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Macarena Olona convierte el programa de Évole en una película de Tarantino
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Pablo Pombo

Crónicas desde el frente viral

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Macarena Olona convierte el programa de Évole en una película de Tarantino

El primer minuto del programa, esa larga espera enmudecida, ese primer plano sobre fondo negro y luz directa, nos dejó el retrato de una mujer compleja y entristecida, determinada, herida pero orgullosa

Foto: Macarena Olona. (Olmo Calvo)
Macarena Olona. (Olmo Calvo)
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"Es muy poco inteligente atacar a quien tiene los planos del edificio". Frase clave de la entrevista. Muestra el ánimo, la intención y el plan de la entrevistada. Y demuestra por qué Olona es, probablemente, el principal peligro que acecha a Vox. Nadie tiene un deseo mayor de venganza que ella, ni mejor información, ni más voluntad de sobrevivir que Macarena. Es dura.

El primer minuto del programa, esa larga espera enmudecida, ese primer plano sobre fondo negro y luz directa, nos dejó el retrato de una mujer compleja y entristecida, determinada, herida pero orgullosa.

Foto: Olona y Évole, duelo de titanes. (La Sexta)

También cierto aire de temor, no frente a sus adversarios, sino ante el posible deterioro de su propia imagen. "Lo que me daba pánico era un escenario lúgubre, bastantes tinieblas tengo encima como para trasladar una imagen de lúgubre", dijo refiriéndose a la escenografía, muy al principio.

Dijo muchas cosas. Y no dijo nada que no quisiese decir en aquel juego de espejos. Pero también reflejó sus enormes dotes de actriz. Nada es más difícil en el arte de la interpretación que la gestión de los silencios. Recurrió a ellos con frecuencia, cerrándolos con una sonrisa de fragilidad muy conseguida. Unas veces para amortiguar la violencia que acababa de aplicar, otras para pasar palabra sin más.

Y mintió. Mintió en varias ocasiones. Pero sobre todo al decir que apenas había preparado el encuentro con Évole. Había muchas, muchísimas horas de trabajo previas en la escritura del guion que Macarena escribió para sí misma. Decidida como estaba a dañar los fundamentos del partido de Abascal, cuidó mucho su proceso de autovictimización.

Dijo muchas cosas. Y no dijo nada que no quisiese decir en aquel juego de espejos. Pero también reflejó sus enormes dotes de actriz

"Me marché el 31 de julio porque sabía que iban a apagar mi voz (...) No escuché las voces que me estaban diciendo, 'te la están liando Macarena, te sacan del Congreso para que no hagas sombra', me lo decían en casa, en el partido, en las redes sociales (...) Yo veía que aquello no tenía lógica, porque el Congreso de los Diputados es el buque insignia de Vox (...) Acepté porque tengo una disciplina marcial (...) El silencio de Abascal se me hizo eterno".

En el territorio de ese tránsito, desde la inocencia al sacrificio, pasando por la obediencia, levantó el altar de su martirio político y personal. Desde ahí verbalizó su resurrección —"Yo he salido de una trinchera y nadie me va a meter en otra"— y no tardó ni un segundo más en desenvainar la catana de la venganza, a lo Kill Bill. El mapa, los planos del edificio, comenzando por el despacho principal. "Santi es una buena persona, pero tiene limitaciones, como todos". A por el líder, a despojarle de la omnipotencia en la organización más personalista de España, directa a por su órgano vital: "Santi no es libre".

¿Quién es el amo de Abascal?

¿Quién es el amo de Abascal? La oscuridad. "Cuanto más arriba estaba, más niebla veía a mi alrededor, no veía quién tomaba las decisiones dentro de Vox (...) Tengo la sensación de que las decisiones de Vox no siempre se toman en Vox (...) Hay personas que no están en el organigrama, pero tienen un poder de decisión importante". Olona sabe mejor que nadie que insinuar la existencia de poderes oscuros que secuestran la libertad de la organización es más eficaz que señalar adversarios con nombres y apellidos. Vivimos en la era de las conspiraciones.

Las bases de su antiguo partido son las más propicias a la paranoia, al miedo. Nada aterroriza más que lo que no puede verse del todo. Y nada deslegitima más a cualquier líder y a su dirección política que su sometimiento a unas fuerzas invisibles.

El mapa. A por el segundo despacho, el de los dineros: Fundación Disenso, receptora de 4,5 millones de dinero público. La reivindicación de la transparencia en una organización que se vende a sí misma como adversaria de la corrupción. La oscuridad de nuevo. "Yo tengo las preguntas correctas". Y al formularlas sin dar respuestas, la capacidad de arrojar las dudas sobre Vox. Llenar de suciedad la caja de caudales sin abrirla.

Foto: Abascal con un cartel de Olona de fondo. (EFE)

Los planos. A por la sala de la dirección política. Ortega Smith en la diana, pero no solo. "El Vox de hoy no es el de marzo de 2019". La traición de las élites, otra llamada a las bases pensando en el día de mañana. "El partido no funciona democráticamente (...) no hay libertad de expresión, (...) hay personas que hacen loas a Hitler y están en el entorno de Vox". Muestras de las redes sociales, de la difusión del odio, de la apología del nazismo. Y un señalado, un asesor de Ignacio Garriga, número tres del partido.

La secta contada en La Sexta. "Estoy viviendo un Vox history X", en referencia a la película en la que una persona decide dejar una organización nazi y sus miembros no lo permiten. Y, como antes, como todo el rato, también el espectro de la duda para referirse a la influencia en el partido de Abascal de la Organización Nacional del Yunque —una formación paramilitar secreta, ultracatólica y de extrema derecha—: "No tengo ni idea del Yunque… Mi intuición es que las decisiones no se toman dentro de Vox".

Los planos, el mapa: los territorios. En referencia a la cuestión del latido prenatal en Castilla y León: "Gallardo está completamente intervenido". Y catana de 360 grados hacia todos los representantes locales y autonómicos de toda la organización: "Son rostros visibles, pero las decisiones se toman en Madrid".

Foto: Macarena Olona, en 'Lo de Évole'. (Atresmedia)

Sangre por todos sitios: líder, finanzas, dirección del partido, ideología y organigrama territorial. Una matanza para la que el Tarantino más salvaje se quedaría corto. ¿Por qué? No solo por venganza.

La venganza permite el desquite, pero no colma la ambición. Olona no activará una nueva oferta electoral de cara a las locales y autonómicas de mayo, pero deja abierta la puerta de diciembre. Un partido para "los que están hartos" y para "asegurar la gobernabilidad (...) si en algún momento fuese útil…".

Conclusión: Macarena no está muerta, pero está dispuesta a llevarse por delante a quien haga falta.

"Es muy poco inteligente atacar a quien tiene los planos del edificio". Frase clave de la entrevista. Muestra el ánimo, la intención y el plan de la entrevistada. Y demuestra por qué Olona es, probablemente, el principal peligro que acecha a Vox. Nadie tiene un deseo mayor de venganza que ella, ni mejor información, ni más voluntad de sobrevivir que Macarena. Es dura.

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