Día 58. "Me faltan horas". Una semana de cuarentena con los ricos del pueblo

Yo soy el Marqués de Condemor, y usted no lo es.

¿Le inquieta a usted el futuro? ¿Es incapaz de entender qué está pasando? ¿Le devora el estrés? No se preocupe. Yo, Marqués de Condemor, tengo la solución a todos sus problemas: pasar un día en mi mansión señorial.

Primero, un paseo vespertino por mis dominios con mis mastines. Luego, un brandy junto al fuego, pisando alfombra mullida que acaricia los pies. Una vez ebrio, recuperará usted la calma, las ganas de vivir y la fe en la buena vida. ¡Weah!

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

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Mensaje positivo a los que están a punto de volverse locos encerrados en casa: el resto no estamos mejor que usted. Cu, cu. Es normal. Lo extravagante sería seguir cuerdo en una situación así. Que llevemos dos meses encerrados ya es lo de menos. Que no haya un segundo de paz en los hogares con hijos, también es lo de menos. Quizá lo más perturbador sea que ya no sabemos ni quiénes somos ni a dónde vamos. Lo que antes molaba, ya no mola, es todo muy confuso, y eso genera gran zozobra interior. El Bulli ahora se llama Telepizza. Una chabola en un poblado vale más que un piso en Airbnb. Los partidos de fútbol tienen menos espectadores que los de petanca. Y Georgie Dann está deprimido porque han suspendido el verano. Todos nuestros valores seguros están en entredicho.

Ahora que todo cambia a una velocidad espantosa, he de confesarles algo: hay un lugar en la tierra conservado en formol, la piedra filosofal de la quietud, la revista 'Hola'. No hay mejor terapia en estos tiempos convulsos que sumergirse en sus páginas. Mientras el mundo exterior se desmorona, el mero acto de comprobar que 'Hola' mantiene la misma maquetación desde el siglo XVII, genera una paz interior bestial. Ni falta que les hace cambiarla. Es el spa informativo. El búnker a salvo de perturbaciones. Reposo, sosiego, éxtasis absoluto. Nada malo puede ocurrir dentro de estas páginas.

Mientras el mundo se desmorona, el mero acto de abrir el 'Hola' genera una paz interior bestial

No, no es que 'Hola' haya decidido obviar el coronavirus, en absoluto, es que introduce la pandemia sutilmente en la vida desahogada de sus personajes. Es la finura marca de la casa. Podemos estar en la era del periodismo histriónico, las reyertas tuiteras y las opiniones incandescentes, pero si hay algo que nunca va a perder el 'Hola', son los modales.

Y ahora va un repasito a los mejores reportajes del último número, que alguien tiene que hacer el trabajo sucio en esta ciudad.

Titular: "Entramos con los vizcondes Hinchingbrooke en su mansión Tudor, la mejor casa señorial de Inglaterra". Destacado: "Han tenido que prescindir de la mayoría de los quince miembros del personal. 'Estamos haciendo los baños, aspirando y barriendo, además de elaborar tres comidas al día' para familias sin recursos por el confinamiento". En resumen, todos arriman el hombro en Mapperton House, también los niños, que cada noche "ayudan a recorrer toda la casa para cerrar las cortinas". Sí, no suena a currar en una mina de sal siberiana, pero es que la operación cierre de cortinas "lleva unos veinte minutos". O sea, imagine que está usted en la cama, a punto de sobarse tras una jornada extenuante, y le dicen: "¿Te puedes levantar un momentito a cerrar las cortinas?". Mueres. Resumiendo: cuando uno vive en una mansión de 800 hectáreas, quedarse de golpe sin servicio es más un infortunio que un chiste.

Más madera. El Rey Carlos Gustavo de Suecia está aislado en el campo con la Reina Silvia. En el castillo de Stehhammar. Según la reina, en el castillo hay fantasmas. "Son muy amables y caminan en la oscuridad. Es muy emocionante, pero no, no te dan miedo. Es solo que, a veces, tienes esa extraña sensación de que no estás sola". Confirmado: esto del coronavirus es un continuo sobresalto.

Sigamos. Bill Gates se compra una mansión en San Diego con playa privada, varias piscinas y un pequeño teatro. A simple vista, la casa es el copón bendito, se te caen los ojos viendo las fotos, pero como advierte 'Hola', quizá no sea para tanto: "Bill Gates, que acaba de donar 250 millones de dólares contra el coronavirus, se ha comprado la casa más cara de San Diego, por 43 millones de dólares. Una 'minucia' si se tiene en cuenta que su mansión de Medina está hoy valorada en más de 120 millones de dólares". Retitulemos pues: Bill Gates se ha comprado un cobertizo de 43 millones de dólares (un cobertizo de ensueño, si quieren).

Más mandanga. "Pilar Rubio. Confesiones de una supermamá en su sexto mes de embarazo". "Tengo tres hijos, cinco perros, sigo trabajando, grabando vídeos... Hay días que me faltan horas", dice la presentadora en el titular. Recordatorio amistoso: además de los cinco canes, también vive con Sergio Ramos.

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Más chicha. Titular: "Mar Torres sale a pasear con Simba, su mejor compañero, tras romper con Felipe de Marichalar". Aclaración: Simba es un perro enano. Llegados a este punto, es justo reconocer que los compañeros de 'Hola' son maestros del titular; también son célebres sus pies de foto largos: "Mi rutina durante el confinamiento es muy sencilla —nos explicaba Mar la semana pasada—. Salgo a pasear a mi perro e intento estar informada de lo que pasa en el mundo'. Tras romper con Felipe de Marichalar, no se separa de Simba, su pequeño pomerania negro". En una palabra: guaaaaau.

Lluvia de titulares cortos para acabar: "Jorge Bárcenas convierte en discoteca la casa en la que pasa el confinamiento con Victoria Federica". "Britney Spears incendia el gimnasio de su casa por accidente". Lagrimones.

Y mi favorito: "Gloria Von Thurn Und Taxis, 'la princesa punk', nos recibe, en su refugio de Kenia, en su sesenta cumpleaños". Declaración de la "princesa punk" mientras hace esquí acuático: "El secreto para mantenerse joven es evitar los problemas". Hombre, Gloria Von Thurn Und Taxis, tan punk no serás cuando no te metes en problemas. He dicho.

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