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La razón por la que Irene Paredes no estuvo entre las 15 'amotinadas' y, como castigo, ultrajadas
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Kike Marín

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La razón por la que Irene Paredes no estuvo entre las 15 'amotinadas' y, como castigo, ultrajadas

Según las futbolistas, sus emails fueron "en respuesta a la petición de la propia Federación de conocer quiénes de nosotras queríamos no ser convocadas", algo impensable con hombres

Foto: Jorge Vilda e Irene Paredes, durante un partido. (Reuters/Isabel Infantes)
Jorge Vilda e Irene Paredes, durante un partido. (Reuters/Isabel Infantes)

Además del nombre de Alexia Putellas como principal ausencia de las firmantes del comunicado enviado a la RFEF, rápidamente destacado por quienes no dudaron en ponerse al servicio de la maquinaria propagandística de la Federación Española de Fútbol y asegurar a bombo y portada que "15 futbolistas renuncian a la Selección", hubo otro como es el de Irene Paredes que también brilló por su ausencia en esta lista. Sin embargo, y como en el caso de la flamante Balón de Oro, que la central no estuviera tiene una explicación, y mucho más sencilla, de lo que se pueda pensar.

Mientras Putellas sufre una lesión de larga duración y no podrá jugar con España durante muchos meses, de ahí que no tuviera ningún sentido solicitar que no se le convocara, su compañera Paredes decidió no sumarse al envío de los emails, cuyo contenido por supuesto conocía y apoyaba, porque ella ya le dijo a la cara al seleccionador todo lo que tenía que decirle. La conversación fue privada y, salvo que desde la RFEF se filtre la versión de Jorge Vilda, a saber si tergiversada como su último comunicado, solo si Irene quiere la hará pública.

Foto: Las jugadoras de la Selección celebran un gol. (EFE/Kiko Huesca)

Después de que El Confidencial desvelara la llamada de las capitanas del FC Barcelona a Rubiales pidiéndole cambios en la estructura federativa del fútbol femenino, empezando por la del mencionado Vilda, pero siguiendo por otras como la del presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, el navarro Rafael del Amo, Paredes tuvo que aguantar una enorme presión desde que llegó a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para iniciar una nueva concentración con la Selección. Si el ambiente no suele ser el más acogedor, tal y como comentan 'of the record' las futbolistas, en esta ocasión estaba aún más enrarecido. Y no por culpa del mensajero, sino de quien no hizo caso a un mensaje que no surtió el efecto deseado, aunque sí tuvo algunos secundarios.

El siniestro papel de Alfredo Lorenzo

Primero, cuando el seleccionador fue reuniéndose una por una con todas las futbolistas, con lo que ello supone, quizás no tanto para veteranas como Irene, pero sí para otras mucho más jóvenes. Mención especial merecen las jugadoras del Real Madrid, claramente coaccionadas, como demuestra la ausencia de todas ellas entre las 15 'amotinadas' y el comentario de la agente de dos de ellas: "Piden un proyecto profesional que les permita ser competitivas y optar a ganar títulos. Esta petición cobra sentido cuando la mejor generación del fútbol femenino español nunca ha logrado pasar de cuartos en las grandes citas internacionales. ¿Por qué necesitan más razones?".

De manera que para no sumarse a los emails, las futbolistas contaron con el asesoramiento y el apoyo de sus clubes, a excepción, claro está, del Real Madrid. Hay quien piensa que para silenciar a las madridistas durante la mencionada concentración también jugó un importante papel el director del Departamento de Integridad y Seguridad de la RFEF, Alfredo Lorenzo, estrechamente relacionado con Ana Rossell, la directora deportiva del equipo blanco, a su vez con una vinculación directa con Vilda, tal y como hemos explicado en varias ocasiones en este diario.

Y después, cuando en su condición de primera capitana, Irene Paredes tuvo que salir en rueda de prensa junto a Patri Guijarro y Jenni Hermoso, pero asumiendo ella las preguntas más comprometedoras. "Estamos aquí porque queríamos dar nuestra versión, nadie nos ha obligado", empezó diciendo la jugadora del FC Barcelona, para de este modo despejar las dudas, suponiendo que existieran. "Quiero aclarar que en ningún momento hemos pedido la destitución de Jorge, hemos transmitido el sentir de las jugadoras, nada más. Como capitanas tenemos la responsabilidad de transmitir esa información", añadió con voz temblorosa. Normal que su compañera Alexia Putellas no tardara en colgar un tuit de apoyo, con una foto de ambas abrazándose y un escueto: "Contigo, Irene Paredes".

La legazpitarra, sin apenas poder levantar la vista del micrófono, llegó a decir que "creemos que hay aspectos internos que se pueden cambiar, hay veces que hay que decir las cosas, aunque no sea agradable, para que cambien (...) y nos consta que se va a intentar cambiar la situación", algo que unas semanas después ha quedado claro que no ha sido así. Nada ha cambiado porque este es el fútbol femenino que se quiere en la RFEF, donde las árbitras son mejor tratadas que las jugadoras por la sencilla razón de que las primeras pertenecen a un servil estamento federativo como es el Comité Técnico de Árbitros (CTA) y las segundas dependen de sus clubes.

Otro detalle importante para destacar la presión que tuvo que soportar Irene Paredes fue que en esta rueda de prensa las capitanas no salieron junto al seleccionador. "Lo de salir de forma separada a hablar ante la prensa son decisiones del departamento de comunicación de la Federación", dijo Vilda en la 'Cadena Cope'. "Las ruedas de prensa solían ser conjuntas, pero en este caso está claro que cada uno dio su discurso y su versión de los hechos", añadió el seleccionador, dando a entender precisamente lo que les faltó a las futbolistas: libertad para decir la verdad de lo que estaba pasando y no maquillarla.

placeholder Irene Paredes, durante la rueda de prensa. (EFE/Sergio Pérez)
Irene Paredes, durante la rueda de prensa. (EFE/Sergio Pérez)

Tal y como explicaron las futbolistas en su comunicado de respuesta al de la RFEF, en el que dejaron claro "en ningún caso hemos renunciado a la Selección", como interesada y perversamente se filtró desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, los famosos 15 emails fueron "una comunicación privada, con información que afecta a nuestra salud, que es parte de nuestra intimidad". Esto, además de grave y claramente denunciable, fue lo que llevó a una gran parte de la opinión pública a interpretar la postura de las futbolistas como caprichosa.

El caso de Iñigo Martínez

Aunque las circunstancias sean claramente distintas, ahí está el caso de Iñigo Martínez, quien renunció nada menos que a jugar la última Eurocopa. "No estoy ni física ni mentalmente para el Athletic y la Selección. Por honestidad con esas camisetas y conmigo mismo, debo parar, dar un paso al lado para desconectar. Cuando la cabeza no funciona, los pies no avanzan", explicó el central, quien añadió que los aficionados la mayoría de las veces no son conscientes de lo que el fútbol conlleva y las presiones que les toca asumir. "Habrá más casos como el mío que saldrán a la luz", aseguró Martínez.

Volviendo a la Selección femenina, hay algo que quizás se ha pasado por encima de lo que las futbolistas explicaron en su elegante comunicado, como es el hecho de que sus emails fueron remitidos "en respuesta a la petición de la propia Federación de conocer quiénes de nosotras queríamos no ser convocadas". "Comunicación de la que, por cierto, no hemos recibido respuesta en forma", añadieron. Y es aquí donde está el quid de la cuestión. Fue la propia RFEF la que quiso conocer qué futbolistas no querían ser convocadas, algo que en el caso de Putellas y Paredes no tenía sentido por lo aquí explicado, pero que resulta inimaginable con la Selección que dirige Luis Enrique. ¿Acaso pretendían provocar lo que finalmente provocaron?

Este embrollo, en el que una vez más el secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Franco, se ha equivocado de bando, refleja el reconocimiento del grave problema interno que se ha generado por la nefasta gestión de Rubiales al frente de la institución, así como de su fiel votante Jorge Vilda, quien ejerce de asambleísta antes que seleccionador. Todo un seguro a la hora de pensar en destituirle, por más que su salida sea un clamor. Tanto, que muchos aficionados —y no digamos las aficionadas indignadas por la orgía de Salobreña—, creen que no debería seguir ni un minuto más en el cargo, cuando posiblemente ni siquiera le pongan cara...

Además del nombre de Alexia Putellas como principal ausencia de las firmantes del comunicado enviado a la RFEF, rápidamente destacado por quienes no dudaron en ponerse al servicio de la maquinaria propagandística de la Federación Española de Fútbol y asegurar a bombo y portada que "15 futbolistas renuncian a la Selección", hubo otro como es el de Irene Paredes que también brilló por su ausencia en esta lista. Sin embargo, y como en el caso de la flamante Balón de Oro, que la central no estuviera tiene una explicación, y mucho más sencilla, de lo que se pueda pensar.

Real Federación Española de Fútbol Ciudad del Fútbol de las Rozas Luis Rubiales
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