Al Grano
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Hagan juego: tic tac o "Gobierno para rato"
No tiene sentido elevar a definitiva una conclusión sobre el fin anticipado de la legislatura sin contar con el resultado de los venideros congresos del PSOE, Junts y ERC
Al Gobierno le han dado calabazas en Suiza los de Junts porque la aplicación de la Ley de Amnistía no alcanza a Puigdemont y los de ERC amenazan con romper si el Gobierno no lleva al BOE el separatismo fiscal de Cataluña. Al mismo tiempo, Pedro Sánchez reconoce públicamente que será imposible un acuerdo con Feijóo para la financiación autonómica mientras los presidentes del PP le sigan pidiendo que frene el "concierto catalán".
Ergo, vale maliciarse una negativa a la reforma multilateral del sistema de financiación autonómica, que exige el paso por el telar parlamentario (voto de todos sobre lo que es de todos, como dicen los equipos de Feijóo), si el pacto fiscal con ERC garantizase lo del "Gobierno para rato". Por las mismas, una doble ruptura del Gobierno con sus costaleros independentistas por culpa de una amnistía incompleta y el descarrilamiento del "concierto catalán" sería el comienzo de la cuenta atrás para Sánchez.
Pasto fresco para tertulianos y finos analistas afectados por el 'efecto Rufián' respecto a un nuevo bloque de derechas con Junts dentro. La sugerencia va de hacer "viable" lo que por ahora el presidenciable Feijóo considera "inviable". Así que toca repasar los supuestos constitucionales de moción de censura y cuestión de confianza. Y hacer apuestas. Unos por "hay Gobierno para rato". Otros por el "tic, tac, Sánchez".
Servidor solo constata que el presidente camina en la política nacional sobre losetas inseguras, aunque sus coros políticos y mediáticos se aferran a un lema reñido con la realidad por los chantajes del independentismo catalán. Pero también por la brecha abierta con el PP y su "no es no" a una remada conjunta en asuntos de Estado.
El 'efecto Rufián' sugiere la posibilidad de un nuevo bloque de derechas con Junts que hiciera "viable" lo que ahora Feijóo considera "inviable"
Desalentador, pero lógico. Si el PP echara una mano, como a todas horas le piden los voceros del sanchismo dentro y fuera del Parlamento, estaría alimentando el estribillo ("Gobierno para rato"). Y no parece que don Alberto esté por la labor de consolidar al adversario para el resto de la legislatura. Más bien bracea para reventar como sea el llamado pacto de investidura. Si añadimos el mar de fondo en las filas socialistas ante su Congreso Federal, la corrupción de cercanías y la muy probable falta de PGE en 2025. (Junts anticipa nuevo voto en contra del techo de gasto del próximo jueves en el Congreso), no sorprenden las voces precursoras de una quiebra anticipada de los planes de Sánchez para seguir tres años más en la Moncloa.
No obstante, en las actuales circunstancias no tiene sentido elevar a definitiva una conclusión sobre el fin anticipado de una legislatura que aún no ha cumplido su primer año de vida (se cumple el 29 de noviembre). No sin contar con el resultado de los venideros congresos del otoño, a celebrar por las tres formaciones políticas sobre las que se asienta el poder de Pedro Sánchez. A saber: Junts (26 - 27 octubre), ERC (30 noviembre -1 diciembre) y PSOE (29 noviembre -1 diciembre). Son las fuerzas del bloque "plurinacional". Y el enunciado ya aporta al análisis un vector patológico de la realidad al aparecer el desenlace de esos cónclaves como un factor determinante de la salud de la legislatura, la continuidad o no de este Gobierno y, en fin, la estabilidad política del Reino.
¿La estabilidad del Reino de España en manos de quienes se declaran objetores del Reino de España y quieren poner de rodillas al Estado antes de emanciparse del mismo?
Es lo que hay.
Al Gobierno le han dado calabazas en Suiza los de Junts porque la aplicación de la Ley de Amnistía no alcanza a Puigdemont y los de ERC amenazan con romper si el Gobierno no lleva al BOE el separatismo fiscal de Cataluña. Al mismo tiempo, Pedro Sánchez reconoce públicamente que será imposible un acuerdo con Feijóo para la financiación autonómica mientras los presidentes del PP le sigan pidiendo que frene el "concierto catalán".
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