Feminismo: teoría y praxis

Igualdad. Punto. De salida y de llegada según las posibilidades, el talento y el trabajo de cada cual. Nadie en su sano juicio en el año 2019 puede poner en almoneda el derecho de la mujer a coexistir en igualdad de condiciones con el hombre.

Nadie. Pero toda exageración conduce necesariamente a la irrelevancia. Dicen que la histórica “lucha de clases” ha dado paso a la “lucha de género”. Lo que sí veo a mi alrededor es que hay mucho (a) aprovechado (a). Tratar de sacar votos a costa de un sectarismo radicalmente cavernícola además de un ejercicio estulto nos lleva directamente a la carcajada.

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Ser feminista, como ser progresista (que viene de “progreso”, no de una militancia política concreta en determinadas siglas), es algo para practicar más que para pregonar. Conozco voceros de la cosa que luego en su vida particular se conducen como talibanes o como fieles hijos del profeta Mahoma.

He leído un tuit de una periodista que dice: feminismo es igualdad. Sin más. No puedo estar más de acuerdo, aunque le faltó añadir igualdad en derechos y deberes, supongo. Porque no hay nada más antifeminista que la discriminación positiva.

Opinión

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