De la bajada de pantalones de Rubiales a la guerra por una mujer presidenta

“Hoy hacemos historia y saldamos una deuda: la liga femenina de fútbol profesional es ya una realidad”. Con esta solemnidad anunció el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Franco, la aprobación de los estatutos que el pasado lunes permitió dar luz verde a un compromiso envenenado que heredó de Irene Lozano y del que ha sabido salir airoso gracias a su talante conciliador, la brillante gestión de su director general, Albert Soler, y el respaldo que ambos han recibido del ministro Miquel Iceta para lograr que Florentino Pérez cediera y la consiguiente pataleta de Rubiales se quedara simplemente en eso, una pataleta.

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Claro que, tanto o más importante que sacar adelante esta profesionalización, es que José Manuel Franco sea muy consciente del agravio que esta profesionalización supone para el resto de deportes practicados por mujeres, de ahí que en la misma comparecencia el secretario de Estado no dudara en añadir que "el fútbol será la locomotora que impulse al resto de deportes femeninos". No en vano, entre todos los agentes que han intervenido en esta compleja profesionalización, además del CSD, solo los sindicatos FUTPRO y Futbolistas ON están libres de sospecha de no haber trasladado al fútbol femenino los intereses del masculino o estar por mero postureo, como sucede con UGT y CCOO, con el doble de puestos que de votos...

La vinculación de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), primero a la Federación Española de Fútbol (RFEF) de su ex amigo y antecesor Rubiales y luego a LaLiga, han llevado al antes sindicato mayoritario a perder las elecciones sindicales del fútbol femenino, mientras, por cierto, las del masculino siguen pendiente de repetirse en cinco vestuarios por diferentes irregularidades cometidas por el sindicato que preside el imputado e impugnado David Aganzo, quien pronto será noticia, y no precisamente por haber realizado un máster al más puro estilo Cifuentes...

¿Y qué decir de Rubiales? Quizás porque con su sola presencia en la sede del CSD ya exhibió lo que coloquialmente se conoce como bajarse de pantalones, el presidente de la RFEF dejó un recado al asegurar que apoyará "con lealtad" la nueva liga profesional femenina, "siempre que se ajuste a las normas de la propia RFEF, UEFA y FIFA". "Quiero desear toda la suerte del mundo para que nos podamos poner de acuerdo, que nos va a hacer falta", añadió Rubiales, en un ridículo gesto de rebeldía ante la sumisión que no ha tenido más remedio que rendir a Moncloa, donde, como ya informamos en El Confidencial, se han hartado de él.

Elección del presidente... o presidenta

Y una vez que, por fin, la liga profesional de fútbol femenino es una realidad, ahora falta por saber quién la presidirá. La primera precandidatura presentada es la que encabeza la ex guardameta navarra del Athletic de Bilbao, Ainhoa Tirapu, a quien acompaña Dolores Martelli. Según fuentes bien informadas, aunque aparentemente "van por libre", detrás se esconde la figura de Luis Gómez, de Iberdrola, la empresa que lleva años patrocinando el fútbol femenino y en la que también trabajó la mencionada Lola Martelli. Lo hizo antes de irse a la RFEF, de la que, como otras tantas mujeres, salió escaldada. La última, María Tato, defenestrada por Rubiales y desterrada junto a su tío Juan, de ahí que la ex directiva del Athletic no aparezca en las quinielas.

El mismo lunes se hizo oficial la segunda precandidatura, encabezada por María Teixidor y con el lema 'Es el momento. Compromiso y ambición'. La que fuera directiva del FC Barcelona entre 2015 y 2020, cuenta para ocupar el puesto de vicepresidenta con Reyes Bellver, abogada especializada en derecho deportivo y asesora de la FIFA. Posiblemente, una herencia de un pasado que le vincula a la RFEF tras haber trabajado en el despacho de Gorka Villar, hijo del expresidente federativo, de ahí que no sea descartable que Rubiales pueda andar detrás.

Como tampoco lo es que 'Unidas por el fútbol', la precandidatura de Tirapu y Martelli, esté impulsada por AFE y, por ello, indirectamente por LaLiga de un Javier Tebas al que el fútbol femenino le interesa lo mismo que nada, aunque al menos él no intenta aparentar lo contrario como su íntimo enemigo Rubiales. No en vano, Tirapu es —o al menos lo fue— vicepresidenta del Comité de Fútbol Femenino de AFE. Curioso que su alma de sindicalista le llame ahora a presidir la patronal, aunque quizás este sea realmente su sitio, porque defender, nunca defendió a sus compañeras...

De confirmarse esta teoría, LaLiga tendría así una segunda precandidatura, pues nadie duda de que la primera, y de hecho la gran favorita si la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) impone su mayoría, es la de Pablo Vilches, responsable de las secciones deportivas del Betis, quien de momento se mantiene en la sombra. Sí, un hombre, aunque desde el CSD ya han dejado claro, incluso públicamente, que prefieren que la primera presidenta de la liga profesional de fútbol femenino sea una mujer.

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"Tiene que ser la liga que se constituya la que elija. Parece razonable, lógico, que siendo la liga de fútbol femenina su presidenta sea una mujer. Porque además tenemos mujeres en el ámbito del deporte en general, y del fútbol en particular, muy preparadas y muy cualificadas. Lo harían muy bien", dijo José Manuel Franco. Cabe recordar que cada uno de los 16 clubes que forman la Primera Iberdrola tienen un aval y para que una precandidatura sea candidatura necesita tener al menos cuatro avales, de manera que, como mucho, solo puede haber cuatro. De momento, hay dos, y ambas con faldas. Los pantalones ya se los bajan otros...