Podemos se sube al régimen

La última comparecencia —obligada— de Pablo Iglesias ante la Comisión de Investigación sobre Financiación de Partidos Políticos en el Senado ha sido la prueba que faltaba para poder afirmar con justeza que Podemos se ha mimetizado ya con el régimen del 78 que decían iban a dinamitar cuando irrumpieron en la vida pública española como un huracán por los cayos de Miami.

Negarlo todo; no conocemos Irán, mucho menos Venezuela, aderezado todo el 'mea culpa' con una 'miaja' de contrición por haber querido azotar en su día el trasero de Mariló Montero y quítame de ahí esas pajas.

Bien observado, Iglesias y su muchachada —a la que domina de principio a fin— habían decidido pasar página de sus contextos iniciales a mucha más velocidad que León Trotsky desencantándose de Iòsif Stalin. Primero fue el listado de ministerios y organismos: luego Galapagar, más adelante la autoría de los Presupuestos Generales y, finalmente, la Guardia Civil custodiando día y noche el famoso chalet con casa de invitados. ¿Hace falta algún dato más? Sí. Hasta se permite el lujo de recomendar "moderación" en los temas catalanes. ¿Pablo Iglesias vendiendo recetas "moderadas"? Pues sí, oiga, como lo escucha.

Hasta se permite el lujo de recomendar "moderación" en los temas catalanes. ¿Pablo Iglesias vendiendo recetas "moderadas"?

¿Le ha dado un pasmo al que otrora mandaba a sus mesnadas a apedrear a la Policía? Sí, el pasmo de pisar moqueta, comer caliente, tener mucama para sus retoños y viajar en coche oficial.

La última puerta por la que han entrado en el sistema ha sido estos días la invocación a la autoridad jurídica y judicial del juez Manuel Marchena para poner a salvo su honorabilidad.

¿Acaso habían olvidado que la condición humana es siempre la misma? Yo hace tiempo que me caí del guindo. ¡Y mira que soy ingenuo!