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Son ustedes, los políticos, los que polarizan (sí, tanto en EEUU como en España)
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Loreto Corredoira

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Son ustedes, los políticos, los que polarizan (sí, tanto en EEUU como en España)

La primera palabra de la literatura occidental es 'cólera'. Así empieza el hexámetro inicial de la 'Ilíada'. Esto leía en un libro cuando llegó a mis manos un informe sobre las preocupaciones de los estadounidenses

Foto: Pedro Sánchez con Joe Biden. (EFE/Lenin Nolly)
Pedro Sánchez con Joe Biden. (EFE/Lenin Nolly)

El prestigioso instituto de Investigación de EEUU, el Pew Research Center, presentaba el 7 de marzo con motivo del Estado de la Unión (EEUU) las 10 grandes preocupaciones de los ciudadanos. Me gustó leer que el 86% de votantes de ambos partidos piensan que "Republicanos y Demócratas están más centrados en pelearse entre sí que en resolver problemas", pues, aunque es desolador, muestra el sentido común ciudadano que se aparta del debate principal de la agenda política.

Pensé en escribir sobre esto aplicado a España, ante el espectáculo del aniversario del 11-M de reproches y confrontación, por no decir de la tramitación de la Ley de Amnistía. Pensaba entonces que el tema no podía empeorar, pero a la vista de los últimos días, me he equivocado y todo puede ir a más. Incluso por su propia dinámica, irá creciendo. Sin duda, la naturaleza cognitiva de la desinformación, y la naturaleza adictiva de las redes tienen también su responsabilidad incrementando la división especialmente en los más atrapados en cámaras de eco, pero a quien debe exigírsele es a quien es poder del Estado, tanto el Ejecutivo como el Legislativo.

En el principal debate anual de EEUU en el que se presentaban las 10 grandes líneas de trabajo para el país, "el 57% de los estadounidenses afirma que los desacuerdos entre demócratas y republicanos reciben demasiada atención, mientras que el 78% dice que los asuntos importantes a los que se enfrenta el país reciben muy poca". Y el 86% está de acuerdo con la afirmación "republicanos y demócratas están más centrados en pelearse entre sí que en resolver problemas".

También en España tenemos esa misma opinión. Es muy sorprendente que "los políticos", aunque toda generalización es injusta, sean un quebradero de cabeza para los ciudadanos. En el CIS de febrero (como se puede observar en la imagen de abajo), de las 10 primeras preocupaciones de los españoles, tres son de los políticos, los que deberían estar al servicio de los ciudadanos, "problemas políticos en general", "el Gobierno, partidos o políticos concretos", "el mal comportamiento de políticos".

En el Barómetro de marzo, el tono sube algo más y 4 de las 10 primeras preocupaciones son los partidos, el Gobierno o los políticos. Sin señalar a nadie ni a ninguno en particular. Lo que indica que, amén de su responsabilidad en la crispación, no tenemos una política ciudadana enfocada a las necesidades humanas y sociales (vivienda, precio de los alimentos, agricultura local, natalidad, violencia, droga, abusos, entre otros). Y que el conjunto de temas y debates que salen en las Cortes y Asambleas autonómicas —algunos de cortísima duración como el ya mencionado del 11M—, están, no solo programados, sino teatralizados para producir efectos en la conversación. No me digan que no es chocante cómo se atusan la corbata o el pelo los intervinientes del Congreso y Senado atentos a las cámaras en el hemiciclo. Eso sí, siguen leyendo sus cortas intervenciones.

A ambos lados, queremos políticos más responsables

Hay cosas en las que nos parecemos bastante. Podemos ver que la preocupación por la política crece en España y en EEUU, en parte porque está demasiado presente, ocupa los tiempos de informativos, dejando de lado muchos temas importantes y de interés, como si estuviésemos siempre en una tormenta perfecta. No hay modo de que despeje.

Además de la economía, sigue destacando en EEUU el interés por la defensa frente al terrorismo, los costes sanitarios, la reducción de la criminalidad o, la educación.

En el informe del Pew Research Center es común a los ciudadanos de todas las ideologías que califiquen negativamente el excesivo poder económico en la política nacional, sobre todo de los donantes de campaña (un 80% de media). En eso nos diferenciamos, pues las candidaturas en España cuentan con subvención pública (que no lo es todo, pero ayuda). En EEUU, un país donde el lobby está regulado, "el 81% de los estadounidenses, de ambos partidos, califican mal a los miembros del Congreso cuando se trata de mantener sus intereses económicos personales separados de su trabajo como funcionarios públicos".

La preocupación por la política crece: se dejan de lado temas importantes, como si estuviésemos siempre en una tormenta perfecta

En el Observatorio Complutense de la Desinformación conversaremos en abril con Mark Hugo López (Pew Research Center) para preparar el seguimiento e impacto en medios y redes, respecto a la importancia de los votantes hispanos (36,2 millones) en las elecciones Presidenciales de noviembre (son un 14,7% del total del electorado); elecciones que son más impredecibles que nunca. Y su voto supuestamente demócrata o republicano —según los estados— tampoco es claro. La demografía importa y mucho y no puede ser solo un arma arrojadiza para la polarización. Por primera vez el voto hispano es la minoría que más crece y será de las más significativas.

Estas cifras indican tendencias, tanto por los cambios demográficos como por la relevancia de asuntos sociales. Así que me atrevo a pedir a todos los políticos que lean, trabajen, bajen a la arena y piensen más.

El prestigioso instituto de Investigación de EEUU, el Pew Research Center, presentaba el 7 de marzo con motivo del Estado de la Unión (EEUU) las 10 grandes preocupaciones de los ciudadanos. Me gustó leer que el 86% de votantes de ambos partidos piensan que "Republicanos y Demócratas están más centrados en pelearse entre sí que en resolver problemas", pues, aunque es desolador, muestra el sentido común ciudadano que se aparta del debate principal de la agenda política.

Pedro Sánchez Joe Biden Estados Unidos (EEUU)
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