con imágenes de Semana Santa con la música del pretendido nuevo himno de la Real... Es de risa.
— REALADAS™ (@REALADAK) 30 de octubre de 2018
Está muy bien que los clubes crezcan, sobre todo ahora que tienen recursos para ello, pero siempre que lo hagan con gente que conozca y respete lo más importante que tiene un equipo de fútbol: el sentimiento de pertenencia de sus aficionados, los únicos que dan todo a cambio de nada. No sé si con esta historia del himno se pretendía distraer la atención de los aficionados de la Real sobre la triste temporada que está haciendo el equipo que entrena Asier Garitano, pero dudo que lo haya conseguido, pues aunque es verdad que las chicas que entrena Gonzalo Arconada tienen cada día más protagonismo y seguimiento, la mayor parte de la atención sigue centrada en los 'mutilak'. Pues eso, aurrera...
El pasado fin de semana, la Real Sociedad viajó a Madrid para jugar -o eso es al menos lo que se esperaba que hiciera- contra el Atlético en el Wanda Metropolitano. Como quiera que ese mismo día el equipo femenino del club donostiarra también tenía partido de la Liga Iberdrola en la capital, en su caso contra el Madrid CFF, ambos se trasladaron juntos en avión desde San Sebastián. Además, al viaje de regreso se sumó el equipo de hockey, también de chicas, que por la mañana se enfrentó al Club de Campo y había viajado un día antes en autobús. Sin duda, una gran iniciativa del Consejo que preside Jokin Aperribay, pues, aunque es cierto que a día de hoy el fútbol femenino no genera ni una centésima parte que el masculino, clubes profesionales y saneados como es el caso de la Real tienen recursos suficientes como para tratar, al menos en temas como estos, a los dos equipos por igual, si bien no todos lo hacen.