Es noticia
De la Paqui, las formas de la corrupción
  1. España
  2. Matacán
Javier Caraballo

Matacán

Por

De la Paqui, las formas de la corrupción

La mujer de Cerdán desnuda la mayor mentira, eso de que nadie del PSOE detectó ninguna anormalidad porque resulta que hasta las cajeras de El Corte Inglés conocían el despilfarro

Foto: El exsecretario de organización del PSOE Santos Cerdán, en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. (EFE/Archivo/Mariscal)
El exsecretario de organización del PSOE Santos Cerdán, en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. (EFE/Archivo/Mariscal)
EC EXCLUSIVO

En los informes de la Guardia Civil se habla de ella como una persona, pero en realidad es un concepto. La Paqui, es decir. Palabras mayores porque esta mujer es la que le da la forma a la corrupción, aunque no sea ella la principal imputada, o ni siquiera afectada, por el proceso penal que se sigue contra la presunta trama de corrupción que su marido, Santos Cerdán, estableció en el PSOE. La Paqui es la corrupción visible y entendible, la que no se puede refutar porque sus excesos sí pertenecen a este mundo, a la cotidianidad por la que todos transitamos. Cuando las cajeras de El Corte Inglés se escandalizan de esta mujer, que anda desbocada gastando dinero con la tarjeta, todos comprendemos lo que está pasando, sin necesidad de más explicaciones, porque nada puede alertarnos más que las alteraciones bruscas de nuestra normalidad.

Las buenas cajeras, los buenos dependientes, tienen un máster de sociología y un doctorado en conocimiento de sus clientes. Saben cuánto dinero emplean en sus compras, cómo son y cuáles son sus gustos. Y si cambian bruscamente esos parámetros cotidianos, son los primeros que entienden que algo está pasando. Primero es un rumor y, más tarde, un secreto guardado a voces. Eso es lo que escandalizó al socio de Cerdán, Antxon, cuando el escándalo llegó a sus oídos. Y se lo contó a su mujer: "Es La Paqui, que la conocen todas las vendedoras de El Corte Inglés. Gastar y Gastar. Y restaurantes, un fin de semana sí y otro también. Ya les vale". Podemos imaginarnos a Karmele oyendo el desahogo de su marido, pero sin sorpresa alguna porque también ella conocía el rumor. Por eso, contesta: "Todos de lo bueno, lo mejor. Eso no es plan… Y encima no son nada discretos. La tenéis que coger entre los dos y hablarle claro". Qué llamativo resulta que nadie del PSOE detectara nada en el entorno de Santos Cerdán cuando lo sabían hasta las cajeras de El Corte Inglés.

Esa conversación, tan expresiva, se produce el 9 de septiembre de 2021, pero Santos Cerdán y el gerente de Servinabar, Antxon Alonso, se conocían desde mucho tiempo antes. En 2015 fue, de hecho, cuando se constituyó esa empresa que, según las investigaciones de la Guardia Civil, es la que les ha permitido el cobro de comisiones ilegales con una apariencia de legalidad inédita hasta entonces. Presumiblemente, según la lógica de los investigadores, por cada obra pública que conseguía Cerdán en los despachos, Acciona ingresaba en Servinabar un dos por ciento del importe total. En la historia de la corrupción política española, este modelo de Cerdán, de confirmarse, supone una evolución significativa en comparación con lo ocurrido anteriormente. Las mordidas ya no se cobran en sobres de dinero negro o con transferencias a cuentas bancarias de Suiza, sino que se les otorga una apariencia de legalidad que les permite actuar a ojos de todo el mundo.

El importe de la comisión, ese dos por ciento, se recibe como ingresos establecidos por dos sociedades que, libremente, acuden como UTE a un concurso público. Las contradicciones que, presumiblemente, nos conducen a pensar en una trama de corrupción tienen que ver, de nuevo, con una lógica rampante. Es habitual que una gran empresa quiera asociarse con una pequeña, de una ciudad o una región, para ganar un concurso local, pero resulta inexplicable que esa relación se extienda a todo el país. ¿Para qué iba a necesitar una multinacional como Acciona la ayuda de una empresa diminuta de Navarra, con apenas trabajadores, para llevar a cabo una obra de más de cien millones de euros en un puente de Sevilla, de un ferrocarril en Sant Feliu de Llobregat o de una autovía en Logroño? En ocasiones, las adjudicaciones a la UTE se aprobaban sin que el proyecto tuviera que ver con el objeto social de la empresa del ‘socio’ de Cerdán o sin que tuviera que presentar el correspondiente informe de solvencia financiera, como era obligado en esos concursos.

Foto: cerdan-gastos-tarjeta-trama-detencion-koldo

En todo el periodo que investiga la Guardia Civil por los contratos conseguidos por Acciona con Servinabar del ‘socio conseguidor’, podría decirse, el elemento común denominador es la presencia de Santos Cerdán como secretario de organización, primero en Navarra, epicentro de la supuesta trama, y posteriormente como hombre fuerte en la ejecutiva federal. Como ya se ha expuesto aquí con anterioridad, la relación cronológica de todo lo que vamos conociendo lo que nos indica es que Santos Cerdán tenía razón cuando le dijo al juez que él era "el arquitecto" de los gobiernos progresistas de Pedro Sánchez. Esa es, en efecto, la apariencia que tiene lo sucedido: un esquema de funcionamiento que comienza en Navarra y que, tal cual, se trasplanta a toda España cuando el PSOE consigue que prospere la moción de censura contra Mariano Rajoy y Pedro Sánchez asciende a la presidencia del Gobierno.

La planificación comienza al poco de que todos ellos, tras esa farsa de los viajes en el Peugeot, más literaria que real, ganaran las primarias del PSOE. En cuanto Pedro Sánchez es secretario general y obtiene el aval para hacerse con el control absoluto del PSOE, Santos Cerdán se reúne en su casa con un directivo de Acciona y sobre la mesa se observa una libreta con cifras y porcentajes. De forma paralela, una de las personas de su absoluta confianza, Koldo García, comienza a trabajar con José Luis Ábalos, al frente de un gran ministerio inversor, el de Fomento. Y semanas después de llegar al Gobierno, entra en la organización Víctor de Aldama, con el encargo de contactar con las empresas y pedirles la correspondiente comisión. Todas salvo Acciona que, como dijo Koldo en una de sus grabaciones, pertenecía al ‘cupo navarro’ de Santos Cerdán.

¿Qué empresario le entrega una tarjeta de su empresa a un amigo para que él y su mujer gasten cuanto quieran? Nadie, claro

Todo esto, en fin, es lo que, con los elementos que conocemos hasta ahora, puede explicarse con la lógica elemental que todos podemos aplicar. La misma lógica mundana que hace inverosímil que el gerente de una empresa entregue una tarjeta de crédito a un dirigente político, y a su señora, si, como sostiene Santos Cerdán, no son socios de esa empresa, ni tienen nada que ver con ella. ¿Qué empresario le entrega una tarjeta de su empresa a un amigo para que él y su mujer gasten cuanto quieran? Nadie, claro. Con lo cual, volvemos a La Paqui, ese concepto que nos introduce en las formas de la corrupción.

En los informes de la Guardia Civil se habla de ella como una persona, pero en realidad es un concepto. La Paqui, es decir. Palabras mayores porque esta mujer es la que le da la forma a la corrupción, aunque no sea ella la principal imputada, o ni siquiera afectada, por el proceso penal que se sigue contra la presunta trama de corrupción que su marido, Santos Cerdán, estableció en el PSOE. La Paqui es la corrupción visible y entendible, la que no se puede refutar porque sus excesos sí pertenecen a este mundo, a la cotidianidad por la que todos transitamos. Cuando las cajeras de El Corte Inglés se escandalizan de esta mujer, que anda desbocada gastando dinero con la tarjeta, todos comprendemos lo que está pasando, sin necesidad de más explicaciones, porque nada puede alertarnos más que las alteraciones bruscas de nuestra normalidad.

Santos Cerdán
El redactor recomienda