El momento México para la empresa española

México es uno de los países en los que más se ha internacionalizado la empresa española, donde más ha crecido en el exterior y un destino importante de productos y servicios con origen en España. Y hoy existe una nueva oportunidad de crecer y diversificar en el país azteca por la relocalización industrial de América del Norte.

La relación comercial hispano mexicana es importante. México es el primer destino de exportaciones españolas a Latinoamérica, y España es el segundo inversor extranjero en el país, tan solo detrás de EEUU. Nuestras empresas han invertido más de 80.000 millones de dólares en lo que llevamos de siglo; la Secretaría de Economía del gobierno mexicano tiene registradas acerca de 7.000 empresas de capital español; los grupos españoles tenemos una posición destacada en sectores como el financiero, el energético, el turístico, las infraestructuras, la industria, la moda, alimentos y bebidas o los servicios. Y se trata de una relación empresarial beneficiosa para ambas partes; las empresas mexicanas están abriendo el mercado europeo desde España, están adquiriendo compañías importantes y acumulan 30.000 millones de inversiones empresariales, sin contar las inmobiliarias de carácter personal.

Esta fructífera relación empresarial se sustenta en los profundos lazos que nos unen a mexicanos y españoles, así como en el impulso generado en periodos de oportunidad. Emigrantes españoles del XIX se sumaron al crecimiento de México aprovechando el auge del comercio local, o en el inicio del XX tras la guerra civil México abrió sus puertas al exilio político que dio oportunidades vitales que algunas de ellas se convirtieron en empresa y también a los que hicieron las Américas por motivos económicos, con muchos triunfadores en sus filas. En el siglo actual la gran empresa española aprovechó la oportunidad de la apertura de un México que ya formaba parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1994), y entrados en el XXI un buen número de pequeñas y medianas empresas aprovecharon su posición de proveedores de los Ibex para internacionalizarse y posteriormente asentarse con los clientes locales.

Momentos como esos, capítulos económicos con oportunidades personales y empresariales que han marcado nuestra relación comercial se están repitiendo, y creo que ahora estamos ante uno que puede multiplicar las opciones de exportar, crecer y diversificar en México.

Opinión

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Esta nueva oportunidad se llama relocalización, nearshoring dicen en esta parte del mundo. El fenómeno se fundamenta en el cambio de ubicación de las cadenas de producción y suministro desde Asia a Norteamérica por la prioridad estadounidense y canadiense de fabricar cerca de sus países. Los costos, los problemas logísticos acentuados en la pandemia o los conflictos bélicos en lugares estratégicos, así como en la tensión comercial de Washington con Pekín están provocando que la región norte del continente esté apostando por la producción cercana a sus cadenas industriales y puntos de venta.

Este escenario geopolítico y de transformación de la producción y el comercio internacional beneficia a México. Estados Unidos mira a su frontera sur para fabricar y producir; organismos como la OCDE o la OMC así lo señalan y las estimaciones de crecimiento por la relocalización apuntan a que México podría doblar su volumen de exportaciones para 2030. Los que vivimos en México ya lo estamos viendo; fabricantes y distribuidores norteamericanos que priman en sus licitaciones lo producido en México, zonas enteras del país con escasez de parques industriales o consultas crecientes de empresas globales en búsqueda de ubicación o personal cualificado.

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La coyuntura que está viviendo México es una gran oportunidad para la empresa española. Mexicanos y españoles nos entendemos, una parte notable de nuestras empresas ya tienen una posición y conocimiento del país, pero sobre todo España fabrica y exporta productos que EEUU está sustituyendo de China. Además, somos líderes mundiales en muchos de los sectores que son necesarios para proveer a una región que se convierte en eje industrial de un continente, me refiero a campos como los de la energía, finanzas, construcción o alojamiento.

Dentro de los principales productos que China vende a EEUU, y están siendo progresivamente sustituidos por bienes manufacturados más cerca, nos encontramos de manera general con: Maquinaria y equipo, electrónicos, textil, químicos o agroalimentario; en mayor detalle podemos encontrar también otros como mobiliario, juguetes, vehículos o aluminio. Lo importante para nuestras empresas es que una buena parte de esta actividad económica que está siendo relocalizada en Norteamérica coincide con los principales productos que se fabrican y exportan desde España (químicos, máquina herramienta, bienes de equipo, textil o alimentación y bebidas).

Durante las últimas décadas, México ha sido una buena opción para las empresas españolas por poder acceder a un mercado de 120 millones de habitantes con posibilidad de desarrollo y crecimiento, hoy y en los próximos años la oportunidad es acceder a un continente con necesidades específicas para 537 millones de personas y que representan la economía primera (EEUU), decimoprimera (Canadá) y decimoquinta (México) más grandes del mundo.

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Como verán se trata de una muy destacada oportunidad de diversificar en Norteamérica proveyendo desde México en áreas en las que las empresas españolas son referencia. Es cierto que también existen retos derivados de cualquier internacionalización y de desafíos particulares de México que pueden abordarse con asesoramiento y ayuda. Me consta que el ICEX realiza una gran labor de prospección y acompañamiento para las empresas que analizan opciones en el exterior, y además estamos desde la red global de la Cámara de Comercio de España con la Cámara Española de Comercio en México para ayudar en el análisis y en la posible implantación para poder aprovechar el momento México.

*Antonio Basagoiti es Presidente de la Cámara Española de Comercio en México.