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Guillermo Santos Aramburo

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Explorando las posibles mejoras y aplicándolas a una cartera

El mercado percibe algunos signos de capitulación en la política comercial de Trump pero todavía insuficientes

Foto: Entrada de Wall Street en Nueva York. (Reuters)
Entrada de Wall Street en Nueva York. (Reuters)

El cansancio de los inversores ante las incoherencias económicas del presidente Trump han llevado a éste a ceder algo en sus envites durante la semana pasada debido a la excesiva presión del mercado: Bolsas cayendo, líderes empresariales hablando abiertamente de recesión y, quizás lo más importante, la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense encareciéndose (sus precios cayendo).

Aunque algunas señales apuntan a una incipiente voluntad de dejar atrás la fase de confrontación e iniciar un camino negociador que abra la puerta a un desenlace distinto al bloqueo del comercio internacional, lo que en la práctica está sucediendo es todo lo contrario de lo que la mayoría de los votantes republicanos podía esperar.

¿Qué están haciendo en este entorno los principales bancos centrales?

El Banco Central Europeo (BCE) acaba de recortar los tipos de interés oficiales en 0,25 puntos porcentuales dejando la tasa de depósito que marca la remuneración del exceso de liquidez de los bancos de la Eurozona en el 2,25%, su nivel más bajo desde febrero de 2023. El temor a un shock estanflacionario (alta inflación y crecimiento económico estancado) obliga a nuestra autoridad monetaria a defender el crecimiento y a pasar por alto un potencial aumento de precios que ahora es difícil de combatir con tipos de interés. El próximo mes de junio presenciaremos probablemente otro recorte y veremos cómo el Euribor a un año baja del 2% (está a punto de hacerlo en estos momentos).

La Reserva Federal (FED), por su parte, atraviesa su particular crisis institucional debido a la negativa de su presidente Powell de bajar tipos, al menos por ahora, a pesar de las presiones de Trump para que lo haga e imite al BCE en su intento de impulsar la economía. Un dato curioso de esta situación es que fue el propio Trump quien recomendó a Powell para el puesto de presidente de la FED en 2018 y en este momento sólo puede bramar contra él: para destituir al presidente de la FED es indispensable una causa justificada y el enfado presidencial creo que, felizmente, no entra en esa categoría. El hecho de que Powell se haya pronunciado en contra de la espiral arancelaria y haya recordado a Trump que la obligación de la FED es lograr el máximo nivel de empleo junto con la estabilidad de precios, ha llevado la tensión a niveles no vistos desde los 80 con Volcker en la FED y Carter de presidente.

Signos de capitulación en la política de Trump

El mercado percibe algunos signos de capitulación en la política comercial de Trump pero todavía insuficientes. La capitulación de Trump significaría que el mercado ha tocado fondo e implicaría que el presidente acabaría cediendo en la severidad de su política arancelaria. Como ejemplo de ello, hemos asistido al anuncio de una pausa temporal en la aplicación de los aranceles anunciados a los países/mercados que no impusieran medidas de represalia y estuvieron dispuestos a negociar (China no está entre ellos) y abrir así un periodo de negociaciones de tres meses tras el cual veremos dónde quedan finalmente estas tasas al comercio.

La constatación de lo anterior ha impulsado recientemente a la renta variable si bien ésta continúa muy lejos de los niveles del comienzo de legislatura del presidente americano. No obstante, lo errático de las comunicaciones de Trump y su entorno no favorece la confianza y podríamos volver a sufrir nuevas caídas.

Además, realmente, Wall Street aún no comprende bien la gravedad de la guerra comercial con China: EEUU ha impuesto un arancel de hasta el 245% a productos chinos como respuesta a las represalias arancelarias de Pekín, lo que en la práctica supone impedir el comercio entre estos dos países y tendría nefastas consecuencias para el crecimiento de las economías de ambos. Por todo ello y aunque los últimos movimientos de las dos potencias sugieren que aún no asistimos al desenlace de esta pugna, con este nivel de incertidumbre es previsible que vuelvan los descensos bursátiles ligados a un incremento de la aversión al riesgo. De hecho, la semana bursátil en EEUU ha comenzado con caídas en los mercados de bonos y de acciones, especialmente fuertes en estos segundos.

Así las cosas, los gestores de fondos de inversión están reduciendo su exposición a la renta variable estadounidense y aumentando el peso de la europea, como pudo constatarse la pasada semana en el dispar comportamiento de ambos mercados (casi 5% de diferencia al alza a favor de los europeos sobre los estadounidenses). El Oro, que sube en torno al +30% en el año, es otro de los grandes beneficiados del fenómeno descrito.

Valores defensivos en medio de la volatilidad del mercado

Me refiero a estrategias de inversión que se comportan favorablemente en diferentes condiciones macroeconómicas y que, a la postre, son cruciales para la protección de una cartera de inversión. Acostumbran a basarse en compañías de calidad con balances estables y rentabilidad constante apoyada en una gestión prudente.

De un simple vistazo al comportamiento sectorial de los índices Eurostoxx 50 y S&P 500, se aprecia la divergencia de evolución entre sectores en 2025: bancos, seguros, utilities (servicios públicos) y consumo básico reflejan mejores rentabilidades (positivas o comportamiento plano) que el resto del mercado que está en negativo, especialmente algunos segmentos de éste como tecnología, petróleo/gas y consumo discrecional (lujo) que acumulan en el año caídas superiores al 10%. Esta disparidad creo que continuará en los próximos meses.

Extremos que no deben hacer olvidar la diversificación

No hay duda de que los mercados actuales se definen por los extremos. Para obtener el mejor rendimiento en una caída de la renta variable debe imponerse una diversificación eficiente y coherente con el entorno macro y combinar estrategias no correlacionadas que reduzcan el riesgo global de la cartera. Entre ésta últimas, los activos alternativos, líquidos e ilíquidos, están llevando las de ganar en el presente ejercicio.

En todo caso, dentro de la prudencia, soy de vaso medio lleno como saben los que me leen hace tiempo, y espero y confío en que la diplomacia, algo de sentido común y la defensa del bien de los ciudadanos (sus votos, incluidos, claro), acaben por imponerse. De ocurrir esto, sus inversiones financieras lo agradecerían y mucho.

*Guillermo Santos Aramburo, Socio de iCapital AF AV

El cansancio de los inversores ante las incoherencias económicas del presidente Trump han llevado a éste a ceder algo en sus envites durante la semana pasada debido a la excesiva presión del mercado: Bolsas cayendo, líderes empresariales hablando abiertamente de recesión y, quizás lo más importante, la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense encareciéndose (sus precios cayendo).

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