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Todo por la patria: España está lista para el verano más salvaje de su historia
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Carlos Prieto

Diario de la pandemia

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Todo por la patria: España está lista para el verano más salvaje de su historia

Hace poco pensábamos que este año no habría veraneo, pero hemos pisado el turbo...

Foto: Playa de la Barceloneta. (EFE)
Playa de la Barceloneta. (EFE)
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Yo soy el quinto miembro de Locomía, y usted no lo es.

Bienvenidos a los diarios de la pandemia.

Hace un millón de años —es decir, hace un mes— nos habíamos hecho a la idea de que no habría veraneo este año, o al menos que sería de perfil bajo, espartano, austero, de meter a los niños en una piscinita en el salón o pillar hora para remojarnos en el río. Hasta que todo cambió bruscamente...

Ya sea porque el sector turístico ha apretado al Gobierno, porque otros países empezaron a patrocinar sus playas y nos entró el pánico, o porque la cabra española tira al chiringuito playero, el caso es que hemos metido el turbo. Los españoles estábamos resignados en nuestros hogares, pero Chewbacca ha tocado un botón del Halcón Milenario y hemos saltado de golpe al hiperespacio veraniego.

Foto: Revilla con unos animales. Opinión


El nuevo entusiasmo estival ha generado desajustes con nuestro día a día de semiconfinamiento. Ni el gurú turístico más entusiasta podrá negar que la situación es surrealista: seguimos sin saber cuándo volverán los colegios, o si es prudente dejar a los niños con los abuelos, pero nos acribillan con promociones de vacaciones locas en Ia Costa del Sol.

Hemos pasado de leer artículos sobre "¿Cuándo podremos volver a dar una vuelta a la manzana?"... a leer artículos sobre "¿Cuándo podremos volver a tirarnos en paracaídas sobre el delta del Mekong?".

Toda España bombardea a Salvador Illa y Fernando Simón con preguntas de primera necesidad: ¿Cuándo podremos volver a surfear una ola de 15 metros con un gorro de cascabel en la cabeza? ¿Cuándo podremos ir a ver cocodrilos a las antípodas y estar a punto de ser devorados? ¿Cuándo podremos ir al campamento base del Everest sin equipo adecuado, desmayarnos, agredir a tres sherpas y provocar un incidente diplomático? Y lo más importante de todo: ¿Cuándo podremos volver a hacer una conga con 50 ingleses ebrios en una playa levantina, eh, cuándo?

Foto: La escala cromática estilística de Fernando Simón. (EFE) Opinión

Nuestro país nos necesita. Somos soldados del coronavirus de día, veraneantes desfasados de noche. Si hay que hacer esquí acuático desnudos para que el PIB español no se hunda, se hace. El nuevo patriotismo es ir a la playa, beberse diez litros de sangría, dormir la mona y despertarse con media cara carbonizada. ¡Arriba España!

Somos soldados del coronavirus de día, veraneantes desfasados de noche

El español medio es una persona versátil: capaz de teletrabajar, cuidar a sus hijos y salir de gira con Locomía al mismo tiempo. Y si Bruselas nos pide ir a Ibiza, meternos en la jaula del Amnesia y agitar unos abanicos para contentar a los turistas extranjeros, se hace. ¿Que hay que meterse una cantidad absurda de MDMA y decirle a los guiris que son nuestros mejores amigos? Se hace. Faltaría más. Todo por la patria.

La nueva normalidad es ir a la tomatina de Buñol, correr delante de los toros en Chinchón, saltar una hoguera gigante en Alicante y hacer 'balconing' en Magaluf. Todo el mismo día. Completamente borrachos. Antes se llamaban vacaciones descerebradas; ahora se llama reactivar la economía. Y ese señor que vaga en pelotas por la playa con la mirada de las mil yardas, no es el primo Yosi en 'uno de sus días', sino un tecnócrata de Bruselas vigilando si estamos a la altura de nuestra leyenda como patio de recreo de Europa.

Sí, amigos, en estos momentos difíciles, debemos remar todos en la misma dirección (este flotador gigante con cara de pato). Sin polarizaciones. Nos unen más cosas de las que nos separan: nos va la fiesta, la madrugada, nos va el cantar. Españoles: ha llegado el Día D, el desembarco playero decisivo, la madre de todos los veraneos. Levantar el país está en nuestras manos. Buena suerte a todos (la vamos a necesitar).

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