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OPDEnergy: la renovable desconocida
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Rodrigo Rodríguez

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OPDEnergy: la renovable desconocida

Con un accionariado de calidad, y, por tanto, sin intención de vender, solo necesita dedicar tiempo a explicar en qué ha ido invirtiendo el dinero obtenido en la salida a bolsa

Foto: Toque de campaña en la salida a Bolsa de OPDEnergy. (EFE/Vega Alonso)
Toque de campaña en la salida a Bolsa de OPDEnergy. (EFE/Vega Alonso)

Las salidas a bolsa en Europa son cada día más difíciles y, en el caso de España, el asunto roza lo ridículo. Según mis experiencias en esta materia, el problema radica en el propio proceso. Mientras que las empresas que deciden cotizar en la bolsa americana suben de media un 24% en su primer día en el mercado, en Europa suelen caer entre un 2 y un 4%, y eso gracias a la estabilización que hacen los bancos de inversión que las sacan al mercado. Déjenme que les explique el porqué de todo esto, antes de entrar a analizar en detalle la última salida a bolsa de una empresa española de la que tengo una inmejorable opinión por motivos que luego les explicaré.

En Estados Unidos, los dueños, sponsors, o equipos directivos que sacan una compañía a bolsa, intentan colocar un porcentaje mínimo que suele ir desde el 5% al 25%, y lo hacen a un precio que, si bien, suele ser satisfactorio, saben que es lo suficientemente atractivo como para que haya compradores en el mercado y el valor suba como la espuma. Ya tendrán tiempo para vender más tarde y como los inversores iniciales habrán hecho dinero en la salida a bolsa, se quedarán con un buen recuerdo y tendrán una buena predisposición para participar en futuras colocaciones a precios más elevados. Digamos que no les importa dejar dinero en la mesa el día 1.

Foto: Toque de campana durante la salida a bolsa de Línea Directa. (EFE / Vega Alonso)

A pesar de este buen funcionamiento en USA, el proceso de determinación del precio es…. casi de chirigota. Lo que normalmente ocurre es que tres o cuatro inversores de referencia indican a qué nivel tendrían interés, para que después los bancos de inversión descuenten de dicho precio un 25% y organicen alguna reunión con el equipo directivo para justificar sus jugosas comisiones. Cómo cotice un valor depende del 'vibe' generado, como demuestra que la mayoría de las compañías que salieron a bolsa en el 2021 están al menos un 50% abajo desde su salida, tras un inicio fabuloso en la mayoría de los casos.

En Europa la dinámica es la opuesta. Por un lado, los vendedores, especialmente si son fondos de capital riesgo, no contentos con haber sacado de las compañías todo el efectivo (free cash Flow) posible, en la mayoría de los casos mediante suculentos dividendos, intentan recuperar toda su inversión original en la salida a bolsa con la colocación de entre un 25% y un 50% de la compañía, de manera que, en el futuro, cualquier venta extra será simplemente beneficio. A esto se une un 'road show' exhaustivo de dos semanas con analistas y dos semanas con el equipo directivo, de tal manera que el precio fijado en la salida a Bolsa suele ser el que refleja el valor real de la empresa y deja poco espacio a sorpresas positivas. Si a esto unimos la falta de inversores de calidad real a nivel Europa, salvo algunas excepciones, nos encontramos con "libros" formados por órdenes de inversores de baja calidad, cortoplacistas, que intentan un beneficio rápido y que no ayudan a que el valor tenga un recorrido alcista, al menos durante los primeros meses. Todo tiene que estar muy atado antes de abrir los libros si no quieres tener una sorpresa negativa.

La falta de inversores de calidad real a nivel Europa, salvo excepciones, degenera en "libros" con órdenes de inversores cortoplazistas

Desgraciadamente, OPDEnergy (OPDE SM Equity en bloomberg ) aprendió esto la primera vez que intentó salir a bolsa. Mal asesorada, buscó que el valor real de la empresa quedara reflejado en el precio de la Oferta Pública de Venta (OPV). En un momento en el que el mercado no veía con buenos ojos a las renovables, no consiguió generar el interés deseado y tuvo que reducir el precio y el tamaño de la operación; exactamente las dos cosas que en Europa garantizan el fracaso.

Inteligentemente, el equipo directivo, con un perfil único en este sector, decidió retirarse a sus castillos de invierno, dedicarse a lo que ellos saben, centrarse en el negocio, y entender qué había podido salir mal. Así, vendieron 1,1 GW de proyectos solares fotovoltaicos a un inversor financiero (Bruc), demostrando que su pipeline, por el que el mercado no quería pagar, tenía un considerable valor. (Cabe destacar que Bruc, según analistas, pagó 160.000 euros por MW, que asumiendo un coste de producción para OPDEnegy de aproximadamente 10.000 euros, significaría un EBITDA de 150 millones en los próximos dos años. Apliquen el múltiplo que quieran y ya solo esto justificaría una gran parte de la capitalización actual de OPDE) ¿Cómo era posible que, teniendo unos activos mucho más interesantes que algunas de las empresas nacionales similares, que si consiguieron llegar al mercado, no hubiesen tenido éxito a la primera?

Foto: Foto: EC.

Casi un año más tarde retomaron la operación. Esta vez con una valoración prácticamente de derribo (no vino más barata porque hubiese rozado la ridiculez), con un inversor de referencia y calidad como es la familia Mayoral, con un libro cubierto prácticamente en el día 1 y en un momento en el que la crisis energética hacía de las renovables el sector a considerar. Pero, ¿qué es OPDE? Permítanme utilizar la descripción que utilizan los analistas de JB capital en su último informe, pues no creo que pueda mejorarla:

"OPDEnergy es un desarrollador integrado de energías renovables español con una capacidad instalada neta de 0,47 GW de energía solar fotovoltaica y viento que se espera que alcance los 3,3 GW para finales de 2025 (incluidos los instalados y en construcción), al tiempo que aprovecha un pipeline de c.6,1 GW (excluyendo oportunidades identificadas). La Compañía está diversificada geográficamente, con operaciones, activos y pipeline en España, Italia, Polonia, Reino Unido, Chile, México y EEUU. Opdenergy planea desarrollar y vender capacidad de energías renovables a terceros mediante el uso de una estrategia de rotación de activos".

La verdad es que, a los precios actuales a los que cotiza OPDE (€4.75 por acción), equivale a valorar a €50.000 el MW de su pipeline existente hasta el 2026. Esta es una valoración muy inferior a la que la cotización actual de Grenergy o Solaria atribuye a su pipeline, que rondaría entre €225.000 y €300.000.

"La mayoría de sus costes son fijos, por lo que cuanto más sube el precio de la electricidad mayor es su rentabilidad"

La historia es muy fácil de entender. Estos señores desarrollan parques fotovoltaicos y ciertos proyectos eólicos (0,6 GW), los operan y los venden y tienen una diversificación a nivel mundial de la que carecen sus competidores. Además, la mayoría de sus costes son fijos, por lo que cuanto más sube el precio de la electricidad mayor es su rentabilidad.

En un mundo inflacionista, con la mayor crisis energética desde los años 70, la necesidad de Europa de reducir la dependencia con Rusia y en el que la energía verde se ha convertido en una obsesión para nuestros políticos, además de la presencia cada vez mayor de los fondos ESG en el accionariado de este tipo de compañía, OPDE se ha convertido en la apuesta más barata del mercado.

Les recuerdo que Acciona renovables sufrió para salir a bolsa a €29 y ahora cotiza por encima de los €40, apenas unos meses más tarde.

Creo que OPDE es un firme candidato para hacer un movimiento similar. Con un accionariado de calidad, y, por tanto, sin intención de vender, solo necesita dedicar tiempo a explicar en qué ha ido invirtiendo el dinero obtenido en la salida a bolsa, actualizarnos en su pipeline existente y despertar el interés de alguno de esos "fondos verdes" que se mueven lentamente, para acercarse a máxima velocidad hacia niveles más razonables, muy por encima de los €6-7 que algunos analistas tiene como precio objetivo.

Como dirían los ingleses: "They are in the right place at the right time". ¡Aprovechense de ello!

Las salidas a bolsa en Europa son cada día más difíciles y, en el caso de España, el asunto roza lo ridículo. Según mis experiencias en esta materia, el problema radica en el propio proceso. Mientras que las empresas que deciden cotizar en la bolsa americana suben de media un 24% en su primer día en el mercado, en Europa suelen caer entre un 2 y un 4%, y eso gracias a la estabilización que hacen los bancos de inversión que las sacan al mercado. Déjenme que les explique el porqué de todo esto, antes de entrar a analizar en detalle la última salida a bolsa de una empresa española de la que tengo una inmejorable opinión por motivos que luego les explicaré.

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