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Albert Rivera: un ciudadano libre (de autocrítica)
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Ángeles Caballero

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Albert Rivera: un ciudadano libre (de autocrítica)

"Es el libro más libre", el tercero que publica. En él luce un jersey de cuello vuelto a lo Macron, promete revelar conversaciones inéditas, traiciones imprevisibles y el porqué de sus decisiones

Foto: El expresidente de Cs Albert Rivera, durante la presentación de su libro, hoy, en Madrid. (EFE)
El expresidente de Cs Albert Rivera, durante la presentación de su libro, hoy, en Madrid. (EFE)

A los hermanos Clemente y Álvaro Cebrián les llegará mañana un resumen de prensa plagado de apariciones de la marca que fundaron hace años: El Ganso. Un resumen de prensa tan grueso como el de la editorial Espasa, que presentó esta mañana de martes el libro que, dicen ellos mismos, será "la obra política del año". Lo escribe Albert Rivera, expresidente de Ciudadanos, que se presentó en el auditorio de la Casa de América vestido y alicatado hasta el techo de la mascarilla de la marca de los Cebrián. El libro se titula ‘Un ciudadano libre’, que es como se siente. Libre y, tras lo visto y escuchado, sin un ápice de autocrítica.

A Rivera se le nota relajado, se le intuye algo más simpático. Se ha librado de marrones, de mirar hacia arriba para hablar con Pedro Sánchez, acaba de incorporar su apellido al bufete de abogados que lo fichó y encima la niña, como confesó, le deja dormir. Dónde hay que firmar.

"Es el libro más libre", afirmó. Porque este es el tercero que publica. Con una portada en la que luce un jersey de cuello vuelto a lo Macron, promete revelar conversaciones inéditas, traiciones imprevisibles, el porqué de sus decisiones. Y, como los invitados antes de sentarse a charlar con Jorge Javier Vázquez, Rivera quiere contarnos su verdad. Detallar quiénes le obstaculizaron el camino, por qué pasó de "tocar el cielo a tener que dimitir y abandonar la política". "Cuento lo que no se ha contado", afirma.

Pero hay cosas ya sabidas. La primera, la elegancia con la que desliza las preguntas que tienen que ver con la actual dirección de Ciudadanos, llámese Inés Arrimadas, llámese la gestión de Ignacio Aguado al frente de la vicepresidencia de la Comunidad de Madrid. Porque todos los caminos de baldosas amarillas conducen a Sánchez, al que no parece que eche de menos, pero al que sigue prestando demasiada atención. Como ese ex tan tóxico que no se te va de la cabeza, aunque ahora la vida te sonría.

“No es una venganza. Ni me apetecía ni sirve para nada”. Pero, Albert, ¿para esto hemos venido a Cibeles, con la que está cayendo en Madrid?

“No es una venganza. Ni me apetecía ni sirve para nada”. Maldita sea. “La vida solo se vive una vez y solo ellos [familia, hijas, pareja] son los verdaderos protagonistas de mi vida”. Pero, Albert, ¿para esto hemos venido a Cibeles, con la que está cayendo en Madrid?

Y entonces volvió. Al menos durante unos minutos. Volvió el Rivera que reconoce dos errores en su carrera política: no haber desenmascarado la estrategia de Sánchez (pactar con Podemos, nacionalistas y asociados) y optar por “sacar la bandera blanca en medio de una batalla. Eso acabó conmigo”. Vamos, que él lo hizo mal pero siempre por culpa de otros. Como Rosa Díez.

Rivera asegura que él ha sido libre y coherente siempre, que el panorama actual de la política le produce una mezcla de tristeza y pereza y que él, desde que el mundo existe, ha estado en contra de las trincheras y de la bipolaridad. Es el mismo del 'con Sánchez, ni a comprar el pan'. Aunque luego, cuando las encuestas y los medios ya no le veían tan guapo, se desdijo.

En definitiva, ha sido todo un poco raro. Una presentación que no fue, porque fue una rueda de prensa. Sin excompañeros de partido, sin empresarios, sin popes mediáticos. Los mismos que hace pocos años tenían el nombre de Albert hasta en la sopa. Porque hubo un tiempo, no tan lejano, en que el líder de Ciudadanos salía más en la televisión que Miguel Ángel Revilla. La joven y sensata promesa del constitucionalismo liberal que necesitaba España. El nuevo Macron. Le queda hoy el jersey de cuello vuelto.

A los hermanos Clemente y Álvaro Cebrián les llegará mañana un resumen de prensa plagado de apariciones de la marca que fundaron hace años: El Ganso. Un resumen de prensa tan grueso como el de la editorial Espasa, que presentó esta mañana de martes el libro que, dicen ellos mismos, será "la obra política del año". Lo escribe Albert Rivera, expresidente de Ciudadanos, que se presentó en el auditorio de la Casa de América vestido y alicatado hasta el techo de la mascarilla de la marca de los Cebrián. El libro se titula ‘Un ciudadano libre’, que es como se siente. Libre y, tras lo visto y escuchado, sin un ápice de autocrítica.

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