De Borrell al esperpento

España se ha enterado de la presunta estafa de 150.000 euros a Josep Borrell mediante una exclusiva de José María Olmo en este periódico y que, por una vez, los colegas han respetado en su autoría.

El exministro (1991-1996), excandidato a la Presidencia del Gobierno, expresidente del Parlamento Europeo (2004-2007), ingeniero aeronáutico y doctor en Ciencias Económicas decidió invertir sus ahorros (150.000 euros, según tiene declarado) en un chiringuito internacional (ConsortFx) que especula en divisas con oficina en Londres y algún que otro paraíso fiscal. Cuando descubrió el quilombo se presentó ante la CNMV y la Policía para denunciar el fraude porque necesita justificar el mengüe de su patrimonio en el exterior.

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José María Olmo

Primera pregunta. ¿No podía haber repatriado ese dinero al país del que cobra? Incluso a los que van de listos por la vida se la clavan.

Puede pasarle a cualquiera que tenga 150.000 euros ahorrados, claro. Lo que no le puede pasar a cualquiera es que le nombren consejero de Abengoa con 300.000 euros anuales, después de haber sido ministro y ahora tiene que ser investigado por la Audiencia Nacional tras la quiebra voluminosa de la multinacional andaluza. Lo que resulta realmente incoherente es trabajar denodadamente por una alternativa de “izquierda radical” que abomina de las “puertas giratorias” cuando haces uso habitual de esos tornos.

Es lo que denomino no vivir como se predica. Y cuando aparezca el jurdó birlado, querido Pepe, a ver si te invitas a unas cañas, aunque ello no desgrave ante la Agencia Tributaria que creaste precisamente tú.