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La visita de don Juan Carlos solo ha interesado al 10% de los españoles
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José Juan Toharia

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La visita de don Juan Carlos solo ha interesado al 10% de los españoles

Siete de cada 10 españoles piensan que, desde su abdicación, el Rey emérito está contribuyendo más a dificultar las cosas a Felipe VI (68%) que a facilitárselas (16%)

Foto: El rey Juan Carlos se dirige al Club Náutico de Sanxenxo. (EFE/Lavandeira Jr.)
El rey Juan Carlos se dirige al Club Náutico de Sanxenxo. (EFE/Lavandeira Jr.)

La breve visita a España, tras dos años de ausencia, de don Juan Carlos no ha pasado ciertamente desapercibida para los españoles: un masivo 93% dice estar al tanto de la misma, según datos del Pulso de España, de Metroscopia. Pero, al mismo tiempo, tan solo un 10% indica que este sea un tema que le interese mucho: porcentaje cercano al de quienes, por ejemplo, se declaran muy interesados por la final de la Champions (11%) o por todo el asunto Chanel/Eurovisión (7%), en claro contraste con el 77% que declara un gran interés por la situación de nuestra economía, o el 87% que lo indica respecto de la guerra en Ucrania.

En la medida en que uno de los objetivos de esta improvisada y fugaz visita fuera, quizá, sondear el grado de reacción ciudadana respecto de la figura del Rey emérito, el dato parece concluyente: un abrumador desinterés por un acontecimiento que, además, puede resultar contraproducente para quien lo diseñara. En efecto, para un 42% de los españoles, esta visita de don Juan Carlos no ha contribuido en nada a variar su imagen (mayoritariamente negativa, desde hace ya tiempo, según han ido constatando los barómetros de Metroscopia); pero sí la ha empeorado para un 32%.

Este desentendimiento ciudadano respecto de don Juan Carlos guarda, sin duda, relación con la claramente mayoritaria desaprobación (64% frente a 24%) que suscita la forma en que está actuando en estos últimos tiempos. Siete de cada 10 españoles piensan además que, desde su abdicación, el Rey emérito está contribuyendo más a dificultar las cosas a su hijo y sucesor, Felipe VI (lo piensa así un 68%), que a facilitárselas (como cree un escueto 16%).

Un efecto inesperado de este viaje del Rey emérito (resultado de un posible 'efecto comparación') es el paralelo reforzamiento que experimenta en estos días la aprobación por parte de la ciudadanía del modo en que el rey Felipe está desempeñando sus funciones: se sitúa ahora en un llamativo 74%. Hay un dato adicional que parece abundar en esta tendencia de los españoles a enfocar cuanto se refiere a la Corona en clave exclusivamente de presente-futuro (encarnado por Felipe VI), y ya no de pasado (simbolizado por don Juan Carlos): siete de cada 10 (70%) dicen que, en su día, la hoy princesa Leonor será reina. Entre los menores de 35 años, da esta respuesta un 82%. Por supuesto, este dato carece por completo de valor predictivo: lo que sugiere es el grado de consolidación social y de enraizamiento institucional que, en este específico momento, la ciudadanía cree percibir en la Corona, con independencia de que esa percepción coincida más o menos con lo que quien responde pudiera desear.

Foto: El rey emérito, tras la regata a bordo del Bribón. (EFE/Lavandeira)

De estos sencillos datos parece posible extraer un par de breves conclusiones. La primera es que, por un lado, el viaje de don Juan Carlos parece haber frustrado, por igual, tanto las expectativas de quienes pudieron ver en el mismo la ocasión para un 'desagravio' popular a su figura como, por otro, las de quienes (incluso dentro del actual Gobierno) imaginaron que iba a suponer una seria erosión para la imagen social de la Corona. La segunda es que —como parece ya hora de ir reconociendo con normalidad y tranquilidad— ni la Corona es un problema que desvele a la mayoría de los españoles, ni entre ellos parece existir (con visita de don Juan Carlos o sin ella por medio) una pulsión republicana destacable. La ya larga serie de barómetros del Pulso de España de Metroscopia revela más bien que los españoles que se declaran “totalmente republicanos” representan un 18%: los que se definen como “nada republicanos”, un 33%. Entre ambos extremos, la mayoría opta por una actitud que, con una terminología ya consagrada, cabría definir como “pragmatismo-accidentalista”.

No puede extrañar: en las sociedades socialmente avanzadas y democráticamente consolidadas (como es España), el término 'república' ha ido gradualmente recuperando su estricto significado etimológico original: es decir, el de res pública, cosa de todos. Y la gestión de esa 'cosa de todos' que son los asuntos públicos la puede desempeñar, con la misma eficiencia y pulcritud democrática, un sistema político que configure su jefatura del Estado como república (Italia, Alemania, Francia) o como monarquía (Noruega, Dinamarca, Suecia… o España). Solo un obsoleto fundamentalista del etiquetado, más atento al envoltorio que al contenido, puede creer a estas alturas que el solo hecho de denominarse 'república' confiere sin más, y automáticamente, a un régimen político un carácter democrático inequívoco, intenso e inmarcesible. De ser así, todos los 'rankings' de calidad democrática disponibles que, sistemáticamente, encabezan países como Noruega, Dinamarca o Suecia, pasarían a serlo por Nicaragua, Rusia o Cuba, por citar solo tres ejemplos. Lo relevante en nuestro mundo actual no es ya la forma de la jefatura del Estado, sino que este sea plenamente democrático y proteja y promueva, en consecuencia, la plena observancia de las virtudes cívicas y de las actitudes públicas (es decir, etimológicamente republicanas) que le son propias.

*José Juan Toharia. Catedrático (e) de Sociología, presidente de Metroscopia. Los datos citados en este texto proceden de un sondeo telefónico (como parte de la secuencia de estudios del Pulso de España de Metroscopia), llevado a cabo los días 20 y 23 de este mes de mayo, sobre una muestra de 1.000 personas, representativa del conjunto de la población nacional, con un margen de error, para datos globales, de +/- 3,1 puntos.

La breve visita a España, tras dos años de ausencia, de don Juan Carlos no ha pasado ciertamente desapercibida para los españoles: un masivo 93% dice estar al tanto de la misma, según datos del Pulso de España, de Metroscopia. Pero, al mismo tiempo, tan solo un 10% indica que este sea un tema que le interese mucho: porcentaje cercano al de quienes, por ejemplo, se declaran muy interesados por la final de la Champions (11%) o por todo el asunto Chanel/Eurovisión (7%), en claro contraste con el 77% que declara un gran interés por la situación de nuestra economía, o el 87% que lo indica respecto de la guerra en Ucrania.

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