Segundo Párrafo
Por
¿Es el patio del Congreso o el del colegio?
Al rincón de pensar no se les puede mandar porque los hemiciclos no tienen esquinas, así que bienvenidas sean las vacaciones si sirven para respirar hondo
Sus señorías se van de vacaciones. A ver qué tal les sientan. Descansar de ellos, desde luego, al resto nos va a venir fenomenal. El final del trimestre andaban muy revueltos. Y claramente necesitan mejorar. Aunque este curso algo han aprendido. Han pasado del clásico y tú más al ellos empezaron primero. La presidenta del Congreso y el presidente del Senado han pedido sosiego con la misma pinta de que les vayan a hacer caso que si fueran el sustituto del profesor de gimnasia. Hemos visto a cada bancada celebrando los insultos a los de enfrente y escandalizándose por los que les devuelven.
Al rincón de pensar no se les puede mandar porque los hemiciclos no tienen esquinas, así que bienvenidas sean las vacaciones si sirven para respirar hondo. La única ventaja del lamentable espectáculo que hemos visto esta última semana en el Congreso, con sesiones de control salidas de tono y declaraciones en los pasillos más altisonantes todavía, llenas de bulos e insultos, es que el nivel está tan bajo que con un poco de suerte hemos tocado fondo. La tensión es máxima, el nivel, mínimo.
Queda la duda de si este registro crispado, de lanzarse los trastos a la cabeza, es de verdad para lo que han quedado sus señorías o solo el que escenifican cuando enfocan las cámaras. Hay consenso, al menos a derecha e izquierda, en que estamos viendo una bronca insoportable. ¿Pero es de verdad o solo de cara a la galería? El catedrático Xavier Coller ha estudiado cuánto hay de trampantojo en la bronca política en su libro La teatralización de la política (Catarata, 2024) y da un poco de esperanza.
Tras entrevistarse con 557 parlamentarios de las 19 cámaras de representación, Coller concluye que en cuanto salen del escenario, los políticos en España son capaces de llegar a acuerdos y sacar adelante más propuestas legislativas que mejoran la vida de los ciudadanos de lo que parece. El estudio de este catedrático de Ciencia Política de la UNED, doctorado por la Universidad de Yale, sostiene que hay una disociación entre el histrionismo de muchos diputados y las bambalinas de la política de verdad, porque el nivel de consenso en la aprobación de leyes de nuestra política es razonable.
Ahora bien, cuando la teatralización alcanza el nivel actual, el riesgo de que la intransigencia se vaya contagiando de arriba a abajo y la profecía se cumpla a sí misma es cada vez más alto. La violencia verbal y la intolerancia que hemos visto en los discursos políticos de estos días erosionan la confianza en la política, en los partidos y deslegitiman la democracia. ¿Crece la polarización en la ciudadanía porque los políticos están a la gresca o están a la gresca como reflejo de la creciente polarización de la sociedad?
Lo de "ellos empezaron primero" que escuchaba estos días en el patio del colegio, digo del Congreso, no nos ayuda a salir de dudas. Lo importante no es qué fue primero, sino las consecuencias que tiene. Y, como advierte Coller, cuando no se puede tener un debate público razonable porque el desprecio al rival lo inunda todo, la pluralidad se resiente. Y, por tanto, también la democracia.
Este creciente desgaste del consenso en beneficio de la confrontación, los medios también necesitamos hacérnoslo mirar. Dar siempre más foco al conflicto que a la colaboración será bueno para las audiencias, pero no para la democracia. Será que los periodistas también necesitamos unas vacaciones. A ver si en Semana Santa se calman un poco los ánimos de la política, para ir cogiendo fuerzas antes de los exámenes. Los de las elecciones catalanas, las europeas y las vascas.
Sus señorías se van de vacaciones. A ver qué tal les sientan. Descansar de ellos, desde luego, al resto nos va a venir fenomenal. El final del trimestre andaban muy revueltos. Y claramente necesitan mejorar. Aunque este curso algo han aprendido. Han pasado del clásico y tú más al ellos empezaron primero. La presidenta del Congreso y el presidente del Senado han pedido sosiego con la misma pinta de que les vayan a hacer caso que si fueran el sustituto del profesor de gimnasia. Hemos visto a cada bancada celebrando los insultos a los de enfrente y escandalizándose por los que les devuelven.
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