La reforma de Sepang preocupa a los pilotos de MotoGP

Cada Gran Premio tiene sus rutinas, pero esta vez la toma de contacto con el circuito fue algo diferente al resto de la temporada. La mañana del jueves, en víspera del Gran Premio, de 12.45 a 14 horas, los pilotos se dedican a recorrer el circuito a pie o en bicicleta para hacer una inspección visual. En esta ocasión esta inspección tenía un interés especial porque el trazado de Sepang ha sido sometido a una serie de modificaciones. Por ese motivo, han dispuesto de una hora suplementaria antes de la rueda de prensa previa.

El interés se centraba especialmente en la curva 15, la que da acceso a la recta de meta, donde se ha realizado la principal modificación. No se había visto a tanta gente parada y conversando en una curva en todo el año, y con razón: “No hemos visto una curva así en toda la temporada”, dijo ayer Pol Espargaró tras su primera inspección visual al nuevo asfalto de Sepang.

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La novedad reside en el cambio del perfil de la curva. Hasta el pasado mes de febrero, este tramo tenía un peralte positivo, pero la modificación realizada ha hecho que ahora tenga peralte negativo, o contraperalte. Es decir, que el borde interior de la pista está más alto que el exterior. El diseño del trazado y su longitud no se han alterado, pero sí el perfil de esta curva. En el interior de la curva la diferencia entre el peralte antiguo y el nuevo es de un metro de altura. A muchos les ha sorprendido.

Los pilotos de MotoGP no han sido los primeros en rodar aquí. En mayo, con las obras recién terminadas, se disputó una prueba del Mundial de SBK. En esa ocasión, Jarno Zaffelli, director de Dromo, el estudio de arquitectura que ha ejecutado la reforma, explicaba el sentido de esta modificación: “Ahora hay una diferencia de altura de un metro entre el bordillo viejo y el nuevo. Y para hacerlo más interesante y un desafío para los pilotos, la curva entera también se eleva hacia la salida, como si fuera cuesta arriba”, explicaba entonces Zaffelli.

Las reformas han hecho que la pista sea más rápida. La Superpole de SBK se mejoró en 994 milésimas con respecto a 2015, y la vuelta rápida fue unas milésimas mejor que el año pasado, dando la sensación de que la pista permite rodar más deprisa. Tuve la oportunidad de hablar con uno de los pocos pilotos españoles que siguen este campeonato, y me confesó, en privado, “para mí que la han cagado”. La Fórmula 1, que hace un mes pasó por Sepang, fue varios segundos más rápida con las reformas, pero claro, la dinámica de los coches en las curvas es muy diferente a la de las motos.

El problema reside en la seguridad: “El peralte de la última curva no es demasiado seguro. El miércoles salí a rodar en bici y casi tuve que parar porque el pedal rozaba el asfalto. El riesgo de caída allí es muy alto. No entiendo por qué han hecho ese peralte en la última curva”, decía Aleix Espargaró, que se ha mostrado como una de las voces más críticas del “paddock”. La mayoría destaca esta novedad, pero hace énfasis en que el reasfaltado y los cambios pueden contribuir a mejorar el agarre de la pista, muy precario en la última edición del Gran Premio.

Un reasfaltado general

Inicialmente, los trabajos se centraban en un reasfaltado general –que falta le hacía a Sepang-, y una serie de trabajos determinados, eliminado baches y corrigiendo los perfiles de muchas curvas para evitar la entrada de agua en la pista, que en determinadas ocasiones corría hacia el interior del trazado incluso después de que terminara de llover, como sucedía en la curva 3, en el tramo entre la 5 y la 6, y también entre la 13 y la 14. También se puso especial atención en la mejora del ángulo de la curva 9, habitual punto de adelantamiento, tanto en la eliminación de los baches que había en la frenada, como en la adaptación del perfil de la salida.

Lo cierto es que el campeonato llega a Sepang sin referencias, porque la última vez que los pilotos de MotoGP rodaron en el circuito malayo fue el pasado mes de febrero, en las primeras pruebas de la pretemporada 2016. Terminados estos entrenamientos se llevaron a cabo las obras. Posteriormente, en julio, Cal Crutchlow, Michele Pirro y Colin Edwards participaron en unas pruebas organizadas por Michelin para recabar datos que permitieran tener referencias del nuevo asfalto.

No podemos decir que, tras los cambios, todo fuera un camino de rosas. Aquellos entrenamientos de julio fueron interrumpidos porque, tras una de las habituales tormentas tropicales que con absoluta puntualidad azotan esta parte del mundo a media jornada, cuando los pilotos regresaron a pista descubrieron que había regueros de agua entrando en el circuito, en concreto en la curva 9, una de las más trabajadas. El equipo de mantenimiento lo solucionó agotando las existencias de toallas de papel de los lavabos, que fue el rudimentario sistema de secado empleado…

Dejando a un lado la anécdota, va a ser una labor crucial del equipo técnico y el entorno de cada piloto que este pueda sentirse a gusto en Sepang. Descubrir la nueva curva 15 ha sido un “shock” para la mayoría, es cierto, pero lo positivo de los trabajos realizados en Malasia es que se van a encontrar con un circuito que les permitirá rodar más rápido, y seguramente con mejor agarre y confianza. Y tener confianza en Sepang, que es una señora pista, es fundamental.

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Sería un error volcar todas sus críticas sobre una curva. La novedad obligará a cambiar la trazada, y puede que afecte también a las estrategias de carrera, porque en la frenada de esa curva se han decidido carreras. Es un proceso que llevará alguna sesión de entrenamiento, porque hasta hoy los pilotos tenían sistematizado el trazado. Es un aliciente más que ayudará a que el desenlace de la temporada, con el título ya definido, no caiga en la apatía.