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¿Invertir en China? Depende de quien gane en EE.UU.
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Víctor Alvargonzález

Telón de Fondo

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¿Invertir en China? Depende de quien gane en EE.UU.

No está claro que el nuevo plan de estímulo económico de China vaya a estimular la economía real. Pero está claro que está estimulando la bolsa.

Foto: Donald Trump y Kamala Harris. (REUTERS/Evelyn Hockstein and Octavio Jones)
Donald Trump y Kamala Harris. (REUTERS/Evelyn Hockstein and Octavio Jones)

No está claro que el nuevo plan de estímulo económico de China vaya a estimular la economía real. Pero está claro que está estimulando la bolsa. Ahora bien, existe un riesgo para el inversor. Y no está ni en el plan ni en la economía.

Durante años, el presidente Xi y su equipo económico se han negado a lanzar un macro plan de estímulo fiscal. Todavía más llamativo es el hecho de que un partido comunista haya considerado que ese plan debe fomentar que hogares y entidades financieras compren acciones en bolsa.

También incluye bajadas de los tipos de interés, que, aunque sea de forma indirecta, acaban llevando dinero a la bolsa. La prioridad es que la gente compre viviendas y segundas viviendas - para acabar con la crisis inmobiliaria -, pero, cuando hay dinero barato, también se compran acciones.

Los economistas nos dividimos entre quienes piensan que China lo dará todo para sacar al país del agujero de estancamiento y deflación al que parece dirigirse y los que no y que acabará como Japón, que se ha pasado décadas haciendo planes de estímulo y bajando los tipos de interés. Y sólo salió del agujero gracias al repunte inflacionista y del crecimiento mundial que se produjo tras el fin de los confinamientos.

En China todas las magnitudes son enormes y las decisiones dictatoriales

Pero, para los inversores, este enfoque puramente económico puede resultar una distracción, porque, a la hora de la verdad, a medio plazo el riesgo de invertir en la bolsa china está en que Donald Trump gane las elecciones en EE.UU. En nuestra opinión, está claro que el gobierno chino va a darlo todo. Y medios no le faltan. Si sabes como funcionan China y su politburó sabes que, cuando se ponen a hacer algo, se ponen muy en serio. Ya sea para construir centrales nucleares, presas … o para inyectar dinero en bolsa.

En China todas las magnitudes son enormes y las decisiones dictatoriales. Si el líder ha decidido que suban las bolsas, subirán las bolsas. Si en la bolsa inyectas suficiente dinero, acaba subiendo. Otra cosa es que la subida se mantenga en el largo plazo, porque eso sí que va a depender de que el estímulo funcione en la economía real. Pero, insisto: mientras tanto se pueden aprovechar los deseos del líder. Siempre y cuando no surja un escollo mayor que la voluntad del líder, claro . Por ejemplo, uno del tamaño de Donald Trump.

Los medios españoles dan ganadora a Kamala Harris, pero probablemente están confundiendo deseos con realidades. No está tan claro. Trump tiene tantas probabilidades de ganar como Harris. El bajón que ha dado Harris en las encuestas, en las que iba claramente por delante como consecuencia del efecto novedad y el inmenso apoyo mediático y económico que tiene, genera dudas sobre sus posibilidades. Y si gana Trump, volveremos a la guerra de tarifas, que es casi como decir la guerra económica con China.

Sin el dinero de los grandes inversores institucionales, ningún mercado es capaz de subir de forma fuerte y consistente

El expresidente lo ha dicho muy claro: quien quiera vender sus productos en el mercado norteamericano y no pagar tarifas tendrá que producir en Norteamérica. La idea no es novedosa. Lo hizo Ronald Reagan cuando Japón inundaba EE.UU. con sus productos. Al final se acabaron fabricando coches japoneses en Norteamérica. Pero, aunque al final se llegue a algún tipo de acuerdo, el proceso de tira y afloja que podría generarse con China - en caso de una victoria de Donald Trump -, sería traumático. Como todo lo que hace el expresidente. Suele llegar a acuerdos, cierto, y el drama que genera suele ser una oportunidad de inversión - hace bajar los precios -. Pero el proceso suele ser bajista. Y muy volátil.

Hay gente que dirá que las medidas para estimular el mercado de valores están dirigidas a los bancos y particulares chinos, que no hace falta dinero de fuera. La experiencia nos muestra que sin el dinero de los grandes inversores institucionales, ningún mercado es capaz de subir de forma fuerte y consistente. Y ningún inversor institucional va a invertir en la bolsa China al inicio de una guerra tarifaria. De hecho, la subida que ha tenido ha ido acompañada de un incremento igual de importante en la entrada de flujos de dinero de inversores internacionales.

Qué fácil sería si no hubiera elecciones en Norteamérica. La bolsa china está baratísima y el gobierno quiere que suba. La mezcla perfecta. Pero resulta que puede ganar Donald Trump. Así que, de momento, la inversión en China debe ser especulativa y de corto plazo. Al menos hasta las elecciones. Luego dependerá del resultado. Y de cómo se levante Trump esa mañana (si gana).

No está claro que el nuevo plan de estímulo económico de China vaya a estimular la economía real. Pero está claro que está estimulando la bolsa. Ahora bien, existe un riesgo para el inversor. Y no está ni en el plan ni en la economía.

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